Capítulo 4 - Confesión



Cuando la bazuca se disparó, los tres espectros estallaron a la vez.

 

"¡Malditos pedazos de basura! ¡Los hare trizas!"

 

La voz de Eunkang resonó por el callejón con maldad. La bazuca ya estaba bastante caliente por lo mucho que había disparado, pero Eunkang volvió a cargarla pues aún no estaba satisfecho. Cuando le dio a la pared del edificio, los espectros que estaban allí explotaron haciendo un sonido sobrenatural.

 

"¡Estos malditos espectros! ¡Desaparezcan de una vez, son molestos!"

 

Durante aproximadamente una hora, Eunkang disparó su arma con la intención de acabar con todos los espectros circundantes. Los alrededores estaban oscuros y sucios por los espectros muertos. Había carne y sangre negras por todas partes. Sin la barrera, era una vista que hubiera aterrado a los transeúntes.

Sus ojos estaban rojos e inyectados en sangre, su frente estaba empapada de sudor, Eunkang, que se arremangó la camiseta negra hasta el antebrazo, parecía loco a primera vista. Corría desenfrenado, pues no importaba cuántos cortara o hiriera, no era suficiente para él.

Estaba a punto de recargar la bazuca, pero se oyó un sonido hueco. Las municiones se habían agotado. Mierda, escupió una pequeña maldición, tiró la bazuca a cualquier lado y sacó la espada que llevaba en la espalda.

Eunkang, quien empuñaba la espada no parecía temer en absoluto. Tan pronto como movió la hoja de la espada hacia un lado, dos espectros cayeron en un instante. Saltó sobre el letrero del edificio y los cortó haciendo un sonido de barrido. Atravesó al que huía con su espada, y sin sacarla, atravesó a otro más con ella como si fuera una brocheta.

Ante el loco impulso de Eunkang, los espectros habían comenzado a huir uno por uno. Después de sacudir la sangre negra de la espada con un movimiento, Eunkang saltó del letrero y corrió hacia los que intentaban escapar. Los alcanzó en un instante y los cortó con un solo movimiento.

Mientras cortaba a los espectros uno por uno como si estuviera bailando una danza de espadas, Eunkang no se dio cuenta de la mirada de alguien sobre su cabeza. De pie en la cima del sauce, Lee In había estado observando la batalla de Eunkang desde antes. En su mano había una galleta con una linda tortuga dibujada. Esta vez, no pudo robar la tarjeta de Eunkang, por lo que la robó de una tienda de conveniencia del vecindario.

 

"¡Waaa! ¡Los matare a todos! ¡Muéranse! ¡Les voy a romper el culo!"

 

Lee In, que observaba la danza de la espada de Eunkang mientras masticaba sus bocadillos, se sobresaltó por el terrible grito y se tocó el trasero inconscientemente. Después de negar con la cabeza, se llevó las galletas restantes a la boca y se limpió las manos y la boca con un pañuelo.

Encogió sus alas y arrancó una pluma. Luego la empujó ligeramente hacia la punta de su dedo. La sangre brotó. La probó con su lengua. Dulce y amargo.

Al mismo tiempo, Eunkang dejó de moverse mientras respiraba con dificultad, ya sea porque se estaba cansando de cortarlos y comenzaba a debilitarse. Lee In apunto hacia abajo con su dedo manchado de sangre. Cuando una gota de sangre cayó sobre la frente de Eunkang, Eunkang se volvió y arrojó el cuchillo a la copa del árbol.

Lee In sostuvo el cuchillo, que fue arrojado violentamente hacia él, suavemente con una mano. Sosteniendo la hoja suavemente con las yemas de los dedos, giró la muñeca una vez. El cuchillo de Eunkang dio media vuelta en el aire y ahora estaba en manos de Lee In.

 

"Cariño, ¿de verdad quieres romper conmigo así?"

 

Eunkang lo ignoró por completo y se dio la vuelta. Lee In bajó del árbol, plegó las alas y caminó detrás de él hasta alcanzarlo. Eunkang seguía sin mirarlo, así que extendió su dedo manchado de sangre y lo agitó frente a él.

 

"¡Vaya!, si caminas con el veneno del espectro acumulado, podrías morir. Date prisa, chúpame la sangre, y si te excitas puedes usar mi pene como antes, Padre…"

 

Antes de que pudiera terminar sus palabras, su cuerpo fue arrojado hacia un árbol. El cuchillo de Eunkang tocó su barbilla. Lee In se enfrentó a Eunkang sin ningún signo de vergüenza.

 

"Solo dices estupideces, ¿verdad?"

 

Eunkang lo fulminó con la mirada y preguntó. La gota de sangre que acababa de caer le corría por la frente como una marca roja entre sus cejas. Lee In lo miró sin responder. La corriente de aire entre los dos era tan feroz que todos los espectros habían huido.

Incluso el más mínimo movimiento podría hacer que la hoja cortara debajo de su barbilla, pero Lee In acercó su cuerpo con una expresión que decía que no le importaba si le cortaban el cuello. Fue, al contrario, Eunkang dio medio paso atrás. Guardó el cuchillo de inmediato y en su lugar agarró a Lee In por el cuello con el puño.

 

"Ya sea que el veneno de los espectros se ha acumulado en mi cuerpo, o que seamos compañeros, todas han sido tus mentiras"

"¿Qué?"

 

Los ojos de Lee In se entrecerraron. Eunkang le dio fuerza a la mano que le apretaba el cuello. Incluso en medio de eso, era consciente de que los músculos pectorales tensos de Lee In estaban en contacto con su cuerpo.

 

"¿No han sido todas mentiras? ¿Cómo te atreves a mentirle a un sacerdote? ¿Quieres morir?”

"De qué estás hablando. ¿Lo has sentido en tu propio cuerpo, por qué sujetas así a una persona inocente?"

 

La voz de Lee In era tan ligera como de costumbre, pero no su rostro. Un deseo inexpresivo fluyó desde las pupilas que brillaban en la oscuridad. Sacó la lengua y lamió ligeramente la frente manchada de sangre de Eunkang. Eunkang se estremeció, pero no soltó su cuello.

 

"¿Te fastidia tanto que tu cuerpo se sienta más liviano? ¿No te sientes tan bien que podrías volar? Entonces, ¿por qué estas tan enojado ahora?"

 

Eunkang no podía negarlo. Era cierto que después de mezclarse con él y chupar sangre, su cuerpo se volvió mucho más liviano. No, como dijo Lee In, estaba en mejores condiciones de lo habitual, por lo que poda sentir que casi podría volar.

Mordiéndose los labios, soltó el cuello de Lee In. El problema no era su condición física. Eunkang dio media vuelta y empezó a caminar. La barrera que se había colocado para que la gente no pudiera ver el desastre fue levantada. Naturalmente, los transeúntes pudieron verlos. Algunos los miraron a los dos de soslayo.

 

“Un sacerdote que codicia el placer. Solo eso es suficiente para excomulgarme"

“¡Caray!, eres demasiado frustrante, sacerdote. No es eso. Tu maestro probablemente te hubiera dicho que no trataras tu cuerpo de manera imprudente. Así que cariño, no codiciabas placer, solo te cuidabas a ti mismo"

 

Eunkang no respondió, pero Lee In pudo leer lo que quería decir en su gesto hosco. Era una expresión de "No quiero escuchar tu mierda". Caminó hacia atrás frente a Eunkang, e hizo gestos con sus manos de un lado a otro.

 

“Entonces, para decirlo simplemente, ¿sería como haberte puesto una inyección…? Fue una inyección algo intensa pero, de todos modos, podemos llamarlo así"

 

Después de eso, Lee In derramó sofismas durante mucho tiempo. Eunkang no estaba codiciando placer para sí mismo, solo fue una unión sexual con propósitos médicos, ¡fue solo una vez! ¡qué tiene! ¡si nadie lo sabe entonces no pasa nada! ¿A quién le importa? Siguió hablando apasionadamente sin importarle si la gente los veía o no, pero cuando Eunkang dejó de caminar, él también se detuvo. El lugar se llenó de silencio.

La farola proyecto su luz esférica y tiño de amarillo los hombros negros de Eunkang. Los ojos que miraban a Lee In todavía se veían sombríos y lascivos, pero hoy, a diferencia de lo habitual, había tristeza.

 

"¿No sientes pena por mí?"

 

Ante las palabras de Eunkang, Lee In se puso rígido. Quería saber a dónde iban todas las palabras que pronunciaba con voz temblorosa, miró a Eunkang con la boca abierta, arqueó las cejas y luego volvió a cerrar la boca. Eunkang pasó junto a él.

 

"No me sigas"

"¿Adónde vas?"

 

Lee In a duras penas pudo decir esas palabras. Sin embargo, la respuesta que le dio le impidió seguirlo.

 

"Haré una confesión"

 

La luz de la luna siguió a la espalda de Eunkang. Lee In se apresuró a seguirlo un momento después. Pisó su larga sombra y se detuvo. No quería ser echado a patadas de nuevo por acercarse mucho.

Se quedó quieto, apoyándose en una pierna, miro una vez la espalda de Eunkang que se hacía más pequeña conforme se alejaba y luego una vez al cielo todavía oscuro.

 

"Debes estar muy sorprendido, Padre. No me importaría dejarte solo por un tiempo, pero..."

 

Se quedó allí hasta que Eunkang desapareció por completo. Y cuando no hubo gente, extendió sus alas negras y voló sobre el edificio.

 

* * *

 

La confesión será pronto. Será doloroso hablar, pero será solo por un momento y se sentirá mejor después de que termine. Lo sabe porque ya lo ha hecho cientos o incluso miles de veces, pero Eunkang esta vez no podría decirlo todo.

‘Hice algo que no debería haber hecho. Incluso lo disfruté’

‘¡Tuve sexo con un demonio bastardo!’

‘El demonio puso su cosa parecida a una vara en mi trasero y la sacudió salvajemente... Me volví loco y gemí como una prostituta, Señor…’

‘Durante el sexo con el demonio, eyaculé tres o cuatro veces. ¡Vamos!, me duele como si mi trasero se fuera a romper, pero no puedo olvidar lo que hice.’

Tan pronto como le vino a la mente el rostro inexpresivo de Lee In, negó con la cabeza y se persignó. Le temblaban los hombros. El Señor es misericordioso, pero esta vez parecía realmente imposible, recibir su perdón. Además, ¿cómo puedo confesarle eso a otro sacerdote?

 

"¿Qué estás haciendo?"

 

Una monja salió del interior de la iglesia y miró a Eunkang. Eunkang, que estaba de pie en la entrada, se dio la vuelta y montó la motocicleta estacionada en el patio delantero de la iglesia. Antes de que la monja pudiera decir algo, puso en marcha la motocicleta y se alejó.

El sol estaba claro. El clima era perfecto para un día de otoño. Y con este buen tiempo, Eunkang recordó los acontecimientos de la noche anterior mientras conducía por la carretera.

Pensar en las alas negras aleteando detrás de su espalda todo el tiempo durante el sexo le puso la piel de gallina. Cuando recordó que su pene estuvo atrapado entre sus piernas, le dieron más escalofríos. Y la parte inferior de su abdomen se contrajo de forma extraña.

Lee In vestido de negro era absolutamente sexy. Si no fuera un sacerdote, si hubiera pensado en tener sexo con un hombre, Eunkang naturalmente también habría sentido muchos deseos sexuales al ver su cuerpo.

 

"Hah…"

 

Suspiró. No sabía que sería así. Se convirtió en exorcista y paso por todo tipo de cosas raras, pero sintió que nunca podría olvidar la sensación que le atravesó el estómago y le hizo sentir un cosquilleo en la columna y la cabeza.

Eunkang, que se detuvo ante la señal, se frotó las caderas. Su trasero todavía estaba adolorido. ¿Cómo diablos la gente de este mundo hace eso? No hacen eso todos los días, ¿verdad? El dolor es dolor, pero cuando piensa en esa sensación de desmayo...

Eunkang se lamió los labios con la lengua sin darse cuenta. Había un extraño deseo similar a cuando ansiaba sangre, no, incomparable con él. Todo su cuerpo le hacía cosquillas y le molestaba como si estuviera exaltado.

Sintiendo una mirada desconocida, miró a un lado. Un hombre parado al lado de la carretera lo estaba mirando.

Ahora estaba acostumbrado a esta mirada. Antes de comenzar a prepararse para el seminario, es decir, cuando era muy joven, Eunkang no sabía por qué la gente lo miraba así. Cada vez que recibe esa mirada, le queda una sensación persistente muy desagradable como remantemente, así que solo puede definir esa sensación como "mala".

Y después de comenzar a usar sotana, la curiosidad en esas miradas aumentó. Mientras caminaba por la calle, hombres o mujeres siempre lo miraban así. Cuando esas personas hacían contacto visual con Eunkang, tímidamente evitaban su mirada. Pero hoy, este hombre particular lo siguió mirando fijamente. Hasta el punto de sentirse desagradable.

Incluso si Eunkang, era despistado, sabía lo que significaba esa mirada. Era deseo. Es lo mismo que sintió la noche anterior. Al igual que anoche, cuando su cuerpo deseo a Lee In.

La gente común reconocería la mirada de rechazo de Eunkang y rápidamente apartarían los ojos cuando lo miraran con los ojos bien abiertos. Pero no este hombre. Fue suficiente para que la nuca de Eunkang sintiera escalofríos y se le pusiera la piel de gallina.

‘Es como si viera un sacerdote por primera vez…’

Se frotó la nuca incomodo y volvió a apretar el embrague de la motocicleta. El semáforo cambió y los coches delante y junto a él empezaron a moverse. Eunkang también se movió.

En ese momento, el hombre que estaba parado al costado de la carretera saltó repentinamente. El coche de delante giró rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Se escuchó el sonido de un de un claxon y un freno seguido por el sonido de un choque. Fue a menos de 10 metros de Eunkang.

Sentado en la motocicleta, Eunkang levantó la cabeza. El cuerpo del hombre flotaba en el aire. Su rostro y sus ojos se encontraron. Se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo.

El hombre voló unos metros y cayó de cabeza al suelo. Los transeúntes gritaron cuando vieron a un hombre ser arrojado como un trozo de carne. Eunkang también se sorprendió y miró hacia el hombre que estaba lejos. Una cara extrañamente torcida estaba mirando hacia Eunkang.

'Me… ¿Está viendo?'

No fue una ilusión que sus ojos se encontraran en el aire. Incluso parecía que las comisuras de sus labios se habían levantado extrañamente.

La mano que sostenía el embrague estaba sudorosa. Le picaba como si un insecto se estuviera arrastrando dentro de su collar romano. Sentía como si alguien le estuviera susurrando al oído. Pudo escuchar el crujir de los dientes del demonio mientras parecía que se reía.

Eunkang escapó apresuradamente a través del caos. Olvidó la idea de ayudar a los heridos y se escapó a toda velocidad.

Solo después de entrar en un callejón deshabitado, Eunkang detuvo su motocicleta. Tan pronto como se quitó el casco, inclinó la cabeza contra la pared y vomitó.

 

“Uff, huh..."

 

Fue doloroso. La mirada de ese hombre permanecía como si se hubiera enterrado en su cuerpo. La mirada que le dio justo antes de que muriera no abandonó su mente.

‘¿Estaba poseído por un demonio?’

Si es así, existe la posibilidad de que el espectro haya sido transferido a otra persona después de la muerte del hombre. Tal vez debería volver. Sin embargo, Eunkang no tuvo el coraje. No era su comportamiento habitual.

Cuando estaba a punto de salir del callejón, de repente se detuvo ante un pensamiento. Se tapó la boca porque sintió que volvería a vomitar. Una persona murió justo en frente de él. Aun así, el propio Eunkang solo se estaba preguntando si se trataba de una posesión o no. El mismo se sintió como un monstruo.

Rápidamente encontró el rosario y lo envolvió en su mano. El olor a madera y la textura familiar de desgaste por el mucho contacto con sus manos le hicieron sentir un poco aliviado. Inmediatamente oró por el muerto. Y por su débil corazón 

‘Señor, ayúdame a no dejarme engañar. Golpéame para que no me acostumbre a cosas terribles’

Tardíamente, Eunkang regresó al lugar del accidente, pero no pudo encontrar al hombre porque ya lo habían ordenado todo. Solo quedaron manchas de sangre en el pavimento que enfriaron su nuca. Eunkang se dio la vuelta, tragándose la culpa.

 

* * *

 

La hermana Paula de vez en cuando le encargaba trabajos a Eunkang. Dado que originalmente era una autoridad en lo referido a exorcismos, hubo bastantes creyentes que acudieron a ella cuando sucedía algo extraño. Y la mayor parte del trabajo que se le confiaban los pasó a sacerdotes de exorcismo reales como Eunkang. Ella era una especie de intermediaria.

Tan pronto como entró en la habitación, la monja miró a Eunkang a los ojos y abrió la puerta del refrigerador después de indicarle, con una mirada, que se sentara.

 

"Te ves terrible, padre"

"¿Me veo así? Estoy un poco cansado"

 

Lo que le dijo la monja era cierto. Curiosamente, había pasado menos de un día de que rompiera con Lee In y ya se sentía cansado. Las palabras de Lee In de que el veneno de los espectros se acumula en su cuerpo tampoco parecían una mentira. Aun así, no quería creerlo. Significaría que tendría que volver a chuparle la sangre.

La hermana Paula le entregó a Eunkang una lata de Coca-Cola. Eunkang asintió con la cabeza y, tan pronto como abrió la lata, vació más de la mitad a la vez.

 

"Parece que no viniste con 'Esa persona' hoy"

 

Dijo la monja mirando por la ventana. Eunkang se secó los labios y respondió rápidamente.

 

"Sí. Hubo algunos problemas"

"¿Problemas?"

 

La monja, que se acercó de repente, lo miró sin sentarse. Aunque es baja, daba una sensación única de intimidación, por lo que Eunkang estaba nervioso por dentro.

 

"Sí, bueno … Quizás nos volvamos a ver pronto… De todos modos…"

 

Jaja, se rió fuerte y torpemente. Los ojos de la hermana Paula parecían preguntarle lo que sucedió anoche, por lo que evitó su mirada.

La monja se sentó frente a él y arrojó un sobre sobre la mesa. Eunkang lo abrió. Dentro había una foto de bodas de un hombre y una mujer.

 

"Son recién casados que han estado casados durante cinco meses. Ambos son creyentes. La pareja también es conocida por su fidelidad en la parroquia, pero escuché que su esposo ha estado actuando de manera extraña desde hace algún tiempo".

"¿Está poseído?"

"Quizás"

 

Eunkang miró la foto. La pareja de la foto parecía despreocupada. Se veía estándar y hermoso como si fuera a ser utilizado como muestra por una empresa de fotografía de bodas.

 

“La esposa dice que se quedará al lado de su marido, aunque esté en peligro, y que aguantará sin salir de casa. Si el exorcismo es difícil, por favor traiga a la esposa con usted"

 

Después de comprobar la dirección en el sobre, Eunkang se levantó del sofá. De repente, la sensación de impotencia desapareció y Eunkang volvió a su rostro enérgico habitual.

 

“Sí, no se preocupe. Los visitaré y realizaré el exorcismo limpiamente"

"¿No necesitara un sacerdote asistente?"

 

Ante la pregunta de la monja, Eunkang vaciló un momento mientras sostenía el sobre. Hasta ahora se ha hecho cargo de muchas tareas, pero Eunkang nunca había pedido un sacerdote asistente. Y la hermana Paula nunca le pidió que tomara uno.

 

"No. Estoy bien"

“No me siento bien esta vez. ¿Por qué no lo llevas? Pregúntale al monasterio y lo recibirás en poco tiempo"

 

Eunkang se rascó la nuca con torpeza. Claramente sabía lo que la parroquia de Seúl pensaba de él. Demente, hereje, loco o peor aún, vulgar. El tratamiento a los sacerdotes exorcistas era originalmente ese. Había tal vez un puñado de sacerdotes que realmente creían en lo que hacen y les ayudaban.

Por supuesto, la razón por la que Eunkang vaciló no fue solo porque él era considerado una espina en los ojos de la parroquia. Si el tipo que fuera contratado como sacerdote asistente llegase a decir tonterías, se le metería la cola de un espectro por la boca − aparentemente, esto era una broma demasiado fuerte para un novato − si no es así, entonces tendría que cerrar la boca inmediatamente después de comerse sus puños unas cuantas veces. También hubo tipos que derramaron lágrimas en el acto como si hubieran sido fuertemente humillados.

El problema sería cuando se realizara la ceremonia de exorcismo con el sacerdote asistente que fuese llevado allí. Si se asustase y huyera rápidamente, o se desmayara debido a la conmoción, Eunkang se metería en problemas. Si el espectro llegase incluso a poseer el cuerpo de un sacerdote asistente que está debilitado física y mentalmente, la cantidad de veces que tendría que usar sus puños se duplicaría.

Eunkang negó con la cabeza firmemente y sonrió.

 

"No, puedo hacerlo por mi cuenta. Vamos, hermana. ¿Qué es golpearlos una o dos veces?"

 

La hermana Paula chasqueó la lengua mientras miraba a Eunkang sonriendo.

 

“Bueno, si ese es el caso, entiendo. Y lo que pediste el otro día, tómalo"

"¿Perdón? ¿Qué cosa?"

 

Después de soltar el cigarrillo, la hermana rebuscó en el desordenado escritorio durante un rato, luego sacó una caja de entre los muchos libros y basura y se la ofreció a Eunkang. Cuando Eunkang abrió la caja, vio un montón cadenas de aspecto muy antiguo.

“La cadena de Francisco. Se sabe que se usó para exterminar al demonio Rahab. No importa cuánto poder del infierno posean, no podrán contra esto"

 

Parecía una cadena ordinaria, pero pudo sentir un poder extraño que solo los miembros de la iglesia podían sentir. Eunkang volvió a poner la cadena en la caja e inclinó la cabeza. 

 

"Gracias hermana"

"Y padre"

"¿Sí?"

 

La hermana Paula encendió el cigarrillo, tomó una larga calada y la exhaló.

 

"Tenga cuidado de no causar su enojo"

 

Eunkang se quedó perplejo por un momento por sus serias palabras, pero pronto volvió a sonreír con torpeza.

 

"Bueno, ¿no es mi especialidad ganarme la ira de las cosas no humanas?" 

 

Una extraña preocupación brilló en el rostro de la monja, pero Eunkang se dio la vuelta, fingiendo no verla.

Sosteniendo la caja en sus brazos, Eunkang miró a su alrededor para ver si había alguien, si había una presencia que se acercara, o si había alas negras batiendo. Pero los alrededores estaban tan silenciosos como la muerte. Ni siquiera había espectros.

¿Apenas han pasado unas cuantas horas y ya está pensando en él? Eunkang continuó caminando, haciendo una mueca con sus gruesos labios rojos.

'No sé si este bien después de golpearle la nariz...’

Era gracioso que estuviera preocupado por la nariz del demonio bastardo, pero ni siquiera podía reír.

 

* * *

 

La casa en la que vivía la pareja era una pequeña villa en la provincia de Gyeonggi. Eunkang se vistió pulcramente y tocó el timbre.

 

"¿Hay alguien ahí?"

 

Después de un rato, no hubo ninguna señal, así que llamó a la puerta con el dorso de la mano. Examinó los alrededores de un vistazo.

La casa de la misma clase frente a ella había estado vacía durante mucho tiempo, viendo las facturas apiladas en el piso. Es una villa de 5 pisos de la más alta clase, y no hay iglesias ni catedrales alrededor, y los edificios están tan juntos que existe preocupación por la violación del derecho a acceso a la luz solar. En general, es una atmósfera espeluznante.

Después de esperar un rato, la puerta se abrió. Una mujer asustada apenas asomó los ojos por la rendija de la puerta y comprobó el aspecto de Eunkang.

 

“Vine aquí por recomendación de la hermana Paula. Soy el padre Kwon Eunkang Raphael”

 

Eunkang dio un paso atrás y sacó la cruz y un rosario para que la mujer no se asustara. La puerta se cerró, y luego un clic, clic, y varias cerraduras se soltaron una tras otra y luego volvió a abrir.

 

"Adelante"

 

Tan pronto como entró, el olor a carne podrida lo invadió. Era un olor común en lugares donde había personas poseídas. Eunkang se tapó la nariz y miró a su alrededor con ligereza. Las cortinas estaban cerradas para evitar que entre la luz y no había objetos sagrados a la vista. Y la energía sombría. Era la apariencia típica de una casa donde vivía una persona poseída.

 

"Bueno, ¿dónde está su marido?"

 

La mujer levantó la mano para señalar la habitación. Tenía una herida en la muñeca.

 

"Hace días que no sale de allí. Solo me amenaza cuando lo llamo... Y come vorazmente todo el día..."

 

La mujer ni siquiera pudo terminar de hablar antes de romper a llorar.

 

"No se preocupe. Déjeme hablar con él"

 

Eunkang, que dibujó una pequeña cruz con agua bendita en el umbral de la puerta, la miró una vez antes de entrar.

 

“Nunca entre, no importa lo que escuche. Es peligroso"

 

Al ver a la mujer asentir con la cabeza, Eunkang entró en la habitación. El hombre estaba agachado en la esquina de la cama. El piso estaba cubierto de restos de comida y estaba lleno de cosas rotas. En una esquina había una caja con una cruz y una estatua de la Virgen María. Después de respirar profundamente, Eunkang dejó su bolso en el suelo. Se persigno y empezó a rezar.

 

“Señor, escucha mi oración. Frente a la guarida del mal, te invoco"

"¿Padre…?"

 

El hombre levantó la cabeza, que había estado enterrada entre sus rodillas. Sus ojos estaban hundidos y sus mejillas eran delgadas, por lo que parecía una persona completamente diferente a la de la foto. Eunkang cerró los ojos para no escuchar su voz.

 

“Busco tu verdad y tu justicia resplandeciente…"

"Padre, por favor salva a mi esposa"

 

Eunkang dejó de rezar y abrió los ojos. El rostro del hombre, con lágrimas en los ojos, parecía demasiado desesperado para ser una persona poseída. Sin embargo, el demonio aparece en formas inesperadas. No debe dejarse engañar.

 

"Por favor dame una respuesta. Ten piedad de los que comparecen ante el  juicio..."

"¿No está aquí por recomendación de la hermana Paula? Escuche mi historia. Padre, por favor..."

 

Eunkang se acercó a la cama. Acercó la cruz hasta tocarlo, pero el hombre no se escapó. Más bien, agarró la mano de Eunkang con ambas manos.

 

"Por favor escúcheme. Padre, es culpa mía que mi esposa se haya vuelto así. Yo… No recuerdo algunos días…"

 

Eunkang dejó de rezar y miró hacia abajo. El anillo del rosario en su dedo tocó la palma de la mano del hombre que lo estaba sosteniendo.

‘Incluso cuando el objeto sagrado lo toca... ¿No hay reacción?’

Levantó la cara de nuevo. El hombre que estaba derramando lágrimas, no parecía alguien poseído. Eunkang sintió un terrible dolor de cabeza y cerró los ojos por un momento antes de abrirlos.

 

“Por favor, padre…"

 

Levantó con cuidado la cruz y la llevó a la frente del hombre. La cruz le tocó la frente, pero el hombre no mostró signos de angustia. Su piel también estaba bien. Los ojos de Eunkang parpadearon en confusión.

El joven hombre, no queriendo perder la oportunidad, agarro con fuerza su mano y se la llevó al pecho. Eunkang se sobresaltó y trató de apartarlo, pero sintió algo debajo de su ropa y se puso rígido. Parecía un collar. El hombre soltó la mano de Eunkang, sacó lo que colgaba de su cuello y se lo mostró. Era una cruz. Señaló la caja que contenía los objetos sagrados. 

 

“Mi esposa los juntó para quemarlos. Algunos de ellos estaban rotos, pero no sabría decir si los rompí cuando estaba loco o si mi esposa lo hizo..."

 

Eunkang miró de cerca la cruz que colgaba de su cuello. Su cautela había comenzado a disminuir.

 

"¿Cómo conoces a la hermana Paula?"

“No tuve memoria durante unos días, y cuando desperté, mi esposa estaba extraña. Había un registro de hablar y enviar mensajes a la hermana Paula en el teléfono celular de mi esposa, así que traté de contactarla, pero ella me encerró aquí"

 

Eunkang lo miró a la cara con menos sospecha en sus ojos. Sin embargo, nunca antes había visto a una persona poseída que estuviera intacta incluso con una cruz colgando de su cuello. De repente recordó como Lee In había besado la cruz, pero sacudió la cabeza para despejarse.

 

"¿Realmente no tienes ningún recuerdo?"

"Sí…"

 

El hombre asintió con la cabeza. Eunkang suspiró un poco, se levantó y rebuscó en su bolso.

‘¿Se habrá trasladado el espectro?’

Muy raramente se daba ese caso. Cuando el espectro que posee a uno de los novios se transfiere al otro. Los dos estaban tan enamorados que eran como un solo cuerpo, por lo que incluso los espectros podían confundirlos y pensar que son la misma persona. Recordó que en su foto de boda se veían muy felices a simple vista.

 

"Espere aquí un momento"

 

Eunkang envolvió el rosario en su puño y salió. Desafortunadamente, la esposa no estaba a la vista.

El silencio era sofocante. Eunkang odiaba muchísimo este momento. No, en realidad odiaba cada momento en que peleaba con la persona poseída. Cuando se trata de enfrentarse a algo que no es ni humano ni fantasma, a veces incluso se confundía sobre lo que era.

Escuchó y miró a su alrededor. Sus nervios estaban a flor de piel buscando a la esposa que acababa de salir. Dio un paso a la vez y miró hacia la oscuridad.

Sintió una presencia y se dio la vuelta. La mujer que había sido golpeada por Eunkang antes corrió hacia él. Sus pupilas eran rojas. Eunkang, reflexivamente, extendió la mano que sostenía el rosario frente a él. Tan pronto como el rosario tocó su estómago, la mujer gritó. El humo se elevó como si su cuerpo se estuviera quemando.

 

"¿Qué está pasando?"

 

Un hombre salió de la habitación. Tan pronto como el aspecto dolorido de su esposa se acercó con cara de confusión. Eunkang extendió la otra mano, diciéndole que no se acercara.

 

"¡Vaya adentro!"

"Cariño, ¡duele tanto… dile que se detenga…!"

 

La mujer lloró como una niña. El hombre no pudo soportarlo más, se acercó y trato de alejar a Eunkang de ella. El agarre era fuerte.

 

"Deténgase. ¿No ve que la lastima?"

"Cálmese. Esa no es su esposa. Apenas ha tocado el rosario, si fuera una persona esto no le causaría dolor alguno"

 

El fuerte apretón de su mano se suavizó un poco. El hombre miró el humo que se elevaba del cuerpo de su esposa y la mano de Eunkang que, envuelta por el rosario, tocaba su estómago. Su confusión no se borró.

 

"Pero…"

 

Eunkang fue paciente y respiró hondo, tratando de no gritarle a este infeliz esposo.

 

"Por favor vaya adentro. Su esposa estará bien. Esta no es su esposa, es un demonio"

 

Solo entonces los ojos del hombre se volvieron un poco más firmes. Eunkang se sintió un poco aliviado. Vio al hombre soltar los puños que mantenía apretados, y entrar obedientemente a la habitación como se le ordenó.

 

"Cariño, ¿qué pasa si nuestro bebé se lastima…? "

 

Pero el espectro era el problema. Esta vez es lo peor de lo peor. Como era de esperar, tan pronto como escuchó las palabras del demonio, la expresión del hombre cambió.

 

"Oh, mierda"

 

Eunkang, quien escupió malas palabras, evitó el puño que voló con una expresión como si estuviera a punto de llorar. Tan pronto como Eunkang lo soltó, el ser poseído que a duras penas había podido atrapar, se pegó al techo como una araña.

El hombre casi puso los ojos en blanco y corrió hacia Eunkang. Eunkang esquivó yendo de un lado a otro y se agachó, conteniendo la creciente ira.

 

"Todo sobre el bebé es una mentira. Por favor, contrólese..."

 

Sería molesto explicárselo ahora. Todo era simplemente molesto. El desgano prevaleció sobre la ira. Incluso la risa del diablo colgando del techo y riendo tontamente, y el tener que neutralizar, sin lastimar, a un hombre que se lanza al ataque imprudentemente.

Sus puños fueron y vinieron unas cuantas veces. Eunkang aguantó todo lo posible para no golpearlo. Las heridas infligidas con objetos sagrados a una persona poseída se curarán tan pronto como termine el exorcismo, pero este hombre no estaba poseído. En este caso, si comete un error, podría enfrentar una demanda. Odiaba los trabajos que le daban dolor de cabeza.

Mientras esquivaba hábilmente su puño, el hombre de repente inclinó la cabeza hacia atrás e hizo un ruido extraño. Al mismo tiempo, la mujer pegada al techo se derrumbó y cayó sobre el sofá. El hombre se rascó el cuello como si le doliera, y pronto un collar con una cruz cayó frente a él. Los ojos de Eunkang se entrecerraron.

 

"¿Tú, acabas de transferirte justo ahora?"

 

Venas negras corrían horriblemente por el rostro del hombre. Eunkang respiró hondo, soltó el rosario una vez y volvió a envolverlo con fuerza alrededor de su mano. La punta de la cruz sobresalía de entre sus nudillos, justo en medio de su puño.

 

“Vaya, crees que es conveniente y agradable tener una puerta de transferencia, pero ¿en verdad es conveniente?”

 

El rostro doliente del hombre regresó a la normalidad. Los ojos rojos eran sin lugar a duda, los de un ser poseído. Eunkang lo miró y sonrió. La locura que había estado reprimiendo se reveló en su rostro. Si no fuera por el color de sus ojos, sería difícil identificar quien es el que está poseído.

 

"Es mucho más fácil lidiar con oponentes que han entrado en el cuerpo de un hombre”

 

Solo había una razón. Porque podía golpearlo a voluntad sin sentirse incómodo.

Tan pronto como lo golpeó con el puño envuelto en el rosario el hombre gritó haciendo un sonido terrible. Eunkang se subió encima de él y lo golpeó salvajemente.

El espíritu debajo de él escupió humo de su cara, emitiendo un olor fétido. Quería terminarlo lentamente, así que iba a recitar una oración, pero de repente la cabeza de Eunkang comenzó a dar vueltas y se sintió mareado.

Cuando trató de arreglar su postura, la parte superior de su cuerpo no escuchó y se inclinó hacia un lado. Su cuerpo se sentía extraño. No, era una fatiga familiar. Siempre sentía ese tipo de fatiga antes de comenzar a beber la sangre de Lee In.

‘Es porque se ha acumulado el veneno de los espectros‘

Recordó tarde lo que Lee In había dicho. ¿Por qué en un momento como ese? Exprimió el resto de sus fuerzas y agarró el rosario. Trató de llamar a la mujer que estaba inconsciente en el sofá, pero su voz no salió. Si la deja así, un demonio en la forma de su marido le hará daño. Debe salvarla.

 

"Huya…"

 

El comandante le sonrió como si estuviera encantado. Con dolor de cabeza, Eunkang simplemente perdió el conocimiento.

 

* * *

 

Después de que perdiera a su madre cuando era joven, Eunkang creció en una iglesia. Desde muy joven había visto y se había criado con monjas y sacerdotes, por lo que nunca se planteó tener otro trabajo.

Así que no tenía idea de lo que pensaría su madre fallecida de su elección. De hecho, ni siquiera tenía curiosidad. La nostalgia es algo que solo se puede sentir cuando hay muchos recuerdos que se quedaron atrás.

La vida de un sacerdote era así. Recordando en lugar de extrañar, apasionado en lugar de obsesionado, solidario en lugar de afectuoso.

Siempre estuvo solo, incluso cuando derrotaba a los espectros, y siempre seguirá estando solo.

Solo había algo que le daba curiosidad. ¿Cómo se siente el amor de pareja que te hace sentir como si fueran un solo cuerpo?

¿Cómo diablos tienes que amar para que hasta el demonio confunda los dos cuerpos? Fue un sentimiento difícil de comprender para él, quien tuvo que terminar su vida solo como siervo del Señor.

 

"¿Está consciente?"

 

Tan pronto como abrió los ojos, vio el rostro del esposo poseído y se sorprendió. El esposo levantó las palmas de la mano hacia adelante para decirle que se calmara. Junto a él estaba su esposa. Detrás de ellos había una cruz que colgaba correctamente de la pared. Las cortinas también estaban corridas, permitiendo que entrara la luz.

Eunkang rápidamente tocó su mano. Se sintió aliviado al sentir el rosario que había envuelto en su mano antes de quedar inconsciente.

 

"Qué…"

 

Eunkang se obligó a levantar la parte superior del cuerpo. Todavía tenía un fuerte dolor de cabeza. La pareja ayudó a Eunkang a levantarse. No bajó la guardia, pero ninguno de los dos parecía poseído. No había olor a carne podrida y el hombre estaba usando un collar con una cruz alrededor de su cuello nuevamente.

 

"¿Estás bien, padre?"

"¿Qué pasó?"

"Nosotros tampoco lo sabemos. Cuando recobré el sentido, el sacerdote se había desmayado y mi esposa había recuperado la conciencia de nuevo. ¿No lo resolvió usted, padre?”

 

Eunkang se levantó de un salto del sofá. Se acercó a la ventana y miró hacia afuera, pero los alrededores estaban en silencio.

 

"Quizás ¿entró alguien además de mí?"

 

Se dio la vuelta y preguntó, pero la pareja negó con la cabeza como si no supieran lo que había pasado.

Incluso después de despedirse de la pareja y marcharse, Eunkang siguió mirando a su alrededor. En particular, miró detenidamente los edificios y los árboles, pero no pudo encontrar nada.

Eunkang sabía quién lo salvó. No había forma de que no lo supiera. Solo hay una persona que sabe dónde estaba, y solo hay una persona que conoce que puede lidiar con un ser poseído tan fácilmente.

 

"¿Dónde te escondes…?"

 

Bueno, le dijo que no lo siguiera, una sola vez, y realmente no lo siguió, eso significa que escucha bien. Así que ni siquiera pudo maldecirlo.

Eunkang sacó su teléfono celular para comunicarse con la hermana Paula. Después de enviar el mensaje de que el exorcismo había terminado, arregló su bolso con orgullo.

Al salir a la carretera principal, vio algo al otro lado y se detuvo. Alguien lo estaba mirando

Al parecer, era el hombre que vio en la carretera en ese momento, el que fue atropellado por un automóvil mientras lo miraba.

No estaba muerto. Se vio sofocado por un sentimiento de miedo y terror. La luz del sol lo mareaba. Justo antes de que colapsara de nuevo, alguien abrazó el cuerpo de Eunkang por detrás.

 

"Shh"

 

Eunkang respiró hondo. Sabiendo quién estaba detrás de él, no pudo rechazarlo de inmediato.

Lee In murmuró algo en un idioma que Eunkang no podía entender, extendió sus alas y las envolvió alrededor de su cuerpo.

La luz se apagó en un instante. Los sonidos circundantes desaparecieron. ¿Originalmente las alas de Lee In eran tan detalladas? Era como si estuvieran ocupando una cueva secreta.

Lee In no dijo nada. Ni siquiera mostró su rostro. Solo podía sentir su pecho tocando su espalda moviéndose hacia arriba y hacia abajo con su respiración como un ser humano. Sin saberlo, Eunkang emparejó el ritmo de su respiración con el de él.

¿Qué hacías, acabas de llegar?  ¿Estás bien con que te golpeen en la nariz? Antes… ¿Me salvaste?  

Hay muchas palabras que le vienen a la mente, pero no puede sacarlas de inmediato debido a la atmósfera.

Eunkang no estaba acostumbrado a sentir la temperatura corporal de otras personas a sus espaldas. No estaba acostumbrado a que alguien así lo protegiera. Además, ni siquiera es un ser humano.

Desde que fue ordenado sacerdote, no, mucho antes de eso, ha estado solo desde la infancia, la cual ni siquiera puede recordar.

No importa lo malo y difícil que fuera, era natural para él estar solo. ¿No es eso parte del trabajo de un sacerdote? No hay subordinado que haga el trabajo sucio, ni un amante con quien compartir su corazón.

Y Eunkang sabía que este ser detrás de él no podía ser ni su subordinado ni su amante.

Aun así, la oscuridad que le dio era reconfortante. Era bastante tentador.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Las alas oscuras se levantaron lentamente. Eunkang dejó escapar la respiración que había estado conteniendo. Sintió que su cara se ponía roja. El hombre del otro lado de la calle se había ido.

Se dio la vuelta y trató de mirar el rostro de Lee In, pero dio un gran paso hacia atrás y voló. Lamentó que la temperatura corporal hubiera desaparecido.

Lee In estaba en lo alto de un edificio comercial de dos pisos. El dobladillo del abrigo largo se balanceó una vez cuando sopló el viento. Llevaba una camisa negra, pantalón negro y una gabardina negra como ayer. El negro que contrastaba con su pálida piel blanca le combinaba asombrosamente bien sin importar cómo lo mirara.

Levantó la cabeza y lo miró fijamente. Se veía tan serio que era difícil pensar en él como el tipo que coqueteaba con el todo el tiempo.

 

"Oye, te ves como el rey de las moscas parado así tratando de lucir genial"

 

Conoces a Beelzebub, ¿verdad? El rey de la mierda. Oh, ¿de verdad eres esa persona? Dijo cosas sin sentido una y otra vez, pero Lee In todavía no dijo una palabra. Se sintió avergonzado y mantuvo la boca cerrada.

Eunkang no sabía cómo tratarlo. Siempre había sido optimista frente a él, sus acciones hablaban más que sus palabras, ¿por qué no dijo ni una palabra hoy?

De hecho, se alegró de ver a Lee In. Apenas han estado separados unos días.

 

"Rafael"

 

Lee In pronunció su nombre de bautismo. ¿Alguna vez lo escucho llamarlo por su nombre de bautismo con su voz verdadera? Debido a su tono bajo y claro, era más apropiado decir que era una voz que se escuchó desde un lugar diferente a esta tierra, en vez de algo de satanás.

Eunkang estaba un poco avergonzado, así que se humedeció los labios con la lengua. La mirada de Lee In recorrió sus labios. Sintió como si sus ojos se tragaran sus labios, así que tragó saliva seca.

Sus ojos se agrandaron y su boca se abrió de nuevo. Esta vez, Eunkang miró sus delgados y rectos labios. ¿Por qué estás tan raro y dudas tanto? Este niño.

En lugar de continuar, Lee In se acercó a él. Sin un momento de escapatoria, tiró de Eunkang. Esta vez, en lugar de alas, el dobladillo de una gabardina negra lo envolvía. Justo al lado, se escuchó el sonido de algo rompiéndose.

Cuando miré hacia arriba, vio la cara de Lee In. Con una diferencia de menos de un palmo de distancia, tuvo que inclinar un poco la cabeza hacia atrás cuando se acercaba. Lee In también pareció un poco sorprendido. No había alegría en los ojos delgados.

Eunkang lo soltó, tosió y se alejó. Se giró hacia un lado. Una maceta cayó y se rompió justo donde había estado. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera quedado quieto… Se le puso la piel de gallina. Lee In lo salvó.

 

“Continuaré siguiéndote. Más severamente"

“… ¿Qué?"

 

Eunkang se frotó el brazo tembloroso y le preguntó. Lee In no respondió, pero no fue difícil adivinar lo que quiso decir. Significa que los demonios, o seres desconocidos, lo seguirían. No era nada sorprendente. Porque vivió así incluso antes de conocer a Lee In.

Cuando miró hacia arriba, las nubes habían llenado el cielo antes de que se diera cuenta. Hasta hace un momento, era difícil pensar en un cielo despejado.

Él extendió sus alas de nuevo y voló hacia arriba. Esta vez, en lugar de sentarse en el techo del edificio, se alejó. Eunkang miró hacia el cielo hasta que no se pudieron ver sus enormes alas.

 

* * *

 

Ha llegado una nueva pistola de la Santa Sede. Esta pistola, que es una Desert Eagle L6 modificada, tiene un mejor rendimiento y es más pesada que la anterior, por lo que a Eunkang realmente le gustó. La forma era desigual y aterradora, por lo que era perfecto para matar demonios.

Durante varios días, Eunkang estuvo ocupado empuñando su nueva arma. Se ocupó del trabajo que la hermana Paula le había confiado y estaba deliberadamente ocupado yendo a lugares conocidos por ser particularmente lúgubres.

Seguía siendo violento con los espectros. No, fue aún más retorcido. Los cortó, les disparó y ensartó con diligencia. No importa cuánto pelearan, no hubo fin. Originalmente era una batalla sin fin.

Incluso si se deshacía de ellos frente a sus ojos, no se sentía feliz. Incluso cortarlos no se sentía tan genial como antes. Sin saber con qué llenar el vacío que lo abatía, Eunkang se volvió más salvaje.

Ese día también, Eunkang, que se ocupó de todos y cada una de los tipos que se acercaron a él como insectos, sintió la fuerte necesidad de ir a un baño público y sumergirse en agua caliente. Todo su cuerpo estaba adolorido e incómodo. Parecía como si la fatiga se hubiera acumulado hasta la punta de sus uñas.

Tomando bruscamente su arma y cargando su bolso, buscó un baño público cercano con su teléfono celular. Agitaba su teléfono de un lado a otro porque el GPS estaba malogrado y la ubicación no se podía determinar correctamente.

 

"Qué carajos, no puedo encontrar el camino si no conozco la dirección…"

 

Con sus labios rojos brillantes apretados por la insatisfacción, Eunkang soltó todo tipo de palabrotas haciendo muecas mientras miraba el GPS que aún no podía captar nada. Pensó que debería rendirse y simplemente ir a un hostal con bañera, pero una figura oscura salió del edificio que estaba justo al lado.

Respiró hondo, sacó la pistola que tenía en su bolso, le quito el seguro y la recargo con un clic familiar.

 

"Hah… Déjenme salir del trabajo, bastardos"

 

Mientras le apuntaba con brusquedad con el arma que tenía la mano, el espectro parecido a una bestia emitió un sonido chirriante con sus ojos rojos brillando.

 

"Sacerdote, he visto a ese bastardo siguiéndote"

 

Eunkang, que estaba a punto de disparar, dejó de moverse. Una sombra se extendió desde donde estaba el espectro y fluyó como agua negra. Se detuvo justo frente a los pies de Eunkang. Eunkang apuntó con la pistola y miró al espectro con ojos penetrantes.

 

"Cuando murió tu madre, ese bastardo estaba a tu lado"

 

Eunkang frunció el ceño violentamente.

 

"Sabes que tu madre murió tratando de salvarte de nosotros"

 

Eunkang no respondió a las palabras del espectro. El sacerdote que se llevó al joven Eunkang no le habló profundamente sobre la muerte de su madre, así que supuso que habría una historia detrás. Esas palabras podrían ser un gran pedazo de mierda. Porque los espíritus malignos mienten cada vez que abren la boca.

 

"Y ese bastardo vio morir a tu madre"

 

La oscuridad que se arrastraba no podía alcanzar a Eunkang y solo se cernía a su alrededor. Eunkang, que lo había estado mirando fijamente todo el tiempo, soltó una risa falsa.

 

"¿Y qué?"

 

La creciente oscuridad se detuvo de repente. El espectro puso los ojos rojos en blanco. Parecía perplejo.

 

"¿Qué?"

“¿Por qué estás tan obsesionado con mi madre? ¿Parezco un hijito de mamá? Sigues mencionando a mi madre y a ese bastardo, ¿no te cansas?"

 

El comandante estaba nervioso mientras movía sus repugnantes piernas de un lado a otro.

 

"Oh, en…entonces, ¿no extrañas a tu mamá?"

"Oye, han pasado años desde que falleció. ¿No sería raro que siguiera mencionándola una y otra vez? Ya soy un adulto, mierda"

 

Eunkang giró el tambor de la pistola que estaba sosteniendo, tres o cuatro veces. Después de tronar el cuello inclinándolo a izquierda y derecha, se pudo notar lo relajado que estaba.

 

"Y, por cierto, el hecho de que ese bastardo haya 'observado' a mi madre no significa que la haya lastimado ¿cierto?"

 

El espectro no respondió. Los labios de Eunkang se torcieron.

 

"No sé si lo que dijiste es cierto o mentira, pero gracias por hacérmelo saber. Adiós"

"¡Es… espera!"

 

Antes de que el espectro pudiera decir algo más, Eunkang apuntó y disparó rápidamente la pistola que estaba girando. Las paredes se mancharon de negro, pero rápidamente se limpió. La oscuridad que flotaba a los pies de Eunkang también se había borrado.

Después de volver a guardar la pistola, Eunkang volvió a sacar su teléfono celular, pero se detuvo por un dolor de cabeza que le hizo temblar las sienes. Respiró hondo y luego siguió adelante.

 

* * *

 

Al final, sin poder encontrar la dirección correcta, Eunkang se rindió en ir a un baño público y eligió un hostal cercano con bañera. Era un poco decepcionante tener que posponer el momento en que puede dejar que alguien profesional se encargue de masajear y limpiar su espalda después de un baño relajante. Sin embargo, considerando las diversas cosas que sucedían cuando ingresaba a un baño público, es posible que terminase más cansado, así que decidió considerarse afortunado.

De hecho, cada vez que iba a un baño público le ocurrían varios “incidentes desagradables”. Una vez, al ver las cicatrices en todo el cuerpo de Eunkang, un hombre comenzó a hacerle preguntas inútiles insistentemente. Qué cosas hacía, cómo se lastimó tanto, una interminable lluvia de preguntas que Eunkang descartó como simple palabrería porque era molesto.

‘Solo hago algunos mandados’

No era mentira. Los sacerdotes son los mensajeros del Señor. Sin embargo, la otra parte malinterpretó esa declaración. Gritó cosas como: Es por gente como tú que el país es así, los jóvenes deberían respetar las buenas costumbres de convivencia, mientras lo señalaba con el dedo censurándolo. Para silenciarlo Eunkang hundió su cabeza directamente en el agua fría un par de veces. Y fue expulsado por el gerente.

Y una vez más, un hombre estaba masturbándose mientras miraba a Eunkang. Eunkang que trataba de bañarse lo más silenciosamente que podía en una esquina, quedó tan sorprendido que puso su puño en la cara, el vientre y áreas importantes del hombre.

También fue expulsado por el gerente. Si el hombre hubiera denunciado el asalto, habría ido a la comisaría, pero no lo denunció porque sabía que era vergonzoso.

En cualquier caso, Eunkang consoló su decepción recordando esa desagradable situación. Afortunadamente, el hostal de hoy está bien insonorizado y tiene mucha agua caliente. Eunkang que se sumergió en la bañera, cerró los ojos con satisfacción.

Mientras disfrutaba de la sensación de relajar su cansancio, un pensamiento apareció de repente en su cabeza. Abrió los ojos que había cerrado.

‘¿Por qué el espectro trataba de sembrar discordia entre ese chico y yo?’

Hace un momento, el espectro lo dijo claramente. Lee In estaba allí cuando murió su madre.

No hay forma de que dijera eso, a menos que quisiera crear una brecha entre ellos. No es como si hubiera lastimado a su madre. Ahora que lo piensa, hubo una experiencia similar el otro día. El maestro, que parecía un hombre, le dijo que huyera de Lee In.

El sudor goteaba por la frente arrugada de Eunkang. Sostuvo su barbilla mientras pensaba, negó con la cabeza y se sumergió en la bañera. Originalmente los espectros siembran cizaña tan naturalmente como respirar.

Eunkang, que remojó su cuerpo hasta hartarse, se durmió solo al amanecer. Su sueño fue violento.

Luchaba contra espectros incluso en sus sueños. Mientras mostraba sus habilidades para maldecir tan abundantes como las de los espectros, alguien acarició su cabello.

Sorprendentemente, Eunkang se volvió dócil en ese momento. Sin mencionar que la mano que le revolvía el pelo era muy amable.

‘Rafael, perdona mi codicia’

Hace mucho tiempo, en días que ni siquiera podía recordar, él escucho esa voz. Al escuchar su nombre bautismal, que le era más familiar que el nombre Eunkang, su cuerpo se revolvió. Su garganta ardía.

‘Rafael, mi Rafael...’

Sufriendo por el calor febril, Eunkang se aferró a la temperatura corporal que se superponía a la suya. Se sentía confuso pero cálido.

La piel de otra persona tocó sus labios. Eunkang abrió la boca por reflejo al sentir el olor a sal y metal. Algo fluyó. Sacó la lengua y lo lamió vorazmente.

El acto de succionar y gimotear fue casi instintivo. Era como un bebé recién nacido en busca de leche. El apetito pertenecía al más sincero y bajo de todos los deseos. Así que Eunkang se sumergió infinitamente.

Cuando abrió los ojos, vio la nuca de Lee In. También vio una mandíbula recta. Incluso mientras jadeaba y chupaba sangre, Eunkang no podía decir si esto era un sueño o la realidad. Solo estaba lleno de pensamientos de querer chupar el líquido pastoso que goteaba hacia su boca.

Lee In le acarició el cabello mientras Eunkang hundía los labios en su nuca y devoraba sangre. Las puntas de sus dedos estaban frías. Eunkang se sintió aliviado y emocionado al mismo tiempo por su fría amabilidad. Incapaz de entrar en su boca, la sangre desbordante empapó el pecho de Eunkang por mucho tiempo.

Había un olor a humo en la parte inferior de la camisa negra. Olía como si algo se estuviera quemando, pero no lo molestó. Eunkang agarró su dobladillo tan fuerte como pudo. El sudor goteaba entre sus dedos.

'Está bien'

Una voz resonó en su mente. Su cuerpo estaba caliente, pero el lugar donde los dedos de Lee In lo tocaban estaba terriblemente frío. Quería dejarse llevar y al mismo tiempo quería huir. Todo tipo de contradicciones envolvieron a Eunkang.

Cuanto más mordía su nuca y chupaba su sangre, más extrañamente se le nublaba la mente hoy. Eunkang pronto se dio cuenta de que este sentimiento turbio que nublaba su mente era la tranquilidad. Nunca había descansado lo suficiente desde que se convirtió en sacerdote exorcista. No estaba acostumbrado a la tranquilidad. Más aún si se debe a otra persona.

A medida que el poder de succión del cuello se debilitaba gradualmente, Lee In le agarró la mano y le hizo soltar el dobladillo de su ropa. Eunkang se aferró al dobladillo de su ropa durante mucho tiempo. Cuando su cuerpo perdió su fuerza y se derrumbó, solo entonces pudo ver la cara de Lee In. Sus delgados ojos encontraron los suyos. El brillo en su limpia mirada no dejaba ver nada de su carácter juguetón. Su mirada era tan directa que Eunkang sintió como si lo estuviera alejando. Pero también era Lee In quien lo sostenía desde el borde del acantilado.

Volvió a cerrar los ojos al sentir una mano acariciando su cabello. Sintió el tacto de una colcha. Eunkang dejó escapar un pequeño suspiro. Se sintió gratamente aplastado por el cansancio y la fatiga. Podía sentir la mano larga de Lee In acariciando su rostro.

 

"Puedes dormir más"

 

Su voz sonaba como un hechizo. Incapaz de negarse, Eunkang se durmió.

Cuando se despertó por la mañana, no pudo ver a Lee In por ningún lado. Sin embargo, la ventana estaba abierta, el fresco olor del amanecer llenaba la habitación, y una pluma negra había caído debajo de la ventana.

Eunkang tomó la pluma. Era rígido y grande como el de un ave de presa negra. La sostuvo en su mano, la miró por un rato y luego la dejó ir con el viento. Después de mirarla por mucho tiempo volar por la ventana como si volviera con su dueño, Eunkang apretó el puño.

No quería admitirlo, pero necesitaba a Lee In. Lo que anhelaba extremadamente. Era un sentimiento desconocido para el sacerdote.

 

* * *

 

Eunkang intentó vivir como de costumbre. No hubo diferencia. Ha vivido solo antes, así que no había razón para sentirse solo.

Pero el cansancio acumulado en su cuerpo era inevitable. Realmente no sabía si era porque quedaba algo del veneno de los espectros en él, pero estaba terriblemente cansado.

La noche en que Lee In entró en su habitación y dejó que chupara su cuello, al día siguiente estuvo bien. Fue solo por poco tiempo. Su cuerpo rápidamente se volvió pesado de nuevo.

'Este bastardo, ¿no irá a invadir mi cuarto mientras duermo sin decir una palabra de nuevo verdad?'

Incluso con ese pensamiento, Eunkang no pudo evitar esperarlo. No sabía si estaba esperando su sangre o el toque frío que acariciaba su cabello.

Mientras se despertaba por la mañana y vestía el uniforme de sacerdote como de costumbre, Eunkang notó de repente que las puntas de sus dedos se habían vuelto negras. ¿Eso también es veneno? Se llevó el dedo a la boca y lo mordió. Todavía dolía.

Bueno, si se pudre lo cortará. Todo lo que necesita que quede es el dedo que jala el gatillo de su arma. Pensando en ello de esa manera, se sintió un poco más a gusto. Pero la fatiga no desapareció. Los ojos hundidos y la somnolencia vertiginosa señalaron que el cuerpo de Eunkang se estaba derrumbando.

Hubo una cosa feliz. Los recién casados, a los que les realizó la ceremonia del exorcismo, dijeron que le invitarían a Eunkang una comida como nota de agradecimiento. Eunkang regresó feliz a la casa sin dudarlo.

La pareja cocino todo tipo de platos que abarrotaron la mesa. Eunkang, que solía comer platillos instantáneos de tiendas de conveniencia o tazones de arroz baratos, comió hasta esta lleno sin sentir vergüenza. Cuando elogió sus habilidades culinarias, el esposo se puso muy feliz y le sirvió un segundo tazón de arroz.

 

"Bueno, padre, cuando usted llegó antes, ¿cómo estaba la casa frente a la nuestra?"

 

Parecían tener algo que decir todo el tiempo, pero la esposa tuvo dificultades para hacer esa pregunta. Eunkang masticó la carne mientras revisaba sus recuerdos.

 

“¿Parece que ha estado vacío durante mucho tiempo? ¿Por qué?"

"Eso es lo que pensamos, pero curiosamente, hemos estado escuchando ruidos últimamente"

"… ¿Ruidos?"

 

Eunkang tomó una cucharada de arroz, se la llevó a la boca y se la tragó. La pareja intercambió miradas por un momento y luego se puso ansiosa.

 

"Sí. Parece que no hay nadie, pero todos los días escucho algo estrellarse adentro..."

“En realidad, lo que volvió extraño a mi esposo en ese momento fue que entró allí para ver quién estaba en la casa”

 

Los ojos de Eunkang se pusieron en blanco. No sintió malas vibraciones… Si hubiera un espectro allí que luego poseyera a la pareja y desapareciera, no habría de qué preocuparse, pero si no fuese así, la pareja podría seguir en peligro.

 

"No se preocupen. Ya que estoy aquí hoy, le echaré un vistazo"

"¿De verdad? Muchas gracias, padre…"

“Vamos, ¿de qué? No será gran cosa"

"Oh, ¿le gustaría otro plato de arroz?"

 

El esposo preguntó como si fuera a volver a la olla arrocera. Eunkang miró las pocas guarniciones de carne que aún quedaban y el segundo tazón de arroz que había vaciado en un instante, finalmente recobro la razón y negó con la cabeza con una sonrisa.

 

"Oh no. Es tan delicioso que me temo que podría comer en exceso"

 

Está bien siempre que no coma más de dos tazones de arroz. Es un poco decepcionante, pero pensó que debería preguntar sobre la receta de la guarnición más tarde. Nunca tendrá cocina, pero tal vez algún día pueda tener que cocinar.

Como le dijo a la pareja, Eunkang fue a revisar la casa de enfrente después de comer, y por si acaso, le pidió a la pareja que esperara un poco lejos del edificio.

Después de que las dos personas bajaron las escaleras, Eunkang llamó a la puerta principal.

 

"¿Hay alguien ahí?"

 

Estaba tranquilo. Incluso podía escucharse el eco de las respiraciones. Eunkang tragó saliva seca y tiró con cuidado del pomo de la puerta. La puerta de hierro se abrió lentamente con un sonido desagradable como si estuviera oxidada.

Entró con cuidado. Solo había abierto la puerta, pero ya podía sentir la energía tenebrosa. No había señales de gente adentro. No, no solo personas, no había señales de ningún tipo. No había muebles, ni ropa, ni nada por el estilo, la casa vacía se llenó solo de energía fría.

La estructura parecía similar a la casa donde vivía la pareja. No había nada que investigar, porque estaba vacía y no había nada particularmente especial a simple vista, pero había un aura extraña que solo los exorcistas podían sentir. Los ojos de Eunkang, escudriñando los alrededores, se detuvieron en una puerta abierta. Dibujó con cuidado una cruz y sacó su cruz.

 

"Le ruego al todopoderoso Dios padre"

 

Rezando una oración, Eunkang caminó hacia la puerta. Podía sentir la energía maligna acercándose a su piel.

 

“Rezo en la intercesión del Arcángel. Oro por la valentía de Michael, la inteligencia de Gabriel y la compasión de Raphael. Oro por la fuerza de cada ángel que te sigue”

 

Eunkang se detuvo un momento frente a la puerta y respiró hondo. Agarró el pomo de la puerta. Le sorprendió un poco que estuviera tan frío como el hielo. La empujó de inmediato.

No había nada en la habitación. Pero la energía maligna era varias veces más intensa. Eunkang sabía que esta habitación era el epicentro. Un cuervo revoloteó junto a la ventana, que había estado en silencio todo el tiempo. El rostro de Eunkang se llenó de tensión. Se paró en el umbral y dibujo una gran cruz en el aire.

 

“Omnium ostende mihi (muestra tu rostro). En nombre de tu maestro, te ordeno que te muestres"

 

Cuando el silencio se hizo más profundo, la puerta se cerró de golpe justo detrás de la espalda de Eunkang. Aunque casi se cae, apenas logró mantener el equilibrio.

Los alrededores comenzaron a girar. Escuchó sonidos extraños en su cabeza, no en sus oídos. Antes de que se diera cuenta, estaba parado en medio de la habitación. Miró a su alrededor, sosteniendo la cruz con fuerza. Se le puso la piel de gallina en la nuca.

El sonido se hizo más fuerte y superpuesto. Sintió la presencia de algo no humano detrás de él y se dio la vuelta.

Algo parecido a una sombra oscura estaba abriendo su boca. Y simplemente atacó a Eunkang.

 

* * *

 

Cuando abrió los ojos, Eunkang estaba colgando boca abajo. Era la misma habitación en la que estuvo antes de perder el conocimiento.

Retorció su cuerpo obstinadamente. Todo su cuerpo se agitó como un péndulo. Se dio cuenta de que sus pies, rodillas y muñecas estaban atados. Quería enfriar la cabeza y calmarse, pero no era fácil volver a sus sentidos.

 

"Sacerdote. Deja de perseguirnos"

 

Varias voces hablaron al mismo tiempo. Eunkang miró a su alrededor. Los ojos rojos del espectro se revelaron en la oscuridad. A pesar de que estaba colgado boca abajo, el rostro del espectro era claramente visible. Significaba que él también estaba boca abajo en la pared.

 

"Si dejas de perseguirnos y regresas con nosotros, te liberaré"

"¿Qué tipo de mierda es esa…?"

 

Eunkang dejó escapar un suspiro de molestia.

 

“Me dan comida, un lugar para dormir y ropa para ponerme, entonces, ¿por qué dejaría el sacerdocio? No es a mí al que disparan en la cabeza"

 

Por supuesto, es solo una sotana de cura, posadas baratas y comidas instantáneas de las tiendas de conveniencia. El espectro sonrió con un rojo brillante en sus ojos. Incluso su boca bestial expuso sus dientes amarillos.

 

“Pronto la tierra y los cielos se pondrán patas arriba, y habrá un diluvio de fuego. Si dejas de perseguirnos ahora, entonces podrás sobrevivir"

 

Eunkang volvió a retorcer su cuerpo atado. Dolía terriblemente. La sangre parecía fluir de donde estaba atado.

 

"Oh, joder… ¿No puedes liberarme? Primero hablemos de dejar ese sacerdocio de mierda"

 

La cola del espectro se estiró y le hizo cosquillas en la cara a Eunkang. Eunkang frunció el ceño ante la terrible sensación de desagrado.

Trató de no mostrarlo, pero Eunkang estaba sufriendo un dolor insoportable en este momento. Era como si la fatiga que se había acumulado hasta ahora hubiera llegado al máximo posible y se concentrara en su cabeza. Debido al enorme dolor de cabeza estaba a punto de perder el conocimiento.

Como si supiera de su dolor, la cola sucia del espectro recorrió el cabello de Eunkang. Sintió un calor terrible.

 

“Prométeme que agregarás tu pequeño poder a los poderes del infierno. Si lo haces, la sed y el dolor que sientes ahora mismo desaparecerán. Para siempre"

 

En ese momento, Eunkang sentía tanto tormento que quería decir que sí. Que el terrible dolor que lo había atormentado desaparecería para siempre. Que gran tentación

Si todo este tormento desaparece, si no tuviese que lidiar con los espectros inmundos que habían abandonado la cruz, entonces no tendría que chupar la sangre de un demonio ni esperar que vuelva a entrar por la ventana del hostal por la noche.

 

“Bien, ¿qué harás, sacerdote? Una palabra es suficiente"

 

Eunkang cerró los ojos con fuerza y luego los abrió. La sangre que fluía de sus piernas empapó su cuerpo y bajó hasta el cuello romano.

‘Cuando me necesites, tendrás que llamarme, como un robot cuando suelta el comando para transformarse’

Eunkang abrió sus labios fuertemente cerrados.

 

“… Bolsa…"

"¿Qué?"

 

El espectro se inclinó para escuchar su voz correctamente.

 

“Sal, bolsa de sangre…"

 

La cara en forma de bestia del espectro lucía confundida. Parecía desconcertado porque no podía entender las palabras de Eunkang. Eunkang suspiró profundamente.

‘¿Qué estás haciendo, estúpido Kwon Eunkang…?’

En medio de eso, estaba a punto de llorar porque era injusto que al único al que pudiese pedir ayuda fuera a un demonio.

 

"Si no lo promete, sacerdote, su vida terminará aquí"

 

Su voz de varias capas finalmente soltó la amenaza final. Eunkang volvió a retorcer su cuerpo, pero el lugar donde estaba atado le dolía y no daba señales de aflojarse. Era injusto. Pensó que cuando muriese tendría una muerte digna, y aquí estaba, colgado boca acabo por un espectro bastardo.

 

"Maldita sea, ¿no me piensas soltar ya? ¡Bastardo come insectos del demonio! ¡Te arrancaré los ojos y te atravesaré con tu cola antes de desatarme!"

 

Finalmente, exprimió la fuerza que tenía y soltó una maldición. En el momento en que el espectro frente a él abrió su inmensa boca, en ese momento, en verdad era su fin, mi Dios padre, cuida mi alma, San Miguel… En el momento en que rezaba… Se escuchó el sonido de algo rompiéndose.

Eunkang miró hacia un lado. Había enormes alas extendidas frente a la ventana rota.

 

"Vine a buscar a mi astuto rollo de canela"

 

Lee In tenía una sonrisa en su pálido rostro.

 

"¡Oye! ¡Bolsa de sangre!"

 

Eunkang retorció su cuerpo atado con alegría. Tan pronto como el espectro vio la figura de Lee In, vaciló y retrocedió. Las enormes alas de Lee In se extendieron a ambos lados, bloqueando su ruta de escape. El espectro trepó por la pared tratando de escapar de alguna manera.

'Extínguete'

La sonrisa desapareció del rostro de Lee. En el momento en que el espectro se encontró con sus ojos, se convirtió en cenizas poco a poco, comenzando con su cola negra.

Cuando el espectro desapareció, la luz de la luna finalmente entró. Lee In corrió rápidamente y desató los brazos y piernas atados de Eunkang.

 

"Cariño, ¿qué hago? ¡Debe dolerte mucho! Ay, Dios mío"

 

Pataleando, Lee In hizo un escándalo. Era completamente diferente de cuando convirtió al espectro en cenizas. El lloriqueo fue tan intenso que el ya doloroso dolor de cabeza empeoró, pero Eunkang se rió. Con cuidado depositó el cuerpo de Eunkang en el suelo.

 

"Oye, espera un minuto, más despacio. Oh, duele"

 

Eunkang se tendió en el suelo y le hizo un gesto para que le llevara su bolso. Lee In lo trajo rápidamente y sacó un poco de agua bendita y un vendaje del interior. Luego se arrodilló junto a él, vertió agua bendita sobre la herida como le indicó y la secó con un paño. Las heridas causadas por estar atado por el espectro se curaron limpiamente cuando el agua bendita las tocó.

A medida que el dolor mejoraba, vio la cara de Lee In. Al examinar sus heridas, tenía un rostro bastante serio.

Realmente no pensó que vendría, pero debe haber estado rondando el área todo el tiempo. Entonces, en esa tormentosa noche, ¿vino a verme y en verdad me dejó morder su nuca?

Debería sentirse mal que este pervertido lo vigilara, pero Eunkang extrañamente, no se ofendió. Todavía le duele el cuerpo, pero no pudo evitar reír.

 

"Oye, pero ¿por qué tenía que ser un rollo de canela?"

 

Lee In, que estaba remangando el dobladillo de sus pantalones, se encogió de hombros.

 

"Es lindo y delicioso"

 

De todos modos, pensó que era un título adecuado, así que Eunkang se rió de nuevo. Al ver su absurda sonrisa, Lee In lo miró con preocupación. Parecía preocupado de que se hubiera lastimado la cabeza.

 

"Vamos, levántate"

 

Lee In se acercó a él. Lo tomo de la mano y lo levantó. Afortunadamente, no parecía tener lesiones físicas.

 

"Oye"

 

Lee In, que estaba examinando el tobillo de Eunkang, levantó la cabeza.

 

"Gracias"

 

¿Era una ilusión que su rostro pálido se pusiera un poco rojo? Lee In abrió los ojos y se puso rígido como si se hubiera descompuesto. Eunkang le dio un par de golpecitos en el hombro como cumplido, luego agarró su bolso y salió de la habitación primero.

El exterior no era diferente de lo habitual. Fue una noche normal. Como cualquier día otoñal, estaba despejado y la luna era grande.

Afortunadamente, Eunkang no resultó gravemente herido, excepto por pequeños hematomas. Se puso en contacto con la pareja y les dijo con confianza que todo se había resuelto. Y decidido disfrutar de otra comida la próxima vez. También le envió un mensaje a la hermana Paula.

 

"¿Los espectros te atrapaban con tanta frecuencia desde el principio?"

 

Lee In le preguntó. Al final del mensaje, Eunkang negó con la cabeza secamente, agregando tres emojis en forma de antebrazo.

 

“No me tienen miedo, pero es la primera vez que me atan y me torturan. Está empeorando, ¿por qué será? "

"Como pensé, debería quedarme contigo, Padre"

 

Después de presionar el botón de enviar, Eunkang lo miró caminando a su lado. Pensó que estaba bromeando, pero su cara estaba seria.

 

"Incluso si te niegas, al final me necesitarás"

 

¿Cuándo se volvió tan silencioso el entorno? Sin peatones, sin ruidos. Su cuello tembló, y Lee In extendió la mano y le acarició la mejilla. Tenía los dedos fríos, por lo que Eunkang se encogió un poco de hombros.

 

"Porque estamos conectados"

 

¿Es realmente un demonio? Si no es así, ¿cómo puede sonar tan dulce ese tono bajo? Eunkang no pudo resistirse a él, solo lo miró a los ojos. Sus dulces ojos se veían incómodos. Los ojos, que parecían un pequeño abismo, eran tan negros como la ropa que vestía, e incluso parecían tristes a primera vista.

El sonido de un zumbido y vibraciones provenían de algún lugar, por lo que Eunkang apartó los ojos de él. Su celular estaba sonando. Revisó la pantalla LCD.

[Patrocinador ♡ (No desafiarlo ♡)]

Lee In, que estaba mirando la pantalla junto a él, frunció el ceño. Sus ojos, que habían sido sinceros, como llenos de melancolía todo el tiempo, rápidamente se enfocaron y miraron a Eunkang como si lo interrogara. Sus ojos parecían preguntar ‘¿Quién es ese tipo?’

Sin saber que el color de su cara había cambiado, Eunkang presionó la pantalla LCD y contestó el teléfono sin saber si la interrupción era una lástima o buena suerte.

 

“Oh, Dios mío, monseñor. ¡Hola! ¿Cómo ha estado?”

 

Tan pronto como se llevó el teléfono a la oreja, lo saludó con un tono de voz alegre y agudo.

Monseñor, un sacerdote directamente dependiente del Vaticano, era quien entregaba el apoyo material a Eunkang. Eunkang a veces olvidaba ese hecho y lo desafiaba.

Gracias a eso, su tarjeta fue suspendida varias veces. Eunkang tuvo que ir a la iglesia para pedir comida y un lugar para dormir. A pesar de lo triste que fue, a partir de ese momento, decidió nunca desafiar a las personas que le daban dinero.

 

"¿Ha estado bien de salud? Sí, jaja. Siempre estoy en paz en el Señor...”

 

Trató obstinadamente de sonreír para no alterar el temperamento de la otra persona, pero escuchó un estallido y un grito más allá del receptor. Eunkang se quitó el teléfono por un momento y luego se lo llevó a la oreja.

 

“Espere, más despacio, por favor... ¿Qué? ¿Historial de pagos? Oh, ¿la tarjeta? De ninguna manera… Sí. ¡Por supuesto que no! Solo los artículos que necesito… ¿Qué? ¿Gafas de sol?”

 

De repente, un pensamiento cruzó por su mente y levantó la cabeza. Lee In, que estaba parado como si fuera el rey de París con el dobladillo de su abrigo negro ondeando, frunció el ceño una vez, luego bajo la vista abruptamente.

 

“Monseñor, fue mi error. En realidad, perdí mi tarjeta una vez, sí… Me arrepiento… La encontré sin dificultad. No usé mis puños esta vez. Es la verdad. No, ¡no lo maté!"

 

Eunkang se apoyó contra el teléfono y agitó el puño hacia Lee In. Cada vez que dejaba de hablar, su boca formaba palabras como ‘estás muerto’ o ‘te mataré’.

Lee In, aun luciendo majestuoso, evitó su mirada. Pero, paso a paso, retrocedió. Su retroceso se hizo cada vez más rápido, y luego el trote fue tan rápido que no pudo verlo. Eunkang lo siguió a grandes zancadas, gesticulando insultos diligentemente. La llamada permaneció sin interrupción.

 

“Sí, monseñor. ¡Me asegurare de que esto nunca vuelva a pasar! ¡por supuesto!”

 

Oye, joder, ¿ahora eres un conejo?

 

“¡En el nombre del Señor! ¡Lo juro! Ahorrar es, por supuesto, una virtud que debe conservarse. Ja ja ja."

 

¿Quieres huir ahora? ¿Dónde está tu conciencia?

 

“Sí, tenga un buen día. ¡Paz!"

 

Párate ahí. ¿No piensas detenerte? ¿Tendré que romperte el tobillo?

Después de colgar el teléfono con una sonrisa en su rostro, Eunkang agarró el teléfono como un arma y comenzó a correr. Lee In, que había estado retrocediendo todo el tiempo, también se dio la vuelta y comenzó a huir.

 

"Tú, bastardo, ¿no te vas a detener? ¡Te mataré!"

"¡Oww!"

 

Eunkang siguió al tipo que se escapaba soltando sonidos de lloriqueos. Lee In miró hacia atrás para soltar una broma diciendo: ‘Atrápame, bebé’, y luego se rindió cuando vio el rostro de Eunkang lleno de intenciones asesinas. En cambio, exprimió todas sus fuerzas y corrió.

Después de correr durante aproximadamente una hora, Lee In se rindió primero y la persecución terminó. Si no hubiera llegado a un callejón sin salida, habría corrido más.

Se paró contra la pared y respiró hondo. Eunkang también respiró hondo y dobló dos dedos para decirle que se acercara a él. Lee In se tambaleó hacia atrás como si hubiera visto un yaksha, un espíritu que devora a los viajeros.

 

"Oye, ven rápido mientras te lo pido amablemente"

 

Eunkang suspiró y levantó el puño mientras se apoyaba contra la pared con su gran cuerpo encogido de hombros.

 

"Si no quieres venir, ¿debería irme?"

"¡Oh! ¡Está bien, voy!"

 

Lee In se acercó sigilosamente a él, haciendo ruidos extraños, como bufidos de un caballo. Fue un movimiento tímido que no coincidía bien con su ropa oscura y gran tamaño. Eunkang abrió con estilo su camisa clerical, haciéndola flamear. Encima de ser difícil, le molestaba sudar.

 

"Oh, de verdad, este niño…”

 

Mientras titubeaba, intentando leer su estado de ánimo, Lee In enderezo su gran cuerpo y extendió su mano. Antes de que Eunkang pudiera escapar, agarró su muñeca y fue arrastrado por su cintura. El pecho de Lee In lo aplasto y fue abrazado.

 

"Oye, ¡tú…! "

"Hay algo que no te dije, Padre. No, mentí sobre algo"

 

Era una voz completamente diferente al bufido de caballo de antes, se había vuelto lo más sería posible. ¿Por qué este tipo podía aliviar y dar vuelta a su corazón como si estuviera volteando la palma de su mano? Eunkang estaba deprimido.

 

"En realidad, no es que tú no puedas vivir sin mí, Padre, es que yo no puedo vivir sin ti

“… ¿Qué?"

 

¿Desde cuándo nos conocemos?, ¿en qué momento paso eso? ¿qué soy yo para que no puedas vivir sin mí? No podía molestarme tanto.

No podía preguntarle insensiblemente. ¿Tal vez había conocido a Eunkang en alguna parte? Eso es lo que estaba pensando. No, estaba más cerca de un presentimiento que de un pensamiento.

 

"Perdón. Déjame estar a tu lado"

 

Estando dentro de sus brazos, se le hizo imposible rechazarlo, como respuesta Eunkang lo abrazó con fuerza. No tenían mucha diferencia de altura, pero debido a sus hombros y pecho, si había una gran diferencia de masa corporal, por lo que Eunkang fue prácticamente envuelto por él.

‘Nosotros, solo nos conocemos desde hace un año’

En lugar de hacer una pregunta, Eunkang suspiró profundamente.

Solo se conocían desde hace un año, pero ¿por qué es tan comprensible su desesperada necesidad? ¿Por qué es tan familiar y desgarrador?

 

"Si alguien te viera, pensaría que has sido abandonado por tu esposa, vamos"

 

¿Qué diablos piensa de mí que se me aferra tanto? Eunkang tenía curiosidad, pero tenía miedo de preguntar. Se preguntó si estaría involucrado en algo enorme. Es un siervo de su propio Dios, entonces, ¿Qué hace enredado y conversando con ese demonio bastardo?

... Y quizás ¿él y Lee In se han conocido desde hace mucho tiempo?

Eunkang suspiró exageradamente a propósito. Le dio unas palmaditas en la espalda.

 

“Si vuelves a usar mi tarjeta en secreto, te romperé cada dedo, uno por uno. No todo el dedo a la vez, sino una articulación a la vez. Haré eso con los diez. Y luego lo haré con los dedos de tus pies. ¿Entiendes?"

"Sí…"

 

A diferencia de su toque, sus palabras eran brutales, por lo que Lee In respondió de inmediato. Y se retorció entre sus brazos.

Satisfecho porque no hizo más comentarios, Eunkang estiró los brazos más allá de su gran espalda, gimiendo de dolor. Acarició su cabeza, que estaba un poco más alta que la de él. Lee In frotó su nariz contra su hombro. Era como un animal marcándolo con su olor, Eunkang pensó que era un poco lindo.

 

"¿Quieres ir a comer rollos de canela?"

 

Cuando abrió los brazos y preguntó, Lee In asintió rápidamente.

 

* * *

 

En los días en que su tarjeta era cortada y le tocaba deambular, no eran solo una o dos iglesias católicas a las que Eunkang solía pedir ayuda. Y ya fuera el día que se quedaba, o el día siguiente, les ayudaba con el trabajo en la iglesia. Cuando no había ningún trabajo referido a exorcismos, no rechazaba hacer una limpieza a fondo.

Y hoy, hubo una solicitud para celebrar una misa después de mucho tiempo. Sucedió que el sacerdote principal no se encontraba bien, y todos los párrocos tenían trabajo que hacer, por lo que no había ningún sacerdote que pudiera celebrar la misa de la mañana.

Por supuesto, lo común es solicitarlo a la iglesia, pero parece que el sacerdote recordó que Eunkang los había ayudado anteriormente trabajando en esa iglesia muy eficientemente, por lo que pidió específicamente, que él se encargara. Tan pronto como Eunkang se enteró de la situación, le dio una cálida bienvenida y se dirigió directamente a la iglesia.

Un sacerdote que deambulaba sin una iglesia de la que encargarse como Eunkang disfrutaba yendo a la iglesia y ayudándolos con su trabajo. Fue porque sintió un sentido de pertenencia y se sentía más reconfortado al estar bajo el techo de la cruz. Además, cuando celebraba la misa delante de la gente, sentía que en verdad había sido ordenado sacerdote.

 

“Tú, definitivamente no debes causar problemas. ¿Entendiste? Si causas un problema hoy, no me dañarás a mí, sino a los sacerdotes y creyentes de esta iglesia"

 

Dijo Eunkang, vistiendo una sotana formal limpia. Lee In refunfuño mientras le arreglaba la ropa.

 

"Oh, lo sé. ¿Crees que tengo cinco años?”

"Entonces, ¿cuántos años tienes?"

"¿Eh?"

 

Solo le preguntó cuántos años tenía, pero Lee In abrió la boca y miró a Eunkang como si hubiera escuchado una fórmula matemática difícil.

 

"¿Qué edad tengo?"

 

Miraba al espacio vacío como un tonto, por lo que Eunkang chasqueó la lengua y negó con la cabeza. No debió haber dicho eso.

Afortunadamente, Lee In se quedó tranquilamente fuera de la iglesia durante la misa. El hecho de que los demonios no pudieran entrar en la iglesia resurgió y Eunkang se sintió extraño.

La misa es obligatoria para los sacerdotes, siervos de Dios. Significa que adorar a Dios es una obligación. Eunkang nunca pensó que una misa pudiera dañar a nadie. ¿Por qué dar un servicio dominical puede dañar tanto?

Sin embargo, cuando pensó que esta misa sería dolorosa para Lee In, que le daba su sangre, se sintió muy extraño. Eunkang solo torció el gesto. Entonces, ¿quién es el demonio…?

Después de terminar la misa y cambiarse de ropa, Eunkang salió y buscó a Lee In sin darse cuenta. Pero no lo pudo encontrar ni en el techo ni en las paredes cercanas.

‘¿A dónde te fuiste de nuevo, no estarás causando problemas verdad?’

Eunkang revisó rápidamente su tarjeta por un pensamiento repentino. Afortunadamente, la tarjeta todavía estaba en su bolsillo.

 

"Uff…"

 

Después de lavarse la cara, se sentó casualmente en un macizo de flores. Se sentía raro.

Era extrañamente inquietante no poder verlo por un momento después de no verlo por unos días. Cuando lo piensa, era natural porque no estaba acostumbrado a ir con nadie.

No se queda en la iglesia ni sale con otros sacerdotes, y no se encuentra con nadie con regularidad, así que, naturalmente, no está acostumbrado a pasar tiempo con nadie, por eso es tan sensible a la presencia de Lee In. Eso es todo.

Debido a que la iglesia está ubicada en un lugar muy remoto, el área circundante estaba en silencio y no había gente después de la misa. Estaba tan silencioso que podía escuchar el sonido de las plantas de sus pies frotando el suelo.

Eunkang se levantó del macizo de flores y caminó por el jardín delantero, pensando en el hombre que había visto ayer. Claramente sus ojos se encontraron y después lo vio parado al otro lado de la calle solo unas horas más tarde. También recordó la sensación de las alas de Lee In envueltas alrededor de su cuerpo.

Las alas de Lee In eran como una acogedora oscuridad. Parecía que nadie podría verlo si estuviera dentro de esas enormes alas. No sabe si está bien sentirse cómodo con él, pero Eunkang se sentía realmente cómodo cada vez que estaba envuelto en esas enormes alas.

Un sacerdote que tiene que vivir llevándose al límite todo el tiempo no debe sentirse cómodo en los brazos de otras personas. Además, él… Esas alas negras…

 

"Auch, mi cabeza"

 

Eunkang era el tipo de persona a la que no le gustaba pensar profundamente las cosas. Especialmente odiaba tener que atormentarse así. Sacudió la cabeza vigorosamente y se puso de pie.

Al entrar a la iglesia, Eunkang dejó de caminar en la entrada, pensando en descansar en el banco del salón principal. Podía ver el confesionario.

Como poseído, Eunkang entró y se agachó. Se sentía extraño sentarse agachado en este lugar donde se escuchaban los pecados.

Ahora que lo piensa, el interior de las alas de Lee In era similar a este confesionario. Nadie puede verle, es acogedor, estrecho, oscuro y está mal ventilado. Por supuesto, sabía que era una idea muy grosera.

Pensó que debería salir y limpiar, pero la puerta del otro lado del confesionario se abrió y entró alguien. Eunkang rápidamente arregló su postura agachada.

 

“Vera, el párroco no está hoy aquí…"

"Yo, tengo pensamientos que no debería tener"

 

La voz baja de un hombre se escuchó desde el otro lado. Sonaba como una voz familiar, pero no podía ver el rostro más allá del tabique de madera. Eunkang estaba avergonzado. No era sacerdote confesor de los feligreses de allí, por lo que no puedo ejercer el sacramento de la confesión.

 

"Hermano yo…"

"Ayúdame. Creo que me he convertido en un esclavo de la lujuria"

 

No soy tu confesor, estoy aquí para cuidar la parroquia de manera temporal por solo un día, estaba tratando de poner excusas. Sin embargo, la voz más allá del confesionario era tan desesperada que no pudo ser detenerlo.

 

“Me vuelvo loco con ese pensamiento todo el día. Este tormento no me deja hacer nada más. Pensar en esa persona me adormece las manos y los pies y hace que me duele el corazón"

 

La voz susurrante del hombre era tan rápida y sigilosa que sonaba sexy. Sin darse cuenta, Eunkang lo escuchó atentamente y se puso nervioso.

 

“Her… Hermano, tienes un corazón débil…"

“No sabe cuántas veces me he imaginado penetrándolo. Mi anhelo por él ha crecido tanto que es difícil de manejar"

 

El ambiente es realmente extraño. Eunkang carraspeó. ¿Cómo diablos soportan los sacerdotes del confesionario escuchar tales historias? Probablemente deba que decir la verdad.

 

“Es… Espera, hermano… En realidad, yo…"

“Me he masturbado mientras fantaseaba con el gimiendo debajo de mí. Me he estado imaginando toda la noche robando sus labios, apropiándome de sus lugares más íntimos y haciéndole perder la cabeza"

 

Los ojos de Eunkang se agrandaron. Espera, ¿qué son todos estos locas…?

 

“Incluso ahora, pensar en él hace que mi pene se ponga duro. Quiero meterlo en su agujero. Quiero metérselo fuertemente hasta correrme, atormentarlo hasta hacerlo llorar, hacerlo perder la cabeza, hacer que me ruegue… Ah…"

 

La voz del hombre se volvió cada vez más íntima. También se oía el sonido de algo que se sacudía con regularidad. Las pupilas de Eunkang se sacudieron.

 

"Disculpe, ¿hermano…? ¿Qué está haciendo justo ahora...?"

"Después… Quiero que mi pene se corra en su cuerpo… Quiero que llore mucho. ¡Ugh…! Cómo desearía poder hacer que su cuerpo no pueda orinar sin mí... Ah, me estoy volviendo loco…"

"Hermano, deténgase antes de que le corte el pene y se lo meta en la boca"

 

Esta no era la iglesia de Eunkang. Además, este era un lugar donde sacerdotes muy decentes han construido la imagen de rendir servicio a la comunidad local continuamente. Pensando que definitivamente no debería infringirle daño con un puñetazo, Eunkang aconsejó con la mayor suavidad posible.

 

"Ah… Quiero poner mi pene en esos labios rojos y empujarlo hasta el fondo. Quiero pedirle que me chupe el glande. Quiero llenar esa carita traviesa llena de semen. ¡Ponerlo en su boca, de la cabeza a los pies! Uff ¡Quiero lamerlo! ¡Uhm! ¡Ungh!"

 

Espera, ha escuchado esto muchas veces en alguna parte… Eunkang saltó de su asiento.

Este bastardo pervertido, estás muerto. Apretó los puños y abrió la puerta. Cuando la abrió, donde se suponía que debía estar el confesor, estaba Lee In sentado adentro.

 

“¡Este demonio bastardo! ¡Dónde crees que estás!"

 

Lee In se levantó de un salto y se pegó al ya estrecho confesionario. Mientras Eunkang agitaba los puños con una fuerza aterradora, Lee In los evadió a pesar de su gran tamaño moviéndose de aquí para allá, incluso en el estrecho interior.

 

"¡Ah! ¡No lo hice! ¡Ah! ¡Fue mi error, padre!”

“¡Maldito bastardo! ¡Cómo se te ocurre masturbarte en el sagrado confesionario! ¡Date una ducha con agua bendita!"

"¡No fue así! ¡No estaba haciéndolo! ¡Era una broma, una broma!"

 

Lee In, que estaba firmemente pegado a la pared, estaba bien vestido. Las cremalleras de sus pantalones estaban un poco abultadas, pero la había bajado.

Eunkang de repente torció su rostro, levantando sus puños que no tenían adónde ir. Lee In lo miró a los ojos y sonrió suavemente.

 

"Estaba bromeando porque pensé que podrías estar aburrido, Padre ¿fui demasiado exagerado?"

 

Finalmente, lo golpeó en el estómago.

 

* * *

 

Dado que la iglesia está ubicada en un lugar apartado, no hay mucho trabajo por hacer, por lo que Eunkang dedicó un tiempo a vigilar la iglesia casi vacía hasta que llegaran los sacerdotes de la sede principal. Lee In cantó un himno que no coincidía con ninguna nota mientras barría el patio.  

Por la tarde regresaron los sacerdotes de la iglesia. Los sacerdotes le dieron a Eunkang un juego de galletas como recompensa. Eunkang las rechazó persistentemente pero aun así terminaron en sus manos.

 

"Bueno, por cierto, padre"

"¿Sí?"

 

El sacerdote miró a Lee In que esperaba en el patio y volvió a mirar a Eunkang. La preocupación se deslizó por su rostro.

 

"¿Quién es él?"

“Solo va conmigo... Es una larga historia. No es una mala persona"

" Ya veo. Ten cuidado. Su energía no me agrada"

"Sí. No te preocupes"

 

Eunkang forzó una sonrisa. No podía soportar decirle: es porque es un demonio, así que se despidió de él. El sacerdote miró ansiosamente la espalda de Eunkang hasta que salió del patio.

Después de que la forma de los dos había desapareció por completo, el sacerdote avisó urgentemente a algún lugar. El sudor goteaba por su pálido rostro.




CRÉDITOS
TRADUCCIÓN: Yuichi
CORRECCIÓN: Arimiaw
EDICIÓN: Lushinini


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