Capítulo 18
“Parece demasiado pronto para decir que lo jodiste.”
Después de leer mi mente Ijana habló en tono pícaro.
“Yo… ¿No estoy jodida?”
“Depende de mí decidir si estás jodida o no, ¿Verdad?”
“Probablemente.”
Cuando respondí vagamente Ijana soltó la mano que sostenía mi cintura con firmeza. Dí un paso atrás evitando sus ojos. Su rostro parecía decepcionado.
“Está bien, por lo menos hoy no me llamaste bastardo.”
“¡Su Majestad! Eso era…. Es…”
No había nada que decir. Recordé las últimas cosas que había pensado y él había leído, ‘bastardo. Este mocoso es un poco atractivo. ¿Acaso es un mujeriego?’ Esas y las otras cosas no eran palabras con las que se deberían de dirigir al Rey de un país. No sabía cómo había sucedido todo esto, lo bueno era que no se ofendió con mis comentarios tan poco sutiles, al menos eso quería pensar.
Ijana que examinaba mi aterrorizado rostro, habló con una sonrisa triste.
“Ginger, ¿Me temes?”
En su rostro seguía aquella sonrisa, pero sus palabras sonaban tristes. Mientras más pensaba en sus palabras, más me entristecía. Sentía que mi frente se estaba frunciendo. De forma repentina vinieron a mi los recuerdos de la vida del Ijana de la novela.
Pobre Ijana, mató a su amada por una maldición que lo atormentaba.
“Más que temerte, me causas curiosidad.”
Él guardó silencio.
“Además, si tuviera los medios, ya hubiera investigado también los antecedente de su Majestad.”
Aunque claro, ya sabía de Ijana por la novela.
No hice contacto visual con él durante todo el pensamiento, miré a otro lado para evitar su lectura.
“Pero Ginger, ya conoces cosas que otros no saben, ¿Por qué más tendrás curiosidad?”
“Todo lo que sé es solo una pequeña parte.”
“¿Si?”
“Así es, ¿Por qué lee su Majestad los pensamientos de otras personas, desde cuando tiene esa habilidad? Eso y más detalles son los que quisiera conocer.”
“¿Tienes curiosidad por eso?”
“Por supuesto.”
Ijana inclinó la cabeza por un momento, su cara parecía no entender quién tendría curiosidad en mi lugar.
¿Esperas que te tema?
De un momento a otro cambió de tema.
“Hasta tu podrias leer pensamientos.”
Sentí que él no quería indagar mucho sobre sí mismo.
“¿Yo?”
“Por supuesto que no sabrás todo o detalles como yo, pero es posible.”
“¿Cómo?”
“Solo tienes que observar las acciones y el comportamiento de la otra persona.”
Sus ojos se movieron lentamente hasta parar en mis labios.
“Cuando te avergüenzas, aprietas tus labios. Quizás lo hagas de manera inconsciente.”
Mis labios, donde su mirada estaba posada, parecían quemar.
“Ayer en el salón de banquetes no parabas de hacerlo. Supongo que te hice sentir muy avergonzada.”
Ahora que estaba avergonzada también estaba apretandolos.
“Ahora me quieres esconder algo, por lo tanto, no estas mirandome a los ojos.”
“...”
“¿Qué piensas? ¿Pude leer tus pensamientos sin hacer contacto visual?”
“Si.”
Asentí porque ninguna de las suposiciones de Ijana estaba errada.
“Te toca.”
“¿Yo?”
“Intentalo conmigo, así como yo lo hice.”
Su voz se escuchó con fuerza mientras su mirada seguía en mis labios. Pronto Ijana miró hacia algún lado del jardín sin hacer contacto visual conmigo.
“No es difícil, intenta pensar intensamente en mí y así algo vendrá a tu mente.”
Extrañamente, las palabras de Ijana se sintieron familiares.
¿Donde las escuché antes?
Busqué profundamente en mi mente hasta que hallé la fuente de esa familiaridad. Lo que dijo en ese momento fue exactamente lo mismo que dijo Ijana en la novela.
¿Debería decirle lo que le contestó Relais en la novela?
Cuando la relación entre ambos estaba avanzando, Ijana le hace esta misma pregunta a Relais, ella responde que él de todas formas lo vería en su mente.
{“Relais, adivina lo que estoy pensando. No es difícil, intenta pensar intensamente en mí y así algo vendrá a tu mente.”}
¡No puedo creer que recuerde las palabras que fueron dirigidas a Relais!
Si hubiera sabido que diría eso, lo hubiera tomado por la nuca y lo callaría.
Recordé la escena con detalle. Un jardín verde donde solo estaban dos personas. Ijana tenía un extraño sentimiento hacia Relais. Ella para responderle lo examinó.
¿Qué le contestó Relais?
"Bueno. Yo también lo intentaré.”
Ijana asintió.
“No leeré tus pensamientos.”
Comencé a mirar a Ijana cuidadosamente. Vestía una camisa blanca sin arrugas, abotonada hasta el cuello.
Estaría bien soltar uno de ellos… Hmm…
(N/t: No te culpo, yo también quiero sacarla.)
No tenía ningún accesorio, ni anillos, collares o aretes, nada. Era una apariencia bastante modesta para ser un Rey.
Conclusión, Ijana parece ser hermoso y modesto.
Eso fue todo lo que pude adivinar. No podía decirle eso a él, era una conclusión demasiado aburrida. Odiaría decepcionar a Ijana que esperaba mi respuesta.
Hmm. Entonces, ¿Qué le dijo Relais a Ijana?
{“Su majestad… Yo puedo ver sus heridas.”}
Así había respondido Relais de la novela. Ijana ante su respuesta se estremeció, definitivamente había sido diferente a lo esperado.
De acuerdo, así será.
No había razón por la cual no pudiera contestar igual que Relais en la novela. Tosí unas cuantas veces para preparar mi voz y respondí.
“Majestad, veo…. Sus heridas.”
¿Ahora no debería estremecerse?
Esperé por su respuesta. Un breve silencio se formó entre nosotros, esperaba su estremecimiento pero en su lugar…
“Pffff. JAJAJA.”
Fue una risa escandalosa. Ijana apretaba sus labios para contenerla, pero todo fue en vano. Pronto comenzó a reír tan fuerte que seguramente se escuchaba en todo el jardín.
Maldición. ¿Mi respuesta fue incorrecta?
Cuando vi a Ijana sonriendo sin aliento, me di cuenta tardíamente de que había pasado por alto algo importante. Cuando Relais en la novela contesta esto, es después de tener un intercambio de emociones juntos. En otras palabras, en ese momento ya habían signos de amor entre los dos.
¿Cuál es la relación entre Ijana y yo?
Solo nos conocíamos desde hace dos días, no había ningún tipo de emoción aparte de las conversaciones que hemos compartido.
Argh, di una respuesta apresurada.
Incluso me arrepiento. La risa de Ijana nunca cesó. Debe considerarme una mujer muy divertida.
Sus heridas…
“Su Majestad, se lo ruego, ¿Puede dejar de reir?”
“Tu…. No importaba que respondieras, pero eso….”
Ijana siguió riendo. Esperé a que dejara de reír, no tuve más remedio que esperar, pero su risa parecía no mostraba signos de acabar. Tomé valor y hablé
"¿Puedo intentarlo de nuevo?"
Ijana habló con dificultad.
“Oh, no.”
“Solo una última…”
“Shh… Ya dijiste bastante.”
Ijana tosió un par de veces y se deshizo de la risa.
“Ginger, ¿Sabes algo?”
“No lo sé.”
A él no le importó mi contundente respuesta y continuó hablando.
"Lo que has visto es bastante exacto.”
“¿Si?”
Él bajó su mirada a su mano mientras la relajaba.
"Tengo una herida imborrable.”
“....”
Lentamente abría y apretaba su mano. No pude decir nada. La atmósfera ligera parecía haberse vuelto más densa en poco tiempo.
“No tengo idea de por qué sientes curiosidad y no miedo. Pero eres la primera persona que piensa así sobre mi, Ginger Torte.”
“Su Majestad Ijana…”
“No hables tan vagamente.”
Ijana habló con un tono un poco duro. Nunca hizo contacto visual conmigo mientras hablaba, parecía que no quería leer mis pensamientos.
“Antes de quedar atrapado en la torre, mi padre me tenía miedo, y después de dejar la torre luego de tanto tiempo, muchos nobles me observaban y evaluaban.”
La confesión de Ijana continuó con calma.
“Soy el único Príncipe, pero deben dudar de mis habilidades como Rey después de vivir solo en la torre durante tanto tiempo.”
Su mirada que estaba hacia abajo, lentamente comenzó a subir. Me miró vacilante y con cautela hizo contacto visual conmigo.
“En todo el tiempo, no hubo nadie que se sintiera así por mi.”
Ijana, te compadezco.
Mis verdaderos sentimientos se filtraron a través de mi cabeza, sin tiempo a ocultarlos, Ijana los recibió. En el último momento dijo.
“Gracias Ginger Torte.”
Una gran sonrisa se encontraba en su cara.
CRÉDITOS

Comentarios
Publicar un comentario