Capítulo 16 - Lo secuestraron ofreciéndole dulces



  

 

Sein se despertó con el sonido de alguien llamando a la puerta. Respondió obligando a su pesado cuerpo, que se sentía como una esponja llena de agua, a ponerse de pie. Se dio cuenta de cuán ronca estaba su garganta cuando su voz salió de su boca.

 

“… ¿Quién es?”

"Vine a recoger la ropa”.

 

Sein abrió la puerta y le entregó la canasta a la sirvienta. La sirvienta miró el rostro al rojo vivo de Sein y preguntó con cara de sorpresa.

 

"¿Está bien?”

"Estoy…”

 

Pensando que no sabía si debía decirlo, Sein se tapó la boca sin responder. La sirvienta pensó que su voz no sonaba bien y soltó un 'Cielos’, ¿qué hago... En voz baja y luego le preguntó si había tomado alguna medicina.

'Es molesto'.

Pensando que solo quería que lo dejaran dormir, Sein asintió con la cabeza inocentemente y cerró la puerta. No tomó ningún medicamento y no tenía apetito. Solo quería seguir durmiendo. Justo cuando estaba acostado en la cama y tratando de cerrar los ojos nuevamente, Sein recordó una cosa y se levantó de un salto.

'¡El pañuelo!'

El pañuelo se había mezclado con la ropa sucia. Rápidamente salió corriendo de la habitación, pero la sirvienta no estaba a la vista. Sein agarró su cabeza que daba vueltas y se sentó. Era obvio que sería difícil encontrar a la sirvienta, por un tiempo.

‘Se suponía que tenía que devolverlo. Tendré que disculparme cuando la vea mañana. Si no lo encuentro, le daré uno nuevo’.

Sein tomó la medicina de la caja de medicinas y se la vertió en la boca. Esperó de todo corazón que su voz no estuviera ronca mañana.

 

“Cough, cambio de turno…”

"¿Qué pasó, te resfriaste?”

"Estoy bien. Ayer dormí todo el día y ahora solo me duele un poco la garganta”.

 

Crane lo miró preocupado y le dio unas palmaditas en el hombro. Sein asintió y cambió de lugar con Crane. El caballero a su lado le había preguntado si había tomado algún medicamento o si había comido. Sein solo asintió en silencio.

 

“Si estás muy cansado, ¿Por qué no te tomas un descanso?, yo puedo seguir con la guardia solo. De todos modos, hoy, mi señora dijo que saldría después de mucho tiempo, así que tendré que salir con ella en un rato”.

"Estoy bien. ¿No cuido a mi señora toda la noche? No es tan malo, así que no te preocupes y ve a descansar”.

 

Sein, quien rechazó la consideración del caballero, miró hacia adelante. Las risitas de Lina y las sirvientas se podían escuchar en la habitación.

 

"Mi señora, creo que este broche le queda mejor a esa bufanda”.

"Sí, sí. Sólo necesito cubrirme el cuello, así que detengámonos aquí. Lina, por favor, vuelve a colocar el joyero en su lugar”.

"Sí, mi señora”.

 

Cuando escuchó los pasos de Lina, Sein abrió la puerta. Estaba claro que sus manos no estaban libres por que sostenía el joyero.

 

"Oh gracias. Señor Sein”.

“…“

"¿Qué le sucede? Su cara se ve mal”.

"Estoy bien. El joyero es pesado, así que lo llevaré”.

"¿Te resfriaste?”

"Cough, sí. Dame un momento”...

 

Sein, que casi toma el joyero de la mano de Lina, miró al caballero que estaba a su lado. Él sonrió y agitó la mano como si se estuviera yendo.

 

“…“

“…“

 

Sein pensó que Lina diría algo, pero inesperadamente se quedó callada. Más bien fue Sein quien, incapaz de soportar el silencio, habló.

 

"Parece que te llevas bastante bien con las otras sirvientas en estos días”.

“Sein, ¿no sería mejor que no hablaras? Tu voz suena como la de un mago malvado que se acaba de despertar después de dormir durante casi quinientos años”.

 

Sein se echó a reír ante la extraña metáfora. Esa risa se convirtió en tos. Sein solo pudo encontrar la calma después de toser por un largo rato.

 

“No quise ser graciosa… Lo siento”.

"No… Pasa nada”.

 

Lina lo miró con ojos preocupados y abrió la cerradura con la llave. La habitación donde dejaban los objetos de valor era un lugar al que nadie podía entrar. Puso el joyero en el estante, salió y volvió a ponerle el candado.

 

"Señorita Lina”.

"¿Sí?”

“En realidad, accidentalmente mezclé el pañuelo con la ropa sucia y se lo di a la criada. Te lo daré tan pronto como lo recupere. Si no lo encuentro, te daré uno nuevo”.

“… Ay dios mío”.

"Lo siento mucho”.

“No, está bien, pero ¿qué debo hacer? Mi nombre estaba grabado en ese pañuelo”.

"Sí, lo sé”.

"Ah, creo que sufriré siendo el centro de los rumores a partir de mañana”.

"¿Qué?”

“La lavandería es la fuente de todos los rumores. Si mi pañuelo sale de entre la ropa sucia del señor Sein, todo tipo de rumores circularán”.

“… Sí”.

 

Lina agarró su mejilla como si estuviera en problemas y frunció el ceño. Sein no tenía nada que decir e inclinó la cabeza como un criminal.

 

“No se preocupe por el pañuelo. Si se lo pregunto a la sirvienta de lavado en seguida me lo traerá”.

"Sí”.

“Ah, aun así, ellas seguro se burlarán. Realmente no me acostumbro a eso”.

"Lo siento”.

"No. No tiene por qué disculparse señor Sein. El problema son las sirvientas a las que les gusta chismear sobre los demás”.

“…“

“… Solo se lo diré al señor Sein, pero es bastante agotador escucharlas”.

 

Lina lo dijo y sonrió con tristeza. Sein miró el cabello de Lina que sobresalía debajo de su sombrero. Al ver el cabello color trigo recordó vagamente el sueño que tuvo anoche. Era un sueño en el que vagaba en busca de su familia en un campo de trigo.

 

“… Ya veo”.

 

***

 

Rael repitió la acción de cruzar las piernas y soltarlas, cruzar los brazos y soltarlos. Fingió ir a la librería y se escabulló. Por supuesto, el subordinado que se disfrazó de él tan bien que incluso su sirviente fue engañado, debe seguir pasando su tiempo en la librería.

‘Me sorprendió mucho que preparara la misma ropa que me puse hace un tiempo’.

A diferencia del edificio de madera desconocido anterior, Sein lo guió a un lugar tranquilo parecido a un café. Tan pronto como se sentó, alguien que parecía ser un empleado colocó en la mesa un montón de postres que les gustaban a Rael y Belita, les pidió que esperara un rato.

'¿Debería comer uno primero?'

La pequeña tarta estaba cubierta con castañas empapadas en miel. Rael tenía hambre porque no había desayunado, así que tomó una tarta. La tarta estaba empapada en miel, pero se mantuvo crujiente. Aunque sabía que no era cortés, Rael tomó la tarta restante de un solo bocado y extendió la mano de nuevo.

 

"Joven maestro, las personas que ha estado esperando han llegado”.

 

El mesero llamó a la puerta para anunciar que habían llegado dos personas, pero al no obtener respuesta abrió la puerta. Aunque Rael había dejado la tarta que estaba a punto de tomar, terminó abriendo mucho los ojos y la boca por la sorpresa, mostrando el contenido que aún no había terminado de tragar, al ver a Ian entrar en la habitación.

 

“Ja, ja…”

 

No supo bien, pero en cuanto Ian hizo contacto visual con Rael, se echó a reír. Belita, que venía detrás de él, pellizcó el brazo de Ian con todas sus fuerzas.

 

"Duele, Bel”.

"¿Acabas de recordar algo extraño?”

"¿Como extraño?… Es que me parecen muy similares”.

“Si hablaras menos serías menos odioso”.

 

Belita, que estaba mirando a Ian, vio a Rael y sonrió. El rostro de Rael se sonrojó. No quería verse como un niño frente a Belita, pero lo hizo.

 

“Es…Estás aquí, hermana”.

 

Rael, que se vio obligado a beber té, se levantó de su asiento. Belita extendió la mano y acarició la mejilla de Rael.

 

"¿No desayunaste?”

"Ah, no aún”.

"No puedes hacer eso. Tienes que comer bien”.

“Solamente no desayune hoy. Normalmente como bien”.

 

Ante esas palabras, Belita sonrió brillantemente. En un abrir y cerrar de ojos, la sonrisa de Belita se había vuelto mucho más elegante y gentil. Era un recuerdo borroso, pero parecía tener cierto parecido a la sonrisa de su madre en el pasado.

 

"¿Debería pedir algo más sustancioso que esto?”

"No. Está bien”.

“Vamos a sentarnos primero. Ah, todos menos Sein y Lina dejen sus puestos”.

 

Cuando los caballeros y empleados que habían entrado en la habitación salieron, Ian le quitó el abrigo a Belita. Como si estuviera acostumbrada, Belita se quitó los guantes y se los entregó a Ian. Después de dejarle el abrigo y los guantes a Lina, Ian se quitó el abrigo. Rael entró en pánico cuando Ian y Belita se sentaron uno al lado del otro. Era la primera vez que los tres se reunían, así que no sabía cómo responder.

 

"¿Has estado bien?”

"Sí, he estado bien”.

 

Fue Belita quien habló primero. Rael respondió sin mucha dificultad al breve saludo.

 

"¿Cómo van tus estudios?”

"Me estoy esforzando mucho”.

 

Ante esa respuesta, Belita mantuvo la boca cerrada. De hecho, en estos días, sus nervios estaban enfocados en Stolo y Hyrpen en lugar de en los estudios. En medio de ese silencio, como si ella ya supiera todo eso, Rael evitó la mirada de Belita.

 

“Rael, ¿planeas convertirte en secretario?”

"Por supuesto. Planeaba tomar el examen tan pronto como fuera reconocido como adulto”.

“… ¿Quieres convertirte en un secretario?”

“Si, porque esa es la forma más rápida de salir de la familia y sobrevivir”.

"No tienes que hacerlo”.

“… ¿Hermana?”

“En realidad, iba a decírtelo después que todo terminara, pero te lo diré ahora. Rael, haz lo que quieras hacer”.

“…“

“Originalmente, le había pedido al duque de Lasti que se convirtiera en tu tutor nominal, pero ahora he cambiado de opinión. Haz lo que quieras, porque Ian será tu tutor y te apoyará en lo que quieras hacer”.

"¿Hermana?”

“Rael, ¿qué quieres hacer? ¿Cómo quieres vivir?”

 

Ante la pregunta de Belita, Rael se quedó momentáneamente atónito. Belita siempre le decía que estudiara mucho y encontrara la manera de vivir solo. Priorizaba su supervivencia, en vez de pensar en cómo vivir. Siempre le dijo que era inteligente.

 

"Yo…”

"Sí”.

"No lo sé, hermana”.

“Entonces, ¿por qué no te vas a estudiar al extranjero? Si estudias otras cosas en otros lugares y amplías tus conocimientos, quizás encuentres algo que quieras hacer. O, ¿qué tal debutar en el círculo social y divertirse en los salones o las fiestas? Puede que conozcas a una buena persona”.

“…  ¿Puedo hacer eso?”

“Claro, tomará algún tiempo, pero te traeremos con nosotros. Hagas lo que hagas, Ian y yo te apoyaremos”.

"No quiero, hermana”.

“… ¿Rael?”

“No quiero. Sería una pérdida de tiempo y una pérdida de dinero de todos modos”.

 

Ante la obstinada negativa de Rael, Belita quedó perpleja. Ian dejó escapar un pequeño suspiro como si ya hubiera esperado que eso pasara.

 

“Me convertiré en un secretario con solo tomar el examen de secretarios. Hasta entonces, recibiré apoyo y podré ser independiente hasta cierto punto, pero viviré solo, hermana”.

"¿Rael?”

“Creo que sería mejor vivir así”.

“Rael, ¿no puedes encontrar una manera que te haga feliz en vez de solo la manera más adecuada?”

 

No hay tal manera. Rael se tragó las palabras. Afortunadamente, estaba claro que Ian no diría nada. Rael sabía muy bien que nada lo haría feliz.

 

"Estoy bien, hermana. Si puedo ver a mi hermana viviendo feliz de vez en cuando, estaré satisfecho con eso”.

“… No, no está bien”.

"¿Hermana?”

“No está bien, Rael”.

"Hermana, estoy realmente bien”.

 

***

 

“¿Crees que no mereces ser feliz?”

“… No”.

“¿Te sientes responsable por lo que sucedió en el pasado?”

“No es eso”.

"¿Entonces por qué?”

“…“

“¿Por qué no intentas ser feliz?”

 

Rael mantuvo la boca cerrada. Creyó escuchar el suspiro de Belita. Ella no suspiró. Estaba mirando directamente a Rael con ojos tranquilos. Tenía que responder sin mentiras.

 

"Hermana, no puedo ser feliz”.

“…¿Qué?”

"Incluso si hago lo que mi hermana me dice que haga, o incluso si conozco a una buena persona, no seré feliz”.

“…“

"Yo…soy así. Ha sido así durante mucho tiempo”.

"Ra…” 

"Hasta ahí”.

 

Ian, que había estado observando en silencio sin decir una palabra todo el tiempo, los detuvo a los dos. Belita, que estaba a punto de llamar a Rael, se detuvo ante la sugerencia de Ian. Ian extendió la mano y acarició la cabeza de Rael.

 

"Bien dicho”.

“…¿Qué?”

“¿Comemos primero? Les dije que preparen un montón de cosas que les gustan a los dos”.

"Ian”.

“Una vez que Bel comienza a soltar palabras no se detiene por un largo tiempo, así que tomemos un descanso. ¿Sí?”

 

Ian tomó la tarta que Rael había recogido antes y la puso en la boca de Belita. Luego empujó un pastel hacia Rael.

 

"Vamos, tú también come, cuñado”.

 

Belita miró fijamente a Ian y, finalmente, comenzó a comerse la tarta en silencio. Rael tomó el tenedor que Ian le había dado y le dio un mordisco al pastel. El pastel no tenía mucha crema. La dulzura sutil era como la mano torpe de Ian hace un momento.

'Por cierto…'

No esperaba que Belita dejara de hablar tan fácilmente. Con una voz indudablemente tranquila, con palabras que solo podían ser llamadas persuasivas, y de un modo que sabía que la convencería. Rael miró fijamente a Ian, quien constantemente recomendaba postres a Belita, que estaba junto a él, sin comerse el pastel.

'¿Cambiaste a mi hermana?'

Tan pronto como terminó el pastel, otra rebanada de pastel cayó frente a Rael. Los nervios de Ian estaban enfocados casi todos en Belita, pero también miraba a Rael de vez en cuando. Belita empujó una galleta en la boca de Ian, como si estuviera molesta por su coqueteo. La vista de los dos le hizo sonreír.

 

"Oh, de verdad me cayó azúcar en polvo”.

 

Belita refunfuñó un poco y se quitó la bufanda que traía puesta. Rael, que no pensó mucho en ello, notó las marcas en el cuello de Belita y miró a Ian. Ya no pudo seguir sonriendo. Belita parecía haberlo olvidado, pero Ian desvió la mirada mientras Belilta se quitaba la bufanda y se encontró con la mirada de Rael.

'Ja, ja.'

Parecía estar riéndose. Rael miró a Ian. No le gustó eso. 

 

"Entonces, ¿ya se clamaron los dos?”

 

Cuando la mitad de la pila de postres desapareció, Ian les preguntó a los dos. Bel asintió.

 

"Bel, la razón por la que te dije que te encontrarás con Rael fue porque pensé que él debía decirte eso que acaba de decir, directamente”.

 

Los dos mantuvieron la boca cerrada como lo habían planeado de antemano. Ian apretó el puño y colocó su mano sobre la de Belita.

 

“Bel, ves a Rael como un niño”.

“… Lo sé. Pero…” 

"Si, lo sé. Tienes muchas razones para pensar así. Y Rael, te consideras un adulto”.

“…” 

"Pero Rael, aún no eres un adulto”.

"¿Qué?”

“Es un momento ambiguo en el que aún no han encajado todas las piezas del rompecabezas de ser un adulto”.

“…” 

“Por supuesto, no hay muchas personas que hayan podido encajar bien esas piezas. Incluso Bel y yo aun no podemos. Pero Rael, hay tantos agujeros en tu rompecabezas que hace que la gente que te ve sienta lastima. ¿Sabes cuál es el agujero más grande?”

“…” 

“No te miras directamente a ti mismo. Bel solo te ve como un niño porque sabe que estás espiando al mundo a través de esos agujeros”.

“… ¿Qué?”

“Muchas gracias por el lenguaje poético que ni siquiera se puede entender. De ahora en adelante, hablaré”.

 

Ian se encogió de hombros y dio un paso atrás. Belita miró a Rael a los ojos.

 

"¿Dijiste que querías ayudarme con la venganza?”

"Sí”.

“¿Alguna vez te pedí que me ayudaras a vengarme?”

"No”.

"¿Sabes por qué hice eso?”

“…” 

"Porque te estabas escondiendo detrás de mí”.

“…” 

“¿Quieres ayudarme a vengarme? ¿O solo querías sentir una satisfacción indirecta?”

"No. Quiero protegerte, hermana, porque eres más importante para mí que cualquier otra cosa y quiero ayudarte porque quiero que seas feliz”.

"¿Recién ahora?”

“…” 

“¿Hasta ahora te habías quedado de brazos cruzados, y no le diste la espalda por completo a ese tipo, entonces ¿por qué lo haces ahora? ¿Es solo porque sentiste que mi vida estaba en peligro? Entonces…”

 

Belita hizo una pausa por un momento. Esa brecha sutil sacudió a Rael. Belita lo miró por un momento y luego preguntó.

 

"¿Los odias?”

“… No”.

"¿Entonces?”

"Mi padre y mi hermano no son nada para mí ahora, hermana”.

"No son nada…” 

“Mi única familia es mi hermana. Así que haré cualquier cosa para proteger a mi hermana”.

 

Ante la respuesta de Rael, Belita se mordió el labio. No podía entender a quien se parecía, siendo tan terco.

 

“… Nunca te dije que olvidaras tu venganza por mi bien. Nunca te dije que borraras tu odio”.

“Nunca los odié en primer lugar. Yo no estaba allí. No sabía nada”.

"¡Por eso te lo dije! ¡Cómo murieron nuestra madre y Luci! ¿No sentiste nada cuando lo escuchaste?”

“…” 

"¿Realmente no odiabas a nuestro padre, que nos arrebató a nuestra madre y a Luci?”

 

De repente, las lágrimas brotaron de los ojos de Rael. Rael presionó sus ojos con fuerza con su manga. Sus sollozos sacudieron sus hombros, pero Belita no lo abrazó como antes.

 

“Solo porque lo odie, mi madre y Luci… No van a volver a la vida”.

“…” 

“Pero, mi hermana todavía está conmigo. Así que…” 

“…” 

“No quería perder a mi hermana mayor, que vivía solamente para sobrevivir, protegerme y vengarse, sin saber nada otra vez”.

"Rael”.

 

Rael levantó la cabeza ante la suave voz. Las lágrimas brotaron de sus ojos y solo pudo ver contornos y colores borrosos. La vívida Luci en su memoria y la imagen borrosa de su madre se mezclaron para convertirse en Belita.

 

“Elegí a mi hermana por encima de la venganza. Porque te quiero”.

 

***

 

Se había convertido en esto. Era algo que, siendo honesto consigo mismo, Rael quería hacer voluntariamente. Me acerqué a Rael y lo abracé.

'Nunca antes había visto la amabilidad de este niño'.

Rael había estado escondido de forma segura detrás de mi espalda. Rael me abrazaba por detrás de la espalda y al que traté de proteger cuando era niño. Pero no sabía que era su bondad la que me apoyaba.

'Sí, siempre has sido un niño dulce.'

Después de todo, era el niño que al final siempre cedía ante Luci, con quien luchaba todos los días, pero a escondidas nos susurraba a mí y a nuestra madre que Luci era la mejor.

‘Perdió a Luci, pero no perdió esa amabilidad’.

Pero eso no significa que Rael no estuviera triste. No había forma de que no estuviera triste Entonces, tenía que hacerlo llorar, sacudir su ansiedad y dejar que mirara las emociones que había ocultado de sí mismo. Giré la cabeza para encontrarme con Ian, que nos estaba mirando. Una leve sonrisa colgaba de sus labios.

'De Verdad…'

Como dijo Ian, si no nos hubiéramos encontrado ahora, habría sido demasiado tarde. Me encogí de hombros y le di las gracias, y él se encogió de hombros en respuesta.

'No fue nada'.

 

“Rael, ¿puedes ver a tu hermana?”

 

Rael, que tenía la cara enterrada en mi hombro, levantó la cabeza. Le sequé las lágrimas con un pañuelo, pensando en qué decirle a Rael.

 

"Mi hermano pequeño".

“…” 

“Mi madre quería que fuéramos felices. Tu hermana será feliz”.

“…” 

“Por supuesto, ya está bastante bien para mí con las cosas como están hasta ahora, pero hay una felicidad aún más ideal que tu hermana quiere. Quiero vengarme de ese tipo, hacerle perder tanto como nosotros perdimos, hacerle sufrir tanto dolor como el que nosotros sentimos y luego vivir con las personas que amamos sin preocupaciones”.

“…”

“Quiero amar mucho más de lo que estuve triste, mucho más de lo que odié. A tu hermana le tomó mucho tiempo dar con esta respuesta. Pero Rael, a diferencia de tu hermana, tu fuiste un niño lleno de amor desde el principio”.

“… No”.

“No, así es. De lo contrario, no habrías elegido a esta hermana mayor por encima de la venganza. Porque supiste desde el principio que volvería mis ojos hacia el amor que me quedara en lugar del amor perdido”.

“…” 

“Así que ahora tienes que ver lo que perdiste y compensarlo. Esa es la manera de ser feliz”.

“¿La manera de ser feliz?”

“Rael, ¿qué has perdido?”

“… A todos en mi familia excepto a mi hermana”.

 

Tan pronto como lo soltó por su cuenta, Rael se dio cuenta de que había estado mordiendo sus muelas con fuerza y luego comenzó a hablar en voz alta. La fuerza de la mano del niño que sostenía mi mano aumentó.

 

“¡Lo perdí todo, todo! A mi madre y a Luci que enfermaron, sufrieron mucho dolor y murieron. A padre quien las mató. Y a mi hermano que se quedó de brazos cruzados mientras eso sucedía. Los perdí a todos”.

"Sí, los perdimos a todos”.

“No sabía si debía odiarlos o amarlos. Pero, cuando mi padre trató de lastimar a mi hermana... se convirtió en nada. Todo el tiempo que he estado pensando en ellos, todo el amor y el odio que sentía por mi padre y mi hermano, todo…” 

“…” 

“Entonces, decidí pensar en ellos como si no fueran nada para mí, así como nosotros no éramos nada para mi padre y mi hermano. No los odiaré ni los amaré”.

"¿Esa es tu respuesta?”

 

Rael asintió. Esos ojos ya no temblaban.

 

“Si te tocan, los odiaré”.

“… No te preocupes. Ese tipo no puede tocarme”.

"Pero…”

“Enviarme a la familia Erten fue el mayor error de ese tipo. Lo que más le agradezco es haberme permitido conocerlo”.

 

Giré la cabeza para encontrarme con la mirada de Ian. Mientras Ian y yo sonreímos al mismo tiempo, Rael también se volvió hacia Ian.

 

"Me siento aliviado”.

"Humph”.

"¿Eh?”

 

Rael negó con la cabeza. Cuando pellizqué la mejilla de Rael, Rael hizo un puchero.

 

"Eres demasiado lindo, cuñado”.

“Honestamente, mi cuñado me trata más como a un niño, que  mi hermana. Te dije que no me trataras como a un niño”.

“Es porque eres un niño que llora en los brazos de su hermana”.

"¿No dijiste que no necesitabas a un niño que solo estuviera siendo protegido por su hermana?”

"Ja, ja, ¿dije eso?”

 

***

 

Cuando un aire extraño fluyó entre ellos dos, Belita se sorprendió por un momento y luego miró a Ian con los ojos entrecerrados.

 

"¿Qué diablos pasó?”

"Me secuestraron ofreciéndome dulces”.

“No les dije que te ofrecieran. Solo les ordené que te secuestraran limpiamente”.

 

Belita dejó escapar un profundo suspiro, como si el suelo estuviera a punto de estallar. Luego le hizo señas a Ian para que se acercara.

 

"¿Qué su…, ¡Auch!”

“¿No eres el chico malo que secuestró a mi hermano? Recibe obedientemente el castigo de la justicia”.

"Esposa, ¿no es extraño que siga siendo golpeado por alguien a quien ya dejé ir?”

 

Ignorando las quejas de Ian, que se acariciaba el área golpeada de su cabeza, palmeó el hombro de Rael y dijo.

 

“Esta bien, lo he regañado ¿de acuerdo? Es un poco travieso, así que por favor perdónalo”.

“Lo siento, cuñado. Estoy reflexionando porque acabo de ser castigado por la justicia”.

 

Contrariamente a su ligera disculpa, Ian inclinó formalmente la cabeza. La cabeza que había inclinado no parecía querer volver a levantarse, así que Rael finalmente le dijo que estaba bien. Cuando Ian volvió a levantar la cabeza, Rael se encontró con sus serios ojos verde oscuro.

'Si realmente no me necesitara, me habría echado a patadas'.

Pero no lo echo. Ian había aceptado a Rael, e incluso le había mostrado su torpe afecto. Rael también accedió a aceptarlo.

 

"Entonces, ¿no vas a vengarte?”

"No. Pero te ayudaré. Incluso si no puede tocarte, no cambia el hecho de que mi padre podría intentar hacerte daño”.

“Si quieres hacerlo, hazlo”.

"Entonces, hay algo que quiero encargarle a mi cuñado”.

"¿Qué es?”

"Quiero que saques el libro de contabilidad de la oficina del vizconde Zoran”.

"Ian, eso es demasiado peligroso”.

“Las sombras lo ayudarán”.

"¿Estás hablando del libro de contabilidad que mi padre escondió el otro día?”

"Así es”.

“¿Qué está escrito en él? ¿Vale la pena correr el riesgo de sacarlo?”

Ante la pregunta de Rael, Ian sonrió. Pareció gustarle su pregunta”.

“La persona detrás de la ola del mineral de hierro, la que hemos estado buscando todo este tiempo, también…” 

"¿También?”

“Es la mente maestra detrás del robo sistemático de medicinas de hace 13 años y de su venta a otros países”.

“…” 

“Estoy planeando atraparlo vivo y llevarlo ante mi esposa”.

"No hay necesidad de que Rael saque ese libro”.

“No, estoy pensando traer a mi cuñado con nosotros tan pronto como lo saque. Una vez que lo saquemos, incluso si las sombras se escabulle, siempre existe el riesgo de que los atrapen. Entonces, sería mejor traer a mi cuñado con nosotros. Quiero decir, vamos a golpearlo por la espalda al mismo tiempo”.

"Sí, eso sería genial, hermana”.

“…” 

“Porque mi padre ni siquiera se preocupa por mí. Estoy en el lugar perfecto para golpearlo por la espalda”.

“En cambio, debe planificarse con cuidado y, si crees que no hay peligro, debes implementarlo”.

"Sí”.

“Y hay una cosa por la que tengo que regañarte”.

"¿Por no poner tu vida primero?”

“… Sí”.

“Pero aún así tienes prioridad. No es como si me fuera a quitar la vida, así que no te preocupes demasiado”.

“…” 

"No puedes ser feliz sin mí, ¿verdad?”

 

Rael dijo eso y sonrió. Belita aún lo miraba con desaprobación.

 

"Trataré de buscar lentamente mi felicidad después de que termine eso”.

“… Sí”.

 

Belita lo aceptó después de un breve momento de silencio. Ian los miró a los dos y miró su reloj.

 

“Ha pasado mucho tiempo”.

"Oh, es cierto. Hermana, tengo que volver”.

“…” 

"Definitivamente volveré a ti”.

"Sí”.

 

Belita volvió a abrazar a Rael. Cuando Rael se fue, la expresión de Belita se volvió notablemente sombría. Ian la abrazó por detrás como si la consolara.

 

“No quería enviar a Rael de regreso allí”.

"Pero no podemos traerlo ahora mismo”.

"Así es”.

 

Ian acarició la cabeza de Belita. Entonces, como si recordara algo, agarró de la muñeca y le dijo.

 

"Por cierto, ¿por qué estabas acariciando el cabello del hermano menor de otra persona?”

"¿No puedo?”

"No. Él es mi hermano”.

"¿De dónde sale eso?”

“Mi hermano pequeño solo puede ser lindo para mí. Así que tú puedes ser lindo conmigo”.

“Bueno, yo también quiero que mi esposa me encuentre lindo”.

 

Cuando la atmósfera entre los dos se relajó, Lina, que tenía una expresión seria en su rostro durante toda la conversación, sonrió brillantemente. Fue realmente una vista hermosa. Frente a Rael, ambos pretendían ser decididos, pero también tenían mucho dolor y tristeza. Sin embargo, se volvieron lo suficientemente fuertes como para enfrentarse a sí mismos y reír juntos.

 

"¿No es un alivio que esos dos puedan estar aquí?”

 

Lina le preguntó a Sein a su lado en voz baja. Una breve respuesta llegó con voz ronca. Lina giró la cabeza para ver el rostro sonriente de Sein, pero se arrepintió. La expresión en el rostro de Sein, que no sonreía ni lloraba, era muy triste.

 

***

 

"Bienvenido, vizcondesa Ygran”.

"Mucho tiempo sin verla. Nunca había visto a mi hija antes, ¿verdad? Vamos, Silvia. Saluda a la joven dama Heathzen”.

"Un placer conocerla. Soy Silvia Ygran”.

“Soy Ravea Heathzen. Encantada de conocerla”.

 

La joven dama, que debía tener unos trece años, se sonrojó ante los modales elegantes y la sonrisa de Ravea. La vizcondesa Ygran observó esa escena con deleite y habló con Ravea.

 

“Todavía no ha hecho su debut en el mundo social, pero pensé en comenzar a mostrar la cara de mi hija, así que muchas gracias por esta oportunidad”.

"¿De qué? Todo fue hecho con la mejor de las intenciones. En realidad, iba a ser un evento pequeño principalmente para esposas y jóvenes hijos de los nobles, pero de alguna manera las cosas se hicieron más grandes”.

“Es porque es un evento de caridad organizado conjuntamente por el ducado Lasti y el marquesado Heathzen. No sabe lo molesta que estaba Silvia cuando mi esposo no tuvo tiempo y solo pudo asistir a la fiesta de la noche”.

“Muchas gracias por esta donación, señora”.

“Bueno, todo se usa para el bien. Más bien, es una pequeña cantidad. Escuché que el Conde Erten también hizo una donación significativa. Tristemente es el nivel de sinceridad que podemos ofrecer”.

"La sinceridad más preciosa y más grande es que la joven dama de su vizcondado participe directamente”.

"¿Es así?”

"Sí, por supuesto”.

 

Ravea sonrió y tomó la mano de la vizcondesa. La vizcondesa sonrió suavemente y llevó a su hija al interior.

‘Mucha gente acudió en masa’.

La mayoría de ellos habían acudido en masa para ver a las 5 grandes familias. Estaba claro que esas moscas en pleno derecho, probablemente estarían activas en la fiesta nocturna. Después de mirar alrededor de la casa de subastas una vez, Ravea entró en la casa de subastas después de revisar la lista de personas importantes. Cuando el anfitrión recibió la señal de Ravea, comenzó a saludar. Cuando la subasta comenzó sin problemas, Ravea por fin logró sentarse en una silla.

‘Ah, de verdad, qué difícil fue preparar esto'.

Joshua se hizo cargo de la fiesta nocturna y del trabajo tras bambalinas, pero dado que el proceso general era responsabilidad de Ravea, en verdad no tuvo tiempo para sentarse en la casa de subastas durante los últimos días.

'Aun así, no está mal para algo que se preparó a toda prisa'.

 

"¡Sí! Comenzaremos con 100 de oro. ¿No tienen cien? ¡Ciento diez!"

Ravea se cruzó de brazos al ver cómo un violín infantil resaltaba sobre el fondo dorado. El valor de la subasta se disparó rápidamente desde el principio.

'Pensé que se iba a vender por unas cincuenta monedas de oro’.

Había mucha gente tratando de dejar su nombre de todos modos. Ravea sonrió brillantemente y se levantó de su asiento. La subasta en sí iría bien incluso si ella no estuviera allí.

'Tengo que ir a una fiesta por la noche, así que, ¿debería subir y descansar un poco?'

Al reconocer que Ravea estaba cansada, el Marqués Heathzen le dio una palmada en el hombro. Ravea volvió a su habitación sintiendo su cuerpo pesado.

'Me siento cansada'.

La habitación de Ravea estaba atestada de cuadros. Ravea miró el cuadro que siempre dejaba junto a su cama. Mientras hacía las pinturas, había creado un color por casualidad, así que coloreo de ese color los ojos del chico de cabello negro. Ahora que lo pintó así, no perdería ese color.

 

“Pon todas estas pinturas en mi estudio. Cuelga está en la pared”.

 

La sirvienta abrió mucho los ojos como sorprendida cuando le pidieron que moviera repentinamente el cuadro que había estado atesorando durante mucho tiempo, incluso poniendo el caballete al lado de la cama. Pero pronto inclinó la cabeza y fue a llamar a los sirvientes. Cuando la sirvienta salió de la habitación, Ravea se arrojó sobre la cama.

'Dormiré un segundo... Necesito vestirme...'

 

“…rita, ¡señorita!”

“¡Eh, eh!”

“La subasta ha terminado. Tiene que empezar a prepararse ahora”.

"Ah… Bien”.

“Oh, su piel está seca, quizás porque no ha podido dormir últimamente. Pero no hay tiempo…”

"Más importante ¿le diste todas mis pinturas a aquellos que pujaron en la subasta?”

"Sí”.

“Bien, entonces eso es todo. Valió la pena trabajar tan duro en esas pinturas”.

 

Cuando Ravea giró sus rígidos hombros, la sirvienta rápidamente lo notó y le frotó los hombros. Ravea se quedó mirando fijamente el lugar donde antes estaba el caballete mientras recibía el masaje.

 

"¿Te gustaría que lo trajera de vuelta?”

"No, está bien. ¿Qué pasa con el agua para el baño?”

“La están trayendo ahora. La ayudaré a quitarse la ropa”.

 

Después de quitarse el vestido, el corsé y la enagua, Ravea movió la cintura. Tal vez fue porque se había quedado dormida con el corsé, un dolor le venía desde la parte inferior de la espalda.

 

"Ya puede entrar, señorita”.

"Bien”.

 

El agua tibia del baño aflojó sus músculos rígidos. Ravea respiró hondo.

 

“La casa es ruidosa”.

“Hay invitados que quieren quedarse hasta la fiesta. Es muy desordenado”.

“… Sí”.

“La fiesta de hoy…” 

“Solo voy a mostrar mi cara y dejárselo a Joshua. Ese ya no es mi trabajo”.

“Bien, entonces, ¿no sería mejor usar accesorios ligeros? Usted está cansada…” 

“No, solo pónmelos. Ya los he elegido”.

 

La fuerte carcajada hizo que Ravea quisiera taparse los oídos. RaVea obviamente pensaba que todas las personas eran hermosas, pero no todas las palabras que salían de la boca eran tan hermosas y agradables de escuchar.

 

***

 

"¿Cómo lo borraste?”

 

Ian tocó mi cuello, buscando la huella que había dejado atrás. Dije apretando su mano.

 

“Está cubierto de maquillaje. No lo toques, ya que puede salirse”.

 

Habiendo enviado a Rael de regreso, volvimos a la mansión e inmediatamente nos preparamos para ir a la fiesta. Debido a que la capital estaba llena personas que esperaban el evento de caridad con ansias, pude encontrarme con Rael cómodamente.

 

“Llegamos un poco temprano”.

"Lo sé. Pensaba solo mostrar mi cara e irme”.

"Ha pasado mucho tiempo desde ese día”.

“¿El día en que mi esposa estuvo maravillosa?”

“Mi esposo también fue genial”.

 

Ian y yo nos reímos al mismo tiempo. Fue desafortunado que no pudiera desordenar su cabello porque tenía el flequillo recogido hacia atrás como de costumbre. A él parecía darle igual.

 

“Ian, ¿qué te dije que hicieras si alguien te llamaba Conde marcado en la fiesta?”

“Ir directo a mi esposa”.

“¿Si alguien te mira de mala manera?”

"Lo recordaba bien y se lo cuento a mi esposa más tarde”.

“Lo recuerdas bien. Aw, que lindo eres”.

 

Ante mí cumplido, abrazó mi cintura como si estuviera complacido. Luego trató de besar mis labios. Pero hoy le tapé la cara con la mano para no mancharlo porque me pinté los labios con un color intenso.

 

"No puedes”.

“…” 

"Vamos, aparta la cara”.

“Es la primera vez que vamos a una fiesta juntos, y no me permites hacer nada…” 

“¿Qué tiene que ver eso con esto?”

 

Ian volvió la cabeza ante mi fría respuesta. Fue un acto para indicar que estaba claramente molesto. Lo miré con asombro.

 

“Eres un conejo llorón”.

“…” 

"¿Estás molesto?”

"Sí”.

"Entonces sigue haciendo pucheros”.

 

El carruaje había llegado al marquesado Heathzen antes de que me diera cuenta. No tuve tiempo de apaciguar, así que lo arreglé una última vez, lo dejé y traté de salir primero del carruaje. Si tan solo él no me hubiera jalado por detrás y me hubiera besado como quería.

 

"Ya hemos llegado…” 

 

La puerta del carruaje se cerró mientras luchaba. En primer lugar, Ian no tenía la intención de aferrarse a mí durante mucho tiempo, así que tan pronto como la puerta se cerró, habló. Luego se lamió los labios casualmente.

 

“Está bien, no se extendió demasiado. No será un problema si simplemente entra así”.

“… Serás…”

"Bien, salgamos, esposa”.

 

Abrió la puerta que se había cerrado de nuevo, bajó primero y se acercó a mí. Lo miré fijamente mientras temblaba suavemente, pero Ian solo sonrió y dijo.

 

“Si mi esposa no está conmigo no creo que pueda entrar porque me da miedo”.

“…” 

"Tanto Joshua como Ravea deben estar allí adentro”.

 

Dicho esto, simplemente agarré su mano. El maltrato era algo que podías hacer cuando llegabas a casa.

 

"Debes saber que te voy a regañar mucho más tarde”.

"¿Cómo me vas a regañar?”

 

Ante su pregunta burlona, sonreí y le susurré algo al oído. Entonces, en un instante, sus orejas se pusieron rojas.

 

“Bel, eso es…” 

“Es un castigo, así que no tengo derecho a rechazarlo”

 

Ian dejó escapar un gemido. Se cruzó de brazos mientras me reía a carcajadas de él, que intentaba burlarse de mí. Ian me miró con ojos ansiosos.

 

“Si no tiemblas hoy y te va bien, ¿Qué tal si no te ato?”

“Eso sería más doloroso…”

 

Me reí y le dije que se moviera. Después de confirmar la invitación, el sirviente gritó en voz alta.

 

“¡Están entrando el Conde Erten y su esposa!”

 

A medida que las miradas de la gente se enfocaban en nosotros, Ian comenzó a exudar una atmósfera pesada, a diferencia de la atmósfera deprimida que había emitido poco antes. Gracias a eso, nos miraron, pero la gente no se atrevió a acercarse fácilmente a nosotros.

 

"¿Lo sabes, ¿verdad? Hoy, solo mostraremos nuestros rostros y nos iremos”.

"Sí”.

“Estaremos listos para volver en cualquier momento”.

“… Aun así, ¿no deberíamos bailar al menos una vez?”

 

Diciendo eso, Ian me entregó una copa de champán con bajo contenido de alcohol. Tomé la copa y lo miré fijamente.

 

"¿Por qué?”

"¿No quieres? ¿quieres ser castigado?”

“…” 

"¿Qué pasa?”

"Lo siento. Por favor, perdóname”.

“Mira lo que estás haciendo hoy”.

"Hoy también muestra una buena relación de esposos, Condesa”.

"Oh Dios mío… Duque de Lasti”.

"¿Los interrumpí?”

"Es cierto que nos interrumpió, pero el Duque sabe que no tenemos tiempo, así que lo perdonaré”.

"Ja, ja gracias. Entonces, sobre la última vez, ¿cuánto tiempo más necesitas para prepararse? En Lasti, los preparativos están casi completos”.

"Todavía hay tiempo hasta la primavera, así que ¿hay alguna razón para apresurarse?”

“Los inversores están frenéticos, Conde Erten”.

 

Los inversores eran probablemente los radicales de la oposición. Fruncí el ceño y dije.

 

“Los inversores son realmente impacientes”.

“Dado que han invertido en algo, esperan un resultado rápido”.

“…Tendré que hablar con usted por separado, Duque de Lastie. ¿Puede hacerme un lugar?”

"Eso es lo que esperaba, Conde Erten”.

 

***

 

“Debemos evitar que se convierta en una guerra”.

"No es como si pudiera detenerlo para siempre”.

 

Ian y yo no tuvimos más remedio que mantener la boca cerrada ante la queja del Duque de Lasti. Según dijo, era posible mantener la situación ahora que el Duque de Lasti impedía el descontento de los partidos de la oposición.

 

“Entonces, ¿hay algún progreso?”

“El objeto de la prueba concluyente está en la mansión del vizconde Zoran. Estoy pensando en sacarlo”.

"¿Cuánto tomará?”

“Hasta que llegue la primavera”.

 

En respuesta, Duque de Lasti frunció el ceño y reflexionó por un momento. Bebí el agua frente a mí y miré a mi alrededor. La habitación más discreta y tranquila del Marquesado Heathzen era el estudio de Ravea. Los cuadros que llenaban la sala contenían varios paisajes, pero siempre se dibujaba al menos una persona.

 

"Sería demasiado tarde. Hasta la primavera, ¿no significa la primavera del norte? Habría pasado mucho tiempo desde que la primavera llegará a la capital para entonces”.

“…” 

“Cuando llegue la primavera a la capital, retomaremos los preparativos para la guerra civil que había detenido a los radicales. Eso es lo máximo que puedo aplazarlo. Más allá de eso, ya no tendría un motivo para detenerlos”.

“Duque de Lasti”.

“De todos modos, la lucha contra el gobierno es un negocio. Está completamente entrelazado con los intereses de las familias nobles. Y ninguno de ellos querría perder dinero. Además, este es un gran negocio que podría arruinarse en cualquier momento, y todos están trabajando juntos por el prestigio y la supervivencia de sus familias. El Conde Erten debe saberlo bien. ¿Hasta dónde pueden llegar nuestros nobles por sus familias? Es por eso que nosotros … ¿No fue por eso que sucedió aquello cuando éramos jóvenes?”

“…” 

"Entonces tendremos que movernos lo más rápido que podamos”.

"Parece que el duque está resignado a llevar a cabo la guerra civil”.

“Fue así desde el principio. Sin embargo, teniendo en cuenta la ola de mineral de hierro, optamos por evitarla tanto como fuera posible, pero no sabía que se prolongará tanto. Ahora tengo que calcular y comparar el daño causado por la demora y el daño causado por la posible guerra civil”.

“…”

“Como dijo la señora antes, tengo que mantenerme neutral”.

"Está bien. Encontraremos al hombre detrás de esto tan pronto como sea posible, así que duque, usted trabaje duro en sus cálculos. Nosotros volveremos”.

"¿Ian?”

 

Mientras contemplaba qué hacer, Ian que había accedido repentina y obedientemente, tomó mi mano. Cuando el Duque de Lasti y yo lo miramos, Ian le preguntó al Duque de Lasti, casi mirándolo fijamente.

 

"¿Tienes algo que decir?”

"No, no hay nada”.

 

Ian saltó de su asiento y me arrastró fuera. Cuando salió al jardín, pareció ser tragado por la oscuridad en un instante. Al ver que Ian parecía enojado por algo, me detuve y tiré de él.

 

"¿Qué ocurre? Necesitaremos un poco más de tiempo”.

“Él no cambiará de opinión de todos modos. Si discutimos más, perderemos el tiempo”.

“… ¿Qué ocurre?”

"Estoy enojado”.

"¿Ian?”

 

La mano de Ian temblaba mientras sostenía la mía. Pensé que estaría bien hoy, pero al igual que la última vez, estaba temblando como un álamo temblón. Le di una palmadita en el hombro.

 

“Ian, soy la única frente a ti en este momento. Así que no tengas miedo”.

“No sé si estoy temblando de miedo o de rabia. A diferencia de la última vez, la ira también está aumentando en mi interior. ¿Fue por intereses entre familias nobles que me abandonaron? ¿No fue solo por estar feo y con la cara marcada que perdí mi valor como amigo y como prometido?”

“…”

“No me hagan reír. En ningún momento pensaron que su último recurso para aguantar esta guerra sería el amigo bastardo que habían abandonado. Tal vez debería haberme ido primero”.

“…” 

"Debería haberme ido primero”.

"Ian”.

"Al menos así no habría sido abandonado de ese modo por ellos”.

“… ¡Ian!”

 

Me enojé mucho con sus palabras y grité su nombre en voz alta. Ian ahora se estaba culpando a sí mismo por haber sido abandonado. ¿Cómo puede una persona elegir ser abandonada?

 

“Lo siento Bel. Prometí no hacer esto”.

“…” 

"Realmente no es fácil”.

“…”

“Realmente no es fácil cambiar”.

"Sí".

“Cuando Rael estaba allí, podía pretender ser un gran hermano mayor”.

“¿Gran hermano mayor? ¿Cuál gran hermano mayor? Eres un llorón”.

"¿Debería llorar entonces?”

"Haz lo que quieras".

 

Ian se rió cuando le dije que hiciera lo que quisiera. Y luego me tomó en sus brazos.

 

“No voy a llorar. Ahora que lo pienso, todas las veces que lloré frente a Bel fue por Bel. Y ahora…”

"¿Ahora?”

"Estoy bien porque solo puedo ver a mi hermosa esposa frente a mí”.

“…” 

“Ojalá fuera de día ahora. Me gusta ver tu cabello brillante. Pareces estar empapada en la oscuridad en este momento”.

"Para ser precisos, estoy completamente cubierta por ti”.

“…” 

“¿No es eso lo que querías? Que esté a tu lado sin ir a ninguna parte, que esté siempre a tu lado estés donde estés”.

“…” 

“Nunca estaremos solos”.

 

Era lo que quería decir, pero sonaba como una rima. Un débil sonido de música se mezcló con mi voz. Puse mi mano en su hombro.

 

"Ahora que lo pienso, no hemos bailado juntos todavía, ¿verdad?”

 

Captó mi idea y puso su mano en mi cintura. Cuando bailas, solo puedes mirar a tu oponente. Ahora solo me vería a mí.

 

"¿Todavía tienes malos recuerdos?”

"No, solo te veo a ti ahora”.



CRÉDITOS
TRADUCCIÓN: Yuichi
RAW: PRISCILA ROJAS (DONACIÓN) Y LECTORA
CORRECCIÓN: Daiyu

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