Prólogo
Eun-woo sacó un pañuelo del bolsillo interior de su chaqueta. Sus ojos se enrojecieron mientras se golpeaba suavemente debajo de los ojos con el pañuelo, acompañado de un suspiro bajo.
Sus ojos se volvieron rojos al ver la perfecta figura del hombre que caminaba delante de él. Pronto, una sola lágrima rodó por su mejilla. El pañuelo se manchó de marcas oscuras y sus pequeños hombros temblaron. Lo siguió lentamente con pasos lentos. La distancia entre los dos se hizo cada vez más grande.
La secretaria del hombre abrió la puerta de un lujoso sedán negro y le esperó. El hombre se volvió para mirar a Eun-woo antes de subir al automóvil, pero no dijo nada. El automóvil en el que él se subió se alejó silenciosamente de este lugar. Eun-woo continuó golpeándose las mejillas con el pañuelo, inclinando la cabeza. El automóvil desapareció por completo frente a sus ojos al doblar la esquina.
La expresión de Eun-woo, que lloraba lastimosamente, cambió de manera extraña. Un destello de luz brilló en sus pupilas, que parecían las de un ciervo sumidos en una profunda tristeza. Las comisuras de sus labios, que se habían hundido mientras contenía el llanto, se levantaron lentamente.
“¡Increíble! ¡Increíble! ¡Increíble! De verdad lo hará. ¿Lo hará por esto? ¿Sin decir ni una palabra? ¡Viva Corea del Sur! ¡Viva Kang Eun-woo! ¡Soy libre! ¡Tengo mucho dinero! ¡Este mundo es mío!”
Eun-woo no podía contener su alegría mientras daba saltitos con los pies. Un grito de júbilo estalló de su boca.
En cuatro semanas, sería libre para ir al altar con el amor de su vida. Aunque lo llamaran ‘divorciado’, pero ¿qué más daba? Era joven, tenía mucho dinero y una apariencia perfecta. Si no podía tener a su favorito, simplemente buscaría a otra persona.
Siempre y cuando no fuera su esposo actual, sería feliz. Porque ya no era el antiguo Kang Eun-woo.
CRÉDITOS
TRADUCCIÓN: Ciralak
CORRECCIÓN: Pix

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