Capitulo 80

"¿Cuál es la razón?" preguntó Kiki.

"Estaba pensando en volver a señor… Pero, de hecho, Su Majestad me ha estado cortejando últimamente. Yo... conozco sus heridas tan bien . El hecho de que el Rey Ijana estuvo confinado en la torre solo durante mucho tiempo. Así que dudé en rechazar sus sentimientos, y para ser honesta, fue un poco inestable."

Había un sonido húmedo en lo Relais que lo decía. Fue una actuación perfecta, que no reveló ser una mentira.

"...¿Qué?"

Cuando Kiki la miró sorprendida, Relais se mostró lastimera sin responder. Al ver el rostro de Kiki distorsionado de manera extraña, quedó claro que inmediatamente le creyó.

Le susurré de nuevo.

"Pero me sorprendió verte hoy. Me has estado cortejando así, pero en realidad estás bailando."

"No sabía que tenías una situación tan difícil. Lo siento mucho por la princesa."

Fue el final del abominable acto. Poco después, la voz enojada de Kiki penetró en el oído de Relais.

"Señorita Relais, ¿Es verdad todo lo que dices?"

La lengua de Kiki, que había sido torcida bajo la influencia del alcohol, se extendió recta.

Le sorprendió la confesión de ella y estaba sobrio.

Relais asintió suavemente. 

No necesitaba más mentiras porque su oponente estaba completamente eclipsado por sus palabras.

Kiki rechinó los dientes. Mantuvo una cara triste, pero sintió que se estaba volviendo loco con ganas de reír.

Kiki tonto.

Quizás Kiki cree que Ijana le hizo una broma a las dos mujeres. Está borracho, así que hará algo muy interesante.

Relais estaba segura. Ella dio un paso atrás.

Ahora, con una mirada de lástima en su rostro, solo tenía que esperar lo que haría Kiki.

Creo que puedo golpear a Ginger sin tocar su mano.

Relais finalmente sonrió levemente. Nadie se dio cuenta.

Poco después, Kiki miró a algún lado con los puños cerrados y los ojos ardientes. Ella miró de reojo al final de la mirada.

Estaba Ijana y Ginger. Bajaban de nuevo al piso central, tomándose de la mano con fuerza. 

Ahora, Keithon Mickelson, es tu turno.

Tan pronto como Relais pensó eso, los pies de Kiki comenzaron a moverse. Caminó rápidamente a alguna parte. Podría saber el destino sin preguntar.

Era donde estaban ubicados Ijana y Ginger. Kiki ya no podía quedarse quieto. Después de escuchar las palabras de Relais, pensó que era aún más extraño quedarse quieto.

Rompiste el compromiso entre Ginger y yo, tomaste a Ginger, y también sedujiste a Relais.

Incluso si el comportamiento del Rey, que era solo su rostro, fuera sucio, no podría ser tan bajo.

Ginger cayó en su hechizo sin conocer el aspecto de Ijana.

Soy mucho mejor que un hombre de mala calidad.

Kiki dejó de caminar frente a Ijana y Ginger, quienes bajaron al primer piso.

Cuando los fríos ojos de Ijana le alcanzaron, Kiki, sin saberlo, sacudió un poco sus hombros.

"Keithon Mickelson, ¿Tienes algo que quieras decirme?"

Ijana le preguntó a Kiki con voz ronca. Su pregunta puso nervioso a Kiki sin darse cuenta. Los fríos ojos de Ijana parecieron hacer que su cuerpo se encogiera.

Kiki se asomó a Ginger, tragando su saliva seca. Ginger le miraba con fiereza con ojos que estaban a punto de devorarlo.

Oh, Ginger, si supieras quién soy, no me mirarías así.

Kiki le habló a Ijana con una voz débil y temblorosa.

"Sí, tengo algo que decirte."

Fue Ginger, no Ijana, quien pagó por las palabras de Kiki.

"¡Kiki! ¿No puedes salir de aquí? ¿Qué estás haciendo?"

Casi al mismo tiempo, Ijana empujó a Ginger detrás de él.

Y él dijo.

"Ginger, cálmate. Lo resolveré por mi cuenta."

Kiki frunció el ceño ante la amabilidad de los dos.

"¿Qué quieres decir?"

Cuando Ijana preguntó, Kiki se arrodilló en el suelo con un golpe.

"Su Majestad Ijana ... ¿Debería haberlo hecho?"

"¿Qué?"

Ijana sospechaba de la actitud atractiva de Kiki de rodillas. Él continuó sus palabras a pesar de su expresión sospechosa. Su voz era más fuerte que hace un rato.

"¿Te sentiste mejor cuando me quitaste a las dos mujeres así?"

Cuando Kiki cerró los ojos, gritó.

 "Ese idiota es tan ..."

"... ¿Qué diablos?"

Dijeron Ginger e Ijana al mismo tiempo. Kiki no podía bajar la cabeza fácilmente como si estuviera gritando.

Trató de calmar la oleada de emoción, pero no se desvaneció fácilmente.

Ijana fue el lugar donde se dirigieron los ojos del dispositivo maligno. Fue una mirada extraña.

¿Debo decir que parece ver a través de mi cerebro?

En ese momento, Kiki recordó lo que había visto antes: El Príncipe Encarcelado y la Joven Marquesa.

En el libro, Ijana fue descrito así. Los extraños ojos de Ijana, que lee los pensamientos de otras personas con las que sus ojos se encontraban, le recordaron la narrativa del libro.

Pensé que no podía ser, pero me preguntaba si Ijana realmente tenía esta habilidad.

Kiki lentamente enlazó y miró a Ginger detrás de la espalda de Ijana. Me estaba mirando con ojos aún más intensos.

Sus ojos estaban llenos de un mensaje de que no lo dejaría ir si decía más tonterías.

¿Por qué Ginger no comprende mis verdaderos sentimientos?

Ijana, que lo estaba mirando, lentamente apartó mis labios. Su voz era demasiado tranquila.

"Keithon Mickelson, creo que estás muy borracho, así que hagámoslo con moderación. Una vez lo dejaré pasar tranquilamente, pero  incluso si eres hijo del Duque, no te dejaré ir. ¿Me entiendes?"

Ijana miró a Kiki con su mirada fría. Gigi se estremeció ante los ojos de él pero no retrocedió. Tal vez fue más valiente que de costumbre debido al poder del alcohol.

Kiki comenzó a mover sus labios para responder. Las puntas de sus labios, que se movían hacia arriba y hacia abajo, estaban temblando.

"Rey Ijana, entiendo muy bien tus palabras. Oh, sí, por supuesto. Pero tu sabes… La luz de tus ojos, la mirada de tus ojos sobre la mirada de mis ojos. No sé por qué, pero siento que estás leyendo todos mis pensamientos."

Cuando Ijana no respondió, Kiki pensó que él era igual. Kiki se sintió halagado por el silencio de Ijana, que parecía un castillo de hierro. Él le habló como si estuviera hablando en voz alta.

"Lee pensamientos. ¡Oh! Es una muy buena habilidad. Tal vez me quitó a dos mujeres con esos maravillosos poderes."

"... ¡Kiki! ¿No puedes callarte? "

Escuché la voz enojada de Ginger que no pudo soportarlo.

Sin embargo, Kiki continuó sus palabras. Su boca había perdido el control.

"No confío en ti. ¿Cómo puedo dejar a Ginger a un hombre que lo ha probado entre dos mujeres? Mi Ginger tan fino como el jengibre... ¡Bastardo! Te interpusiste entre las dos mujeres, aunque no sea lo suficientemente bueno. ¿Olvidaste lo que hiciste?" 

Ginger no pudo soportarlo más y salió completamente detrás de la espalda de Ijana. Se acercó a Kiki antes de que Ijana pudiera detenerla.

"Di una palabra más sin sentido. Aplastaré todo de ti sin el mínimo de compasión."

"Oh, Ginger, no te escucharé... ¡Ahhhh!"

Kiki no pudo continuar con sus palabras y gritó porque Ginger le pisó los zapatos con fuerza. Su patético grito resonó en el pasillo una y otra vez.

La mayoría de los nobles les prestaban atención. Algunas personas estaban preocupadas de que Kiki pudiera perder la voz, y algunas personas disfrutaron de sus sonidos.

Hamel también estuvo entre los que vieron la pelea cada vez más violenta. Él estaba cerca de una barandilla desierta en el segundo piso y los observó.

Nadie vio a Hamel en este piso porque todos tenían los ojos puestos en Ijana. Fue Hamel quien se unió desde que Ijana llegó antes al salón de banquetes.

Al ver a Ijana esperando al perdedor con un nerviosismo inusual, solo sonrió amargamente. Tan pronto como llegó al salón de banquetes. Hamel fue al segundo piso y se escondió. No estaba seguro de ver las dos caras felices.

No fue hasta que llegó al segundo piso donde no había gente que se sentía a gusto. Como si estar solo fuera adecuado para él. Para confesar, siempre estaba solo. Nunca he recibido la atención de nadie. Hamel conocía el tema mejor que nadie. Sin embargo, por alguna razón, se siente solo estos días.

Siempre que estaba cerca, quería escuchar la voz de Ginger, que era tan linda como un pajarito, y la extrañaba.

Estoy más acostumbrado que nadie a la soledad.

Pensé… De hecho, pudo haber estado más ansioso que nadie por salir de la soledad.

No seas codicioso. Deberías animar su amor.

Lo he pensado miles de veces y he tomado una decisión. Sin embargo, con el paso del tiempo, el deseo de tener a Ginger se hizo cada vez más grande.

Creo que me enamoré mucho de Ginger.

Hamel miró a Ginger, que estaba pisando los zapatos de Keithon Mickelson sin piedad. No pude escuchar su conversación, pero era obvio que Kiki había perdido la cabeza. Ginger, que se puso de pie con pelaje por todo el cuerpo como un gato enojado, pisó los pies del hombre uno tras otro, se veía demasiado lindo.

Ginger fue cautelosa al decir que amaba a Ijana sin necesidad de ocultar sus sentimientos y que le agradaban otras mujeres. Pero había una cosa que Ginger no sabía. Era el hecho de que no habría otra mujer a la que quisiera con tanta fuerza.

Hamel estaba convencido de ello. En ese momento, el humo blanco comenzó a elevarse detrás de la espalda de Hamel.

El humo tomó forma rápidamente. Pronto se convirtió en una forma humana perfecta y se escondió detrás de la espalda de Hamel.

Sin embargo, fue consciente de su existencia desde el principio.

Su nombre fluyó por los labios de Hamel.

"... Sr. Gest"

CRÉDITOS

TRADUCCIÓN: Sakura

CORRECCIÓN: Dool

PROOFREADER: Sami

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