Epílogo

 

Si tuvieran que elegir a la niña más querida bajo el reinado de la Emperatriz Erzea, sin duda seria Armist, todos dirían la misma persona. Armist Birgeana. 

La Emperatriz comenzó a gobernar el país bajo la protección del dragón negro, pero esta niña era aún más especial.

La nieta de la Emperatriz, Birgeana era hija que trajo nubes de cinco colores en el cielo desde su nacimiento, y el viento traía el aroma de roble fresco desde algún lugar. El hermoso resplandor que cubría todo el castillo era blanco y gris, alimentaba y ayudaba a los humanos en el Castillo Imperial.

Cuando Birgeana tenía un año, en cierta parte del país, un árbol viejo que había existido durante cien años de repente comenzó a florecer y comenzó la era de la abundancia. Nadie muere de hambre, no hay necesidad de intentar conseguir más, no hay dolor por no poder comer.

El mundo de repente se volvió rico.

Nadie sabía que era el poder del dragón que amaba a Birgeana, la amaba lo suficiente como para proteger el Santuario. El dragón ayudó a la Emperatriz, pero a su nieta, Birgeana, la amaba. Entonces la gente le dijo a Birgeana, la chica que es amada por el dragón, fue llamada  “la niña bendecida por el dragón”.

 

"Eres verdaderamente única, ¿Estás diciendo que ya has resuelto todos estos problemas?"

 

Birgeana comenzó a brotar a los trece años y fue educada por los mejores estudiosos de la época, y si era necesario, no dudaron en invitar a profesores del extranjero. Los profesores se acariciaron la barba y se asombraron de la inteligencia de Birgeana.

 

"Fue divertido, es gracias al profesor que me enseñó bien, espero con ansias la próxima tarea asignada."

 

Es posible volverse lo suficientemente arrogante como para ser elogiada por destacados eruditos, pero la fuerza de Birgeana radica en que no era arrogante. Era animada y sonriente como una niña, pero en algún momento, tuvo un lado no infantil.

Por supuesto, era una figura muy digna como maestro el que algún día heredaría este país, por lo que nadie pensó que Birgeana fuera extraordinaria. Era una bendición, solo eso.

 

"No tienes tarea hoy, Su Majestad también debería estar libre alrededor de un día o dos."

"Bueno, ¿Es así? Incluso entonces, quería pasear en bote por el lago."

"Sí, tienes que jugar, estar al sol también es importante para su salud."

 

Ante las palabras del maestro, Birgeana sonrió alegremente. Tenía muchos amigos. No solo había chicas nobles de su edad, sino también seres no humanos.

Dentro de este Castillo Imperial, no habia nada que Birgeana no pudiera tener. Entonces Birgeana ya tenía cinco botes de su propiedad.

Su Majestad, la Emperatriz, su abuela y su madre. De parte de todos recibía regalos aquí y allá. Los que mas amaba, eran los que le dio su abuela.

 

"Señorita, ¿A dónde la voy a llevar?"

 

Cuando salí de la sala de entrenamiento, la criada se inclinó cortésmente. Birgeana abrió la boca en tono amistoso.

 

"Me voy al lago, tráeme algunos bocadillos."

"Los serviré con su pastel de cerezas favorito."

"Bueno, eso también es bueno..."

"Oh, ¿Deberíamos enviar a una doncella a “Bonnie y Aldebarán” para que compre tanto como la última vez?"

"Sí, eso estaría bien, y hoy, quiero ir en bote sola."

"Les ordenaré a todos que retrocedan."

"Gracias, eso es suficiente."

 

La criada inclinó la cabeza aún más cortésmente. De hecho, Birgeana tenía buena reputación entre sirvientes y sirvientas, pero también era difícil. Probablemente fue porque reconocían instintivamente que Birgeana estaba trazando la línea primero.

Además, ¿Cómo supo de una panadería llamada “Bonnie y Aldebaran” en la desembocadura de la ciudad, en la que posiblemente que nunca había estado?

Esa fue la pregunta más importante para la criada que cuidaba más a Birgeana. Por supuesto, Birgeana solo sonrió y no respondió.

 

 "El clima es realmente agradable."

-¿Sí?

-¡Qué buen tiempo!

 

Tan pronto como Birgeana dijo una palabra, se escuchó un murmullo y una risa en alguna parte. Los espíritus antiguos, el animus. Ya sea que Birgeana durmiera, comiera o caminara, Prank y Chaos la seguían. Incluso se quedaban a su lado cuando se bañaba.

Así que no importa si subía al barco sola. Si el barco se volcaba, era solo una broma. No habría daños a su vida. De hecho, incluso si se parara frente a un volcán que estaba explotando en ese momento, Birgeana estaría a salvo.

Birgeana es quien es y sabe lo que sucedió en el pasado. Recordó todo eso.

Desde el momento en que nació y su razón por la que volvió a nacer.

En esta vida no nació Alquimista. 

Se pregunto si fue una coincidencia que nació como nieta de un colega que conoció en el pasado, pero no pudo preguntar porque Deus, no, el dragón Youth Deia, aún no había aparecido.

Cuando nació, todavía estaba de su lado, aunque de mal humor, pero desde entonces, ni su nariz se ha visto.

‘Creo que me enojaría y odiaría verlo si muriera frente a mí el día de nuestra boda.’

Birgeana se veía a sí misma como  “Milvia”  en el pasado y su yo presente hasta cierto punto. A veces, cuando estaba molesta, era bueno dar un paseo en bote por un lago como este y aclarar su mente. Mientras comía el pan insípido vendido en  “Bonnie y Aldebaran”.

 

"Honestamente, ni siquiera es un traficante de armas, dijeron que abrió una panadería."

 

Bonnie no era muy buena cocinando, como ella recordaba. Sin embargo, era extraño que la panadería haya sobrevivido hasta esos días sin arruinarse. No había sabor, pero había sinceridad. 

Echo un vistazo al animus y las habilidades para hornear de lo que estaba probando y eran bastante buenas, pero a veces, cuando como algo delicioso, se preguntó si no es a través del toque de Bonnie.

‘Más tarde, cuando sus nietos hayan crecido, los contratare como pasteleros Imperiales.’

Ella no tenía ninguna intención de volver atrás, saludar o reunirse con ellos de nuevo, pero estaría bien comprar pan como hoy de vez en cuando.

Del mismo modo, no tenía intención de fingir saber sobre Erzea, quien se convirtió en Emperatriz. Estaba agradecida de ver que incluso le dio a su hija, le dio el nombre de  “Milvier”  en honor a su colega que se unió a la rebelión.

 

"Señorita, el barco está listo."

"Eh."

 

El barco, pintado de un púrpura pálido, también tenía estatuas en forma de dragón unidas a ambos extremos. Birgeana se subió y tomó un cómodo asiento. Se cubrió con una manta de vellón para bloquear el viento del lago y vagar por las aguas sin sentido, en algún momento, solo queda una buena sensación.

El sol brillaba cálidamente y el cielo está impecablemente despejado, con vistas al lago. Apoyándose tranquilamente contra el bote, Birgeana que jugaba con las yemas de los dedos en la superficie del agua, de repente notó algo reflejado en la superficie del agua.

 

"¡!"

 

Sobresaltada, levantó la parte superior de su cuerpo, pero mientras tenía prisa, desapareció. El cielo seguía despejado, no había ni una sola nube y el lago ya no reflejaba nada.

‘Obviamente, solo pasaba...’

Deus iba y venía. ¿Fue por lo que dijo antes de morir como Milvia?  “Hagamos el amor cuando nos volvamos a encontrar”. Entre las relaciones pasadas, Deus era la única relación que no podía descartarse como algo que ya había pasado.

‘Espero verte de nuevo.’

Birgeana cerró los ojos profundamente y respiró hondo. El olor de los robles estaba por todas partes.

 

*  *  *

 

Pasaron los años y el año en que Birgeana cumplió veinte. El mundo se llenó de flores en primavera, volaron hermosas mariposas y estaba lleno de buena fragancia.

Esa mañana, Birgeana se despertó temprano sin saber la razón, ¿Era por la ilusión de que alguien le ha barrido las mejillas una vez? ¿O es por un sueño que no puede recordar?

Birgeana, que recuperó el sentido lentamente, se despertó al escuchar a las sirvientas moverse.

 

"Ah…"

 

Su cabello púrpura, parecido al de su padre, le cae hasta la cintura. Los ojos de Birgeana se agrandaron mientras miraba su mano izquierda más allá.

 

‘Es… El anillo.’

 

Llevaba un anillo familiar en el dedo anular de su mano izquierda. Un anillo de bodas hecho de platino y tachonado con una misteriosa piedra preciosa de color púrpura.

Anoche, sus dedos estaban vacíos, así que esto se debía haber puesto por un invitado que vino y se fue en la noche.

Birgeana miró el significado de este anillo y de repente se dio cuenta de que estaba llorando. Apenas lo aguantó y volvió la cabeza para ver un jarrón en la mesita junto a la cama.

Allí está yacía una hortensia que había florecido abundantemente. Era la misma flor que utilizo como ramo de boda de su vida anterior.

 

"De ninguna manera…"

 

Birgeana, quien enterró su nariz en la hortensia y recordó los eventos de ese día, se dio cuenta de algo y se apresuró a salir. Vestida con la túnica ya preparada por las doncellas, y con los pies metidos en suaves zapatos de cuero, Birgeana echó a correr tan pronto como abrió la puerta de su dormitorio.

 

"¿Majestad?"

"¡Ah, señorita!"

 

Nunca se había parado frente a la gente de una manera tan desaliñada. Como era nieta de la Emperatriz, que siempre buscaba la perfección, las sirvientas que se despertaban por la mañana mientras limpiaban se sorprendieron, pero Birgeana no podría preocuparse menos por ellos ahora.

 

'Por favor, por favor.'

 

Su corazón se hincha con algo de anticipación. Fueron casi veinte años.

¿Vendría este año? ¿Vendría el año que viene? ¿Podía ver su cara? Pensando así, el tiempo que espero a Deus fue…

Sabía a simple vista que la estaba mirando, pero nunca se mostró correctamente. Pensó que podríamos encontrarnos, pero el hecho de que no pudiéramos encontrarnos, extrañamente, despertó su ansiedad.

El único arrepentimiento que quedaba en la vida de Milvia. La única persona que amaba Milvia.

Birgeana corrió rápidamente hacia el patio del Palacio Principal. Los pétalos de la hortensia sostenidos por el viento revolotean. Detrás de los pasos de Birgeana, cayeron los pétalos de color púrpura pálido.

Y finalmente ahí. El mismo lugar donde  “Milvia”  llegó a su fin.

La hierba suave y bien cuidada le hacía cosquillas en los pies. Era un lugar donde la luz del sol dorada se derramaba, dando la ilusión de estar en el cielo.

Birgeana enderezó su cuerpo, despejando su respiración agitada.

Vio a alguien sentado en una mesa de mármol blanco en el patio.

 

(Cof, cof)

 

Su respiración se había calmado, pero esta vez su corazón comenzó a latir con fuerza.

Birgeana notó que el dedo anular de la mano izquierda del hombre tenía un anillo similar al de ella. No había visto su rostro todavía, pero su físico y su cara lateral eran iguales.

 

"Deus…"

 

Birgeana no pudo ocultar sus labios temblorosos y finalmente pronunció su nombre. Entonces el hombre la miró. Con ojos amistosos, pero con una mirada un poco enojada.

 

"Ha pasado un tiempo Via, me alegro de poder llamarte Via de nuevo esta vez."

 

Una dulce oscuridad se acercó a ella. El olor a roble penetra profundamente su corazón. Entonces Birgeana fue abrazada por Deus.

Después de mucho tiempo, la pareja finalmente se volvió a encontrar.

 

"Fue difícil esperar hasta que te convirtieras en adulta, ¿Te gusta tu nueva familia?"

 

Deus le susurró al oído. Después de todo, él también estuvo involucrado en su reencarnación. Birgeana vivió como una niña con muchas risas, como había esperado algún día.

Pero ahora, de alguna manera, estaba llorando.

 

"No llores, porque solo quedan cosas felices por venir."

"Eh."

"Me he convertido en un dragón justo, como querías."

 

Podía saberlo al mirar un mundo lleno de abundancia. Sí, había cumplido con su pedido.

Birgeana rodeó el cuello de Deus con sus brazos. Siervos y doncellas que la habían perseguido llegaron al lugar. Los dos compartieron un beso caliente, independientemente de que estuvieran mirando.

Fue el día en el que el dragón finalmente le dio la bienvenida a su compañera.

- Fin -

 

CRÉDITOS

BASE: Kenshin

CORRECCIÓN: ElectricWind

EDICIÓN: Elipse

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