Capítulo 38
“Estoy asustado.”
Las palabras que dijo Hamel resonaron varias veces en mis oídos.
Había un miedo profundo en sus palabras, que puede ser una confesión o una declaración. Se sentía como un pecado tenerlo en un armario.
Cuando pensé que tenía que esconderlo en otro lugar, tomé la mano que él había puesto en mi mano.
“Pero... voy a soportar un poco, ya que es un problema.”
Su voz aún estaba aterrorizada. Sin embargo, sus ojos estaban bastante brillantes. Debo decir que es una mirada fuerte, determinada, que no daría un paso atrás.
“No solo no quiero que la Señorita Relais sepa que estoy aquí, sino que creo en Ginger.”
“......”
“Eres tú quien habla, pero lo que has dicho es como si fuera dicho por un hombre diferente.”
Hamel forzó una pequeña sonrisa para mostrar que estaba bien. Y luego cerré la puerta del armario con mis propias manos.
...Tonto, esa sonrisa. No se veía nada bien.
Mire la puerta del armario cerrado durante unos segundos, luego mire el dorso de mi mano, donde la mano de Hamel la había tocado.
“Confía en mí, Lala.”
Ha pasado un tiempo desde que lo dije.
Debido a que tengo una personalidad apresurada y una boca abrupta, era difícil comprar la confianza de alguien.
Sus palabras de confiar en mí hicieron que mi corazón se agitara.
Tomé una decisión. Deshagamonos de Relais rápidamente.
La determinación de Hamel no puede ser en vano.
Me senté en el sofá a toda prisa, corregí mi postura y le dije a Sarah.
“Sarah, dile que entre ahora.”
Relais entró en la habitación rápidamente, preocupada de que no le diera permiso. Dio un paso adelante con gracia y se acercó a mí.
El rostro de Relais mirándome estaba demasiado tranquilo. Su serenidad me puso ansiosa.
No había ninguna razón para que Relais viniera a mí para compartir una charla pacífica.
No estábamos lo suficientemente cerca para vernos, incluso si no teníamos algo de qué hablar, y estábamos ocupadas discutiendo, viéndonos como enemigas de por vida. Por lo tanto, a pesar de que tiene un rostro casual, está claro que Relais vino a mí para probar algo.
Pronto llegó al frente del sofá en el que estaba sentada y se detuvo. Entonces fui descubierta.
Había algo en su mano.
“¡……!”
Increíblemente, era mi libro el que me habían dejado de lado durante días.
‘El Príncipe encarcelado y la joven Marquesa’
¡El libro estaba en la mano de Relais!
¿Habré visto mal?
Cerré y abrí los ojos varias veces con la esperanza de estar viendo mal. Al contrario, la portada rosa del libro solo se veía con más claridad.
Kiki, ese hijo de puta debe haber robado el libro de mi habitación.
Tuve un presentimiento.
Hace dos días, fui a ver a Kiki para pedirle que entregue el libro que había robado, pero solo puso excusas.
No podía creerle a Kiki, así que busqué en su habitación, pero no pude encontrar el libro. Pensé que no estaba en su habitación porque le dio el libro a Relais.
Incluso Relais, terminó leyendo ese libro.
La probabilidad de que lo hubiera leído era cercana al cien por ciento.
¿Qué pensamientos tendría después de leer el libro?
¿Lo has hecho?
Parecía que las cosas se complicaron.
Apenas reprimí el suspiro que salió y miré a Relais con una mirada penetrante. Quería que ella se agitara un poco, pero era solo mi deseo. Relais se sentó frente a mí con una actitud confiada.
Dejó el libro que sostenía sobre la mesa. No, sería más correcto decir ‘tiro’.
Dije, fingiendo estar tranquilo.
“Qué.”
No. No debería decir esto. Pareces avergonzada. Ah. Quería decir algo más, pero no se me ocurrió nada.
Desde el momento en que apareció el libro, mi cabeza ya estaba en blanco, así que no podía pensar con normalidad.
“Ginger Torte. No conoces este libro, ¿Verdad?”
Relais me miró fijamente con una mirada inquebrantable.
Respondí.
“Claro que sí. Porque ese es mi libro. No pude ver ese libro, así que un ladrón se lo había llevado de mi habitación... Lo tomaste. Yo creo que la edad en la que tomas lo que no es tuyo ya paso ¿No es así, Relais?”
Tenía una sonrisa desagradable. La trate de ofender, pero ella no se ofendió en absoluto.
Al contrario, me sonreía como si mis palabras fueran graciosas.
Perra venenosa.
“Ginger. El ladrón es tu amante. Acabo de recibirlo, me lo dio tu prometido, Kiki. Ni siquiera lo pedí, pero ¿Él me lo dio? Me lo dio y no tuve más remedio que recibirlo. Soy débil para los regalos.”
Hijo de puta Kiki. Niño estúpido.
Siempre me estás suplicando por perdón, ¿Estás diciendo que cortejas a Relais detrás de escena?
Parecía un poco tonto, ya que Kiki estaba buscando el perdón, lo cual probablemente era tan honesto como el hígado de la pulga.
Me las arregle para evitar que mi ceño se arrugue.
Whaa, cálmate. Ginger Torte.
La persona que se enoja primero pierde. Nunca deberías estar caliente.
Aclaré mi voz y luego le dije.
“Oh, Relais. Aún no te has enterado. Keithon Mickelson ya no es mi prometido. Alguien de alto rango deshizo mi compromiso.”
“¿De alto rango? ¿Te refieres a Su Majestad?”
“Si. Es lo correcto, fue Su Majestad. Ah, cuánto piensa Su Majestad en mí... Respondió a mi solicitud para deshacer mi compromiso”.
“.......”
“Uhhhh, no digas nada. Decidí encontrarme con Su Majestad mañana. Tengo curiosidad por la historia del mundo. Me divierto un poco hablando con él”.
Relais guardó silencio y me escuchó.
“Su Majestad está deslumbrado por una sola palabra mía. Le encanta cualquier cosa que yo diga. Jajaja.”
Quiero decir, esto es mitad verdad y mitad mentira.
Fue mi propia decisión encontrarme con Ijana mañana, y era cierto que a él le gustaba lo que estaba diciendo, o en la medida en que estaba en mi corazón.
Por supuesto, el significado de “Me gusta” que el otro acepta puede ser un poco diferente. De todos modos, estaba claro que Ijana me consideraba más íntima que cualquier otra persona.
De hecho, quería creer eso.
Relais, que había estado en silencio por un tiempo, lentamente comenzó a hablar.
“Oye, ¿Por qué no eres honesta? Sé que usaste este libro para llamar la atención de Su Majestad. También me di cuenta de que por eso estaba tratando de llevarse mi collar ¿Sabes que más?”
“¿Qué? ¿Qué más ?”
“Sé que Ginger le dijo algo extraño sobre mí.”
¿Sabes lo que me hizo sospechar?
Estaba un poco avergonzada, pero respondí.
“¿De qué estás hablando? ¡No tengo idea de lo que estás diciendo!”
En lugar de responder, Relais esbozó una leve sonrisa. Fue una sonrisa que hizo que mi espalda de alguna manera se enfriará.
“¿No estás segura, estás diciendo eso porque el contenido de ese libro es real? ¿Creí el contenido del libro e intente robar tu collar?”
“Huh.”
“¡No! No soy tan simple. ¿Cómo es posible que el contenido de la novela se convierta en realidad? Tienes una imaginación mayor de la que pensabas.”
Me apuñalaron en el corazón. Esto se debe a que creí que el contenido del libro era real. Siempre era así cuando tenía conversaciones con Relais. Debo decir que siempre me involucro con ella. Pensé que tenía que dejar de hablar en este punto y deshacerme de Relais lo antes posible.
Mientras me asomaba al armario, recordé a Hamel, que se quedó solo en un espacio oscuro y temblando.
¿Por qué debía tener claustrofobia?
Pensé que era una fobia que no coincidía con su agudeza el día que lo vi.
Mientras tanto, la voz de Relais volvió a sonar.
“Por supuesto que no creo que todo en este libro sea real. Pero, aparte del contenido del libro, creo en lo que he experimentado en persona.”
“¿Qué es eso?”
“La razón de la existencia de mi collar rojo, la existencia del poder de Su Majestad Ijana. Todo eso son cosas reales. Y sé que aprendiste de eso leyendo este libro.”
“.......”
Perdí de vista qué iba a decir y solo miré sus ojos rojos. Relais todavía estaba relajada. Parecía estar convencida de lo que yo sabía. Sin siquiera una pequeña duda. Al verme incapaz de responder, ella estaba encantada.
“Oh, estás avergonzada, Ginger. He estado adivinando acerca de sus habilidades desde que Su Majestad me llamó aparte.”
“¡Diablos, avergonzada y un cuerno! ¿Cómo lo sabías?”
“Incluso si te lo digo, tú no lo conoces. Esa persona me enseñó. Dijo que debía tener cuidado con sus habilidades.”
Previamente, Ijana había dicho que se encontró con Relais para resolver su curiosidad. Ijana no me dijo que habló con Relais.
Sin embargo, fácilmente podría adivinar que ese fue el día en que ella conoció sus habilidades.
Y si alguien hubiera conocido los poderes de Ijana...
¿Hamel Brei? ¿Estaba advirtiendo a Relais de antemano? ¿Qué esfuerzos hizo Hamel para evitar su muerte?
“Entonces, ¿Qué quieres decir? ¿Estás aquí para devolver mi libro?“
“Vine a advertirte.”
“¿Advertirme?”
“Si.”
Relais me miró con amargura y se acomodó el pelo que se le había caído un poco. Luego habló enérgicamente. Fue una declaración muy desafiante.
“Te lo diré sin rodeos. Estoy interesada en Su Majestad Ijana. Creo que quiero saber más sobre él. Eso es lo que sentí cuando lo vi por primera vez en el salón de banquetes, y cuando escuché que mi abuelo lo había maldecido.”
“¿...Qué, qué?”
“Ginger Torte. Sé que usted también está interesada en Su Majestad. Llamaré la atención de Su Majestad para que regrese a mí.”
Fue una declaración de guerra. Esas palabras que señalan el preludio de una batalla feroz. Si le preguntaras si se tomaba a la ligera las palabras de Relais, por supuesto podría responder que no. Es porque no he peleado con ella una o dos veces por un hombre.
“¡Eh! ¿Usted cree que puede? Su Majestad y yo ya tenemos una relación especial.”
“Eso es mentira. No puede ser.”
“No, Su Majestad incluso confesó que estaba interesado en mí.”
Por supuesto, dijo que estaba interesado porque era la más inusual entre las personas que había conocido. Pero...
La expresión de Relais tembló por primera vez ante la palabra ‘interés’.
Bien, aprovechemos este impulso y rompamos su cara de póquer aún más.
“También he tomado la mano de Su Majestad varias veces. Fue tan agradable.”
“...Disparates.”
“¿Disparates? Relais, no deberías sorprenderte a partir de ahora. Hay una cosa que te sorprenderá más.”
“¿Qué?”
“¿Te sorprenderá escucharlo?”
“¡Así que qué es!”
Relais gritó fuerte. La emoción debe haber sido elevada. Le respondí con una sonrisa ganadora. Mientras imitaba el tono tranquilo peculiar de Relais.
“También toqué el muslo de su majestad.”
“¡......! Eh, muslo... ¿Qué?”
No fue mentira. Por supuesto, toque su muslo, ah. Relais, que era estúpida, abrió un poco los labios. Solo quería reírme.
En el momento en que traté de molestarla un poco más, escuché el sonido de la puerta del armario abriéndose.
Casi al mismo tiempo,
[¡Pum!]
El sonido sordo que escuché hizo eco.
Fue Hamel, escondido en el armario, quien hizo el sonido sordo. Como si hubiera colapsado, golpeó el piso de madera. Hamel se cayó del armario y se sentó, arrodillándose en el suelo.
Su rostro era difícil de ver porque estaba inclinando la cabeza.
“¿Qué diablos es eso?”
Cuando un hombre salió del armario, Relais se asustó. Por supuesto, me sorprendió por un momento, pero recuperé el sentido antes que Relais.
Salté y me acerqué a Hamel.
Estaba más preocupado por su estado que el hecho de que Relais se dio cuenta de que estaba en mi habitación.
Inclinó la cabeza y parecía en mal estado.
Comentarios
Publicar un comentario