Capítulo 2 - Sangre de Sanguis
A la mañana siguiente, Eunkang se despertó de buen humor después de mucho tiempo. No podía recordar cuánto tiempo había pasado desde pudo dormir sin soñar, mucho menos desde que pudo dormir bien.
Girándose cómodamente, se detuvo por un momento al verlo frente a él. Le llevó mucho tiempo recordar quién era este hombre, que estaba en cuclillas junto a su cama y con los ojos brillantes.
"Padre, buenos días."
La existencia que llamó Lee In lo estaba mirando con una sonrisa. También estaba completamente desnudo, sin una sola prenda.
Eunkang se levantó de un salto sorprendido. Lanzó un puñetazo por reflejo. Fue una respuesta razonable a una entidad invasora. Lee In evitó su golpe con facilidad.
"¡Me asustaste, bastardo! ¿Quién te dijo que entraras? ¿Por qué te quitaste la ropa?"
Esta vez, lanzó una patada con sus pies descalzos. Lee In también evitó su patada con facilidad. Eunkang sacó una daga de su bolso y la arrojó descuidadamente.
"¡Waa!"
La burla mezclada en sus gritos estimuló más a Eunkang. Lee In revoloteó y vagó por el interior de la habitación del hotel. Al ver sus alas de plumas negras moverse, parecía un murciélago huyendo de un lado para otro. Eunkang volvió a recoger la daga y le apuntó.
"¡Para! ¡Detente!"
"Te enseñaré modales humanos, bolsa de sangre".
Eunkang arrojó la daga. Sus alas, que lo hacían parecer un pájaro negro, estaban abiertas de par en par. Parecía una enorme cortina. La daga que lo golpeó rebotó e hizo un sonido como si hubiera golpeado hierro.
‘¡Rafael!’
Boom, Eunkang dejó de moverse ante la orden que llegó a su mente. La lucha que se había desarrollado hasta ahora se detuvo, la voz alta de Lee In era completamente diferente de la que Eunkang conocía.
Los ojos de Lee In brillaron blancos en la oscuridad. Eunkang apretó los dientes. No pudo mover su cuerpo.
'Rafael te compadezco, no conoces la diferencia entre la indiferencia y el aprecio.’
Alas enormes se extendieron hacia Eunkang. En un abrir y cerrar de ojos, esas alas estuvieron sobre él. Mirando a la figura arrogante y amenazante, soltó una risa sarcástica.
"¿Tienes que decirme así?"
Lee In, cuyos ojos brillaban como fuego de azufre, frunció el ceño.
"Eres una bolsa de sangre".
Cuando ya no dijo nada más, Lee In se inclinó sobre su cuerpo, haciendo un sonido parecido a una serpiente. Su temperatura corporal parecía ser mucho más alta que la de una persona promedio, y sus ojos parecían que estallarían en llamas en cualquier momento, pero Eunkang no se encogió.
Lee In lamió el cuello de Eunkang con su larga lengua un instante. Eunkang tembló ante el tacto húmedo. Quería empujarlo y levantarse, pero su cuerpo no tenía fuerzas. La pupila de color rojo oscuro de Lee In se redujo a un tamaño pequeño. Era como una bestia mirando a su presa.
"Definitivamente para mi hueles delicioso, Padre".
Esta vez, lo dijo en voz baja, no en su mente.
“¿Lo saben los Espectros? Si muerden tu cuerpo, te derrites y lo dejas salir… Sin embargo, no puedo dejar que sepan eso y te ataquen".
La punta de su lengua subió por su cuello y lamió su barbilla. El peso que aplastó su cuerpo lo sofocaba. Eunkang se obligó a girar la cabeza.
"Oye, tú para mi hueles a azufre".
De hecho, no olía a nada, pero se sintió incomodo, así que lo molestó sin motivo. Lee In dejó de moverse. Se levantó bruscamente, frunció el ceño y giró suavemente su cabeza. Eunkang lo lamentó por un momento porque parecía obvio que lo había herido, pero poco después de ver la enorme cosa colgando entre sus piernas, sus sentimientos de arrepentimiento desaparecieron.
‘No, ¿no se supone que los demonios originalmente no tienen género?’
Solo por escucharlo soltar cosas dulces se olvidó esa cosa monstruosa.
Tanto si conocía los pensamientos de Eunkang como si no, Lee In empezó arreglar una a una las cosas de la desordenada habitación de hotel. Levanto la bolsa de equipaje que Eunkang dejó caer y volvió a cerrar la puerta del armario. La mirada de Eunkang se detuvo brevemente en su firme trasero.
"¿Por qué no te pones ropa?"
“La tiré. Huele a humano".
"Puedes lavarla".
“Lo que quiero decir es que el olor a humanos no desaparece incluso si la lavas. Es tan repugnante y aterrador…"
Lee In lo dijo con una voz algo lastimosa. Se veía un poco lamentable agachado en cuclillas. Sin embargo, no por eso podía quitársela. Aunque no había nada que pudiera hacer al respecto. Eunkang se rascó la nuca y salió al baño del hotel con un cepillo de dientes.
"Qué… ¿No puedes hacerte invisible para los humanos? Haz que lo demás no te vean"
Cuando le preguntó mientras se cepillaba los dientes, la cara de Lee In se contrajo. Parecía decir con los ojos: ‘Di algo que tenga sentido’.
“No, bueno, en las películas siempre dicen eso..."
Trató de poner excusas, pero al final cerró la boca ya que sus creencias parecían estar equivocadas. La mirada de Lee In, como diciendo ‘¿en verdad cree eso, Padre?’, también jugó un papel.
Al final, Eunkang le compró ropa para que se pusiera. La camiseta negra y los pantalones negros combinaban tan maravillosamente bien con la piel blanca de Lee In, que era idéntico al ‘hijo del diablo’, Eunkang se felicitó por dentro por su elección.
* * *
Ese día, Eunkang se enteró de que había sucedido algo sospechoso en una escuela primaria y fue a visitarla. Tan pronto como llegó a la escuela, sintió una extraña energía en su cuerpo. Era domingo, así que no había nadie allí, pero espiritualmente era ruidoso y sombrío como si estuviera lleno de gente.
"Estoy hambriento. ¿No podemos simplemente ir a comer?
...Realmente no le afectan las cosas que los demonios hacen, este tipo definitivamente no parece sentir nada.
Eunkang lo ignoró y se dirigió directamente a la sala de profesores.
El informante era un joven profesor. Escuchó ruidos extraños durante unos días, así que se quedó en la escuela hasta altas horas de la noche e incluso intentó instalar una cámara, pero no encontró nada extraño. Eunkang miró a su alrededor mientras escuchaba su explicación. Las paredes estaban levemente cubiertas con una energía maligna similar a un moho que no sería visible para el ojo humano promedio.
“No puedo decir nada porque sé que me van a tratar como un loco, no saben lo preocupado que estoy. Me preocupan los niños. Por favor, Padre Rafael".
El joven maestro le imploró. Eunkang asintió con firmeza.
"No te preocupes. No es gran cosa".
Tomó la mano del maestro. Era evidente lo mucho que había sufrido cuando vio sus ojos hundidos.
Era la sala de música donde se escuchaban los ruidos extraños. Eunkang sostuvo un Rosario en su mano y dibujó una cruz en la entrada de la sala de música. Lee In se quedó pegado a él detrás de él, con ojos brillantes llenos de curiosidad.
"Vaya, no es una broma".
Ahora le era visible. Como era de esperar, la sala de música estaba llena de energía maligna. Eunkang frunció el ceño cuando vio que las pequeñas sillas en las que se sentaban los niños estaban cubiertas de energía maligna, parecida a niebla.
"Señor, los caídos buscan misericordia".
La oración de resurrección que comenzaba así no encajaba con este lugar donde se quedaban los niños. Sin embargo, Eunkang se concentró tanto como pudo y recitó cada palabra. Cada vez que recitaba un verso, daba un paso. Barrió su mano por cada pequeña silla parecida a juguete y tocó cada escritorio cubierto con la neblina maligna.
"Dame el valor para encontrar la luz por mí mismo, Amén".
Para cuando terminó el último verso, ya había dado unas cuantas vueltas. Eunkang levantó su cabeza y miró a su alrededor. Nada de la energía maligna había desaparecido a pesar de las oraciones que hizo hasta ahora.
"El Padre oró con entusiasmo, pero ¿por qué sigue así?"
Lee In, que estaba sentado en la mesa del maestro, tirando tizas y jugando, preguntó como si estuviera hablando consigo mismo. Eunkang apretó el Rosario.
"Porque el problema no está aquí".
Eunkang salió. Rápidamente echó un vistazo al pasillo. Se podía ver débilmente que la energía oscura conducía al pasillo.
"Habrá un Espectro en alguna parte".
Si había tanta energía maligna derramándose y cubriéndolo todo, también debería haber alguien que la estuviera emanando. Pero no pudo sentirlo.
Lee In que estaba preocupado, fue detrás de él. Agarró suavemente el hombro de Eunkang y lo giró en su dirección. El lugar donde la mirada de Eunkang se posó naturalmente fue en la sala de profesores.
Miró hacia atrás. Lee In se encogió de hombros. No dijo nada, pero Eunkang podía entender sus intenciones. Sosteniendo el Rosario, corrió directamente a la sala de profesores.
El profesor que llamó a Eunkang estaba agachado en la esquina de la sala de profesores donde no había nadie más. Eunkang sacó su Rosario y se acercó.
"Ni siquiera te dije mi nombre de bautismo. ¿Cómo lo supiste?"
El maestro se dio la vuelta. Efectivamente, no parecía una persona.
‘¿Es instinto?’
Metió la mano en su bolso para sacar su arma, pero en su lugar, sacó agua bendita. Dispersándolo ligeramente en forma de cruz, el maestro hizo un ruido extraño y se erigió como una bestia.
“Sal del cuerpo de este hombre, espíritu del inframundo. Este no es tu lugar..."
Eunkang, que estaba recitando una oración, de repente se sintió extraño y se detuvo. El maestro lo miraba y sonreía.
‘¿No es un ser poseído?’
Aunque aturdido, el maestro corrió hacia él. Colmillos que no eran de humanos brillaron frente a sus ojos.
Y al momento siguiente, la vista de Eunkang se bloqueó. Lee In le dio la vuelta y lo abrazó. Los labios de Lee In se curvaron y soltó un largo suspiro. Aunque cauteloso, hubo un fuerte viento que hizo volar las cosas y sacudió las ventanas.
"No te resistas, mi aliento te guiará".
Lee In habló en voz baja. Se escuchó el grito del Espectro y Eunkang se escapó de sus brazos y volvió la cabeza. La apariencia del profesor se veía deformada como un holograma dañado. Parte del cuerpo deformado se estiró como humo y llegó frente a la nariz de Eunkang.
Y susurró algo. Los ojos de Eunkang se agrandaron.
Algo se extendió ansiosamente a un al lado de su cara. Fueron las alas de Lee In. Las plumas se erizaron nerviosamente y finalmente penetraron en el cuerpo del Espectro que poseía el cuerpo del maestro. Y de ese modo el Espectro desapareció.
Después de que el Espectro, con cuerpo similar al humano, desapareció, la energía débil que cubría la escuela también desapareció. Eunkang no lo reveló, pero su mente era un caos.
‘Pensé que era un ser poseído, pero no estaba poseyendo a un humano, era algo con forma humana’.
Hasta ahora he visto dos tipos de Espectros. Uno, los que poseen a humanos, o dos, en forma de bestia negra. Sin embargo, nunca ha oído hablar de un Espectro que imite una forma humana.
"¡Tengo hambre! Vamos a comer, rápido".
Al salir del edificio de la escuela, Lee In corrió dando saltos apresurados. Afuera hacía sol, como cualquier tarde de domingo.
Tan pronto como estuvo bajo el sol, Eunkang tropezó. Estaba muy mareado. Se movía lentamente. Sintió como si algo estuviera presionando su corazón.
"Padre, ¿estás bien?"
Lee In lo apoyó. Eunkang lo empujó, pero no pudo caminar más de unos pasos y tuvo que apoyarse en la pared. Se arrastró hasta el callejón trasero donde no había gente.
"Padre."
Lee In de repente se paró frente a él antes de que se diera cuenta. Este movimiento sin aviso fue molesto para Eunkang. Pero…
"Chúpalo".
Lee In extendió el dedo y ordenó. Había sangre al final de su dedo. Eunkang no pudo rechazarlo. Inclinó la espalda y se metió el dedo índice en su boca, como si estuviera poseído.
Su sangre tenía un sabor extrañamente agrio. La sensación de regocijo era irresistible. Siempre que el sabor agrio de su sangre llegaba a su garganta, el cabello de su nuca se erizaba. Eunkang mordió el dedo índice de Lee In como poseído por algo, lo mordió, chupo y beso con voracidad.
Lee In lo miró en silencio. Cada vez que tragaba sangre, miraba su manzana de Adán moverse, labios rojos brillantes, ojos nublados, pupilas de color marrón pálido y pestañas largas que eran lo suficientemente largas como para proyectar sombras.
La apariencia del sacerdote que le mordió el dedo era extrañamente obscena, ya sea por su apariencia o comportamiento. No sabía si era por los dedos que sostenían su cuello con fuerza. O tal vez fuera por su uniforme del sacerdote.
Poco a poco, una risa apareció en el rostro pálido de Lee In. Acarició suavemente la cabeza de Eunkang. Era como alimentar amablemente a una mascota querida, hablándole suavemente.
El tacto de los labios chupando sus dedos y la de su lengua envuelta alrededor, esa sensación de desnudez. Lee In podía entender el deseo que tenían los Espectros por él. Al mismo tiempo no quería que vieran esta cara del sacerdote. El deseo de poseerlo se disparó.
"Lo chupas realmente bien, Padre".
Su mano, que estaba acariciando su cabeza, bajó a su mejilla. Aun así, Eunkang no se detuvo. Lee In está resentido con su señor por ponerlo a prueba.
¿No es demasiado duro para un examen?
En el momento en que la mano en su mejilla recorrió sus labios, Eunkang soltó el dedo que estaba chupando. Al mismo tiempo, el cuerpo de Lee In fue empujado contra la pared.
"¿Padre?"
Lee In preguntó en voz baja. A pesar de que su espalda estaba tocando la pared, estaba relajado y parecía divertido. Permaneció igual incluso cuando Eunkang sacó una daga de plata.
(Haaa), Eunkang exhaló. Sus pupilas se dilataron de emoción y se le formó sudor en la punta de la nariz. Los labios rojos ya estaban empapados de sangre y brillantes. Lee In sintió una vez más el impulso que todos los Espectros fallecidos sintieron a manos de este sacerdote, y su orgullo se vio herido por eso. La daga de plata en la mano de Eunkang brilló.
Tan pronto como le hizo un rasguño en la garganta, Eunkang puso sus labios sobre él y comenzó a chupar. Fue la primera vez en su vida que sintió esta sed. Chupó con tanta fuerza que la sangre rezumaba del pequeño rasguño, por lo que incluso si lo intentara, no podría detenerse.
"¿Es tan delicioso?"
Lee In se rió alto. La risa empezó pequeña y se hizo cada vez más fuerte. Eunkang chupó y chupó su garganta con el deseo de tragarse toda su sangre.
En medio del loco acto vampírico, Eunkang recordó las palabras que susurró el Espectro de antes. Las palabras pronunciadas por los Espectros moribundos eran en su mayoría tonterías y maldiciones, pero esta vez fue un poco diferente.
‘Debes huir de la persona que está a tu lado, sacerdote'.
Eunkang apretó el cuello de Lee In tan fuerte como pudo. Su cuello romano se puso rojo.
* * *
Después de chupar la sangre de Lee In, sintió una extraña sensación de saciedad. Eunkang encontraba desagradable esa sensación. Era extraño que estuviera lleno después de beber la sangre de un ser que no sabía si era un demonio o lo que fuera.
En algún momento, se quitó el uniforme de sacerdote antes de comprometerse con este acto vampírico. Fue para aliviar la culpa, aunque fuera un poco. El momento más importante del día fue ese en que lamió con su lengua el cuello que sangraba locamente, fue atrapado por una terrible sensación de inmoralidad mientras lavaba a mano el collar romano, empapado de rojo, en la noche.
Sin embargo, después de beber la sangre del chico, su cuerpo definitivamente se sentía más ligero. Sus hombros no estaban tan pesados como antes y no hubo momentos en que cayera rendido por la fatiga. Quizás por el estado de ánimo, había menos Espectros que lo atacaran que antes.
El problema era Lee In más que el propio Eunkang. Esto se debe a que Lee In, que se dejó chupar sangre hasta jadear de saciedad, parecía verlo como su presa. Eunkang pensaba que algún día Lee In podría revelar sus colmillos demoníacos y tragárselo de un solo bocado. Sus brillantes ojos eran como los de una serpiente, y su olor corporal era similar al olor del azufre.
Sin embargo, Lee In aún no se lo ha tragado. Aunque no sabía cuál era el precio, sabía que tenía que protegerlo, o eso suponía Eunkang.
En cualquier caso, el hecho de que su apariencia fuera algo ‘que los Espectros anhelan encontrar’ le incomodaba mucho. Porque parecía afectar no solo a los Espectros sino también a Lee In.
"¿Sus labios siempre fueron tan rojos como las flores del infierno, Padre?"
Y no lo culpaba por chuparle la sangre, solo le lanzaba miradas seductoras.
"Oye…. Padre, ¿realmente no tiene experiencia en esto? ¿En serio, de verdad?"
Incluso hizo preguntas groseras.
“Cariño, ¿Cómo puedo resistirme a esos labios ensangrentados? Me vuelven loco."
A veces incluso suplicaba.
Cada vez que chupaba su sangre, Lee In miraba a Eunkang. Era una mirada que lo desnudaba, incluso cuando Eunkang estaba perdido chupando su sangre, podía sentirlo.
Los ojos de Lee In mirándolo eran como una serpiente tratando de tragarse un ratón. Eunkang era alguien que nunca se había sentido abrumado por nadie en absoluto excepto por el Cielo. Entonces, estar con Lee In le hizo sentir muy extraño.
Odia admitirlo, pero Eunkang recibió su ayuda varias ocasiones. Lee In era fuerte. A su lado los Espectros se sentían como pedazos de papel.
Un día, un Espectro intentó meterse por la entrepierna del pantalón de Eunkang. Lee In, que había estado burlándose desde encima de la valla todo el tiempo, se acercó a él tan pronto como lo vio. Mientras tanto el Espectro que había estado enrollando su cola, atrapo el tobillo de Eunkang.
“No lo toques. Este Padre es mío".
Eunkang, sentándose y sujetándose los tobillos, miró a Lee In a los ojos. Nunca había visto unos ojos así. Ningún Espectro malvado tenía ojos tan lujuriosos.
"¿Qué clase de Espectro se atreve a codiciar lo mío?"
Lee In desgarró el cuerpo del Espectro con sus propias manos. Antes de que Eunkang pudiera hacer algo, el Espectro desapareció sin dejar rastro. Lee In barrió su flequillo con las palmas, puso su mano en la espalda de Eunkang, que se había sentado, y lo abrazó suavemente.
"¿Estás bien?"
Lee In preguntó desde una distancia muy corta, casi podía tocar su nariz. Era perfectamente dulce, pero en algún lugar...
Eunkang evitó silenciosamente su mirada. Mientras miraba la entrepierna de sus pantalones que se había roto por las acciones del espíritu, gritó.
"¡Que es esto! ¡Está roto! "
Lee In tuvo que coser los pantalones, que se habían roto, durante la noche.
Seguía a Eunkang durante todo el día. Excepto por la hora de dormir. Eunkang, que deambulaba todos los días, cambiaba de alojamiento todas las noches, pero la suerte lo acompañó. Estaba preocupado de que tal vez lo que sucedió, cuando este loco de repente entrara mientras dormía, se repitiera, pero afortunadamente, eso no ha vuelto a pasar desde el primer día. Sin embargo, tuvo la extraña sensación de que estaba fuera de la ventana. Pero siempre que abría la ventana, no había nadie.
Eunkang aprendió algunas cosas sobre él. En primer lugar, era muy conversador. Era muy ruidoso para sus oídos. Odiaba los alimentos que contenían sangre de cerdo y amaba los dulces. Y estaba muy interesado en la joyería humana. Solía comprar gafas de sol raras, corbatas o collares elegantes y baratos y ponérselos. Además, regularmente se cambiaba de ropa o la botaba porque decía que se le pegaba el olor a humano. Y cada vez que eso sucedía Eunkang tenía que explicarle lo malo que era robar.
Y él... tenía un terrible oído musical. Hasta cierto punto, los Espectros padecían.
"Alabo al Señor de nuevo hoy. Eleva mi corazón..."
No era bueno cantando, pero siempre cantaba los himnos junto a Eunkang cuando atrapaban a los Espectros. ¿Cómo es posible que ninguna nota sea la correcta? Incluso si un niño toca el piano al azar, ¿no podría tocar al menos una nota?
"Señor, por favor calla la boca de este maldito tipo".
Incluso ese día, mientras Eunkang exterminaba al Espectro, Lee In estaba lejos cantando un himno. Eunkang pensó que el demonio bastardo obviamente tenía la intención de blasfemar con el himno. Sin eso, no podría cantar su terrible cantico junto a un Padre, como lo ha hecho todos los días.
“Señor, te entrego hoy también... ¿No es demasiado que un sacerdote odie escuchar himnos religiosos?... Una alabanza, desde el lugar más bajo..."
El Espectro que escuchó la canción de Lee In lloró con sonidos parecidos a un cerdo siendo degollado. En el oído de Eunkang, ese sonido, era mejor que la canción que salía de la boca de Lee In. Cargó y disparó la bazuca. Paso por encima de la pared donde el espíritu se retorcía, el proyectil cayó muy cerca de donde estaba sentado Lee In. Lee In voló sorprendido.
"Vaya, fallé".
"¡Cariño! ¡fallaste a propósito! "
"Señor, por favor haz que este bastardo cierre el hocico".
“Es el Señor quien me alumbra, cuando lloro en el barro... Sin mi boca, estarías triste cariño".
"¡Amén!"
De nuevo ¡Bang! El proyectil salió volando con un ruido. Esta vez, le dio al Espectro correctamente. Lee In tembló y tapo sus oídos.
“¡Aww! ¡Tengo tanto miedo de este sonido! "
“¡Ah, vamos! ¡No hagas un gemido extraño, loco bastardo! "
Eunkang pensó seriamente en recargar la bazuca, pero no podía tirar la ‘valiosa bolsa de sangre’, así que se contuvo.
“Oww, no he escuchado al inocente Padre gemir de verdad. ¿Puedo oírte?"
"No es necesario."
Lee In soltó una risa ahogada. Eunkang sacó algo de su bolsillo y se lo arrojó. Era un chocolate. Tan pronto como Lee In recibió el chocolate, se lo llevó a la boca y lo masticó. Después de masticarlo tres o cuatro veces, el chocolate del tamaño de su palma desapareció.
Eunkang, que llevaba una bazuca y una daga, las guardó y oró durante un rato y luego se arregló la ropa. Era diferente de la apariencia que tenía cuando disparaba armas y golpeaba ferozmente a los espectros. Estaba tranquilo, por lo que sus ojos estaban frescos y sus labios cerrados con fuerza se veían tercos.
Lee In lo siguió. Con un pequeño silbido, se pegó con fuerza justo detrás de su espalda.
"¿Quieres chupármela?"
Significa ‘sangre’. Aunque lo sabía, Eunkang estaba molesto.
"Te dije que no lo dijeras así".
"¿Si me la chupas, debo decir que me la chupas, que otra cosa podría decir?"
Eunkang negó con la cabeza porque estaba harto de enfadarse por su naturaleza desvergonzada, y su nula intención de cambiar. Si discute con un demonio que no entendía sus palabras, sería el único que perdería.
"Aun así no está bien."
En vez de eso, en momentos como este, debe responder con seriedad. Como era de esperar, Lee In le estrechó la mano y se adelantó como si no fuera divertido. Eunkang levantó la cabeza y miró al cielo. Estaba muy nublado, no como suele ser el otoño. Al ver el movimiento de las nubes, parecía que iba a llover pronto. Odia la lluvia otoñal.
"Padre, ¿puedo decirte algo bueno?"
Lee In dijo. Qué clase de tonterías estaba tratando de decir, Eunkang lo miró distraídamente.
“Lo he visto antes ".
"¿Qué?"
"Algo similar a lo que vio antes, Padre".
Los ojos de Eunkang temblaron nerviosamente.
“¿No seguías pensando en eso? Cuando un Espectro deambula por el mas allá, generalmente se convierte en una bestia debido al mal, pero te preguntaste por qué no habías podido distinguirlo de los humanos. Lo he visto, antes ".
Eunkang soltó pequeño suspiro en su interior. Era cierto que esos pensamientos le impidieron dormir en los últimos días. Además, las últimas palabras del Espectro...
‘Huye, sacerdote.’
Tragó saliva seca.
"¿Cuándo lo viste?"
Lee In torció los labios haciendo un mohín y se río.
"¿Hablar sin que me den nada a cambio?"
Eun Kang se dio cuenta de ello por reflejo. Esas palabras eran malas.
* * *
"¡No lo haré! ¡Nunca lo hare!"
Eunkang gritó con la cara enrojecida. Caminó lo más rápido posible, pero Lee In se acercó a su espalda.
“Solo una vez, Padre. ¿Sí? sólo una vez."
"¡No lo haré, loco bastardo!"
Lee In se paró frente a él. Cuando Eunkang pasó por su lado, Lee In volvió a ponerse cerca de él.
"Sólo una vez, por favor."
"¿No sabes que para un sacerdote el placer es un pecado?"
“Tu placer es un pecado, ¿pero y el mío? Si lo piensas bien, no es nada que no hayas hecho antes, Padre. Solo quiero que chupes mi sangre como de costumbre".
Eunkang dejó de caminar y miró a Lee In. Lee In lo miró con un rostro desesperado y juntó sus manos. El rostro brillante y suave se veía algo lamentable hoy.
Ojos agudos, nariz tersa, frente angulosa y cejas rectas. El rostro de Lee In era ciertamente atractivo. Se preguntó si los cielos eligieron a propósito una cara como esta y se lo enviaron.
"No."
Pero no debe cruzar la raya. Una vez que un favor se convierte en dos favores, las cosas pequeñas crecen rápidamente. Lee In lloraba y frotaba su frente contra su hombro. Era como un gato gimoteando. Eunkang lo empujó y volvió a caminar. Lee In no mantuvo la distancia y rápidamente la alcanzó.
“No es como si no lo hubieras visto antes. ¿Sí? Creo que me voy a morir..."
"Muérete".
“Eres un Padre malo. Alguien te está diciendo que podría morir por dejar que explote su pene ".
Eunkang, que caminaba, se detuvo de nuevo. No, no está hablando de un humano, sino de él... ¿Estás diciendo que eso es importante? Miró entre las piernas de Lee In. Lee In se colgó de su brazo.
“Ya lo sabes, me duele tanto el pene cada vez que me chupas la sangre, Padre…"
"Tranquilízate."
“Qué doloroso sería si muriera por dejar que mi pene explote..."
"¡Deja de hablar de tu pene!"
Eunkang gritó. Lee In dio un paso atrás con los labios fruncidos. La gente que pasaba los miró de soslayo. Eunkang suspiró profundamente. Se frotó la cara. Estaba enojado consigo mismo, por ser débil ante esa apariencia.
Y sobre todo… Si más seres, parecidos al Espectro que tomó forma del profesor y lo atacó, aparecen.
"Ah…"
Podía sentir esos ojos brillantes. Eunkang estaba cautivado por la sensación de querer rendirse.
"¡Está bien! ¡Lo haré! ¡Puedes hacerlo!"
El rostro de Lee In, que era como un niño malhumorado, rápidamente se llenó de sonrisas.
* * *
"Uhmm… ahh…"
Siempre que Lee In gemía, Eunkang quería morder su dedo, hasta atravesar el huesos. Pero una promesa era una promesa.
"Padre… haa… Me encanta... Chupa más fuerte..."
El sonido que se escuchaba regularmente cada vez más rápido, tac, tac, tac detrás del velo que había puesto como parte del trato, estimuló la imaginación de Eunkang. El puño que sobresalía y se sacudía mientras se aliviaba también jugó un papel importante.
Ahora Eunkang está chupando el dedo de Lee In, pero no podía ver su cuerpo. Era por la cortina frente a él. Todo lo que podía ver era una mano que sobresalía por detrás del velo y la cara por encima de él.
Para Eunkang era difícil de entender. Se trata de chuparle un dedo, pero ¿por qué este chico está tan emocionado que sacude su pene así, y qué tiene de bueno verlo chuparle el dedo?
"Déjame masturbarme frente a tu cara lasciva, Padre'"
A duras penas aguantó oír su primera sugerencia. Lee In dijo que no lo tocaría y que solo quería hacerlo mirando su rostro. Eunkang aguantó sus ganas de lanzarle un puñetazo en la cara y sugirió un nuevo método. Apenas estuvieron de acuerdo en poner el velo y solo dejar espacio para ver que se viera lo que el otro hacía. Y ahora, Eunkang lamentaba desesperadamente no haber rechazado esta locura en sí.
'Me estoy volviendo loco…’
Es un pecado que un sacerdote desee placer, no debería haber caído en la mierda de un tipo que dice que ayudar al placer de los demás no es una situación en la que todos salgan ganando, que en esa situación solo gana el que recibe el placer. Sin embargo, cualquiera habría caído ante ese truco argumental, después de ver ese rostro brillante.
"ohh, sí, ahhh".
Los gemidos de Lee In lo pusieron de los nervios. Aunque Eunkang está a unos cien años luz lejos de la pornografía, sabía que los hombres corrientes no gimen así.
Mientras tanto, la sangre del chico que fluía por su garganta era dulce. Teniendo esto en cuenta, era similar a un tónico nutritivo. Si el verdadero tónico de nutrientes fuese tan delicioso, sería un gran problema. Pensando que era una suerte que solo funcionara para él, Eunkang le chupó el dedo índice, lo lamió y chupó una y otra vez. Para ser honesto, era lo suficientemente delicioso como para querer beber solo eso.
"Esp… ¡Ughh!"
En medio de chuparle la sangre mientras él se masturbaba, Lee In hizo un sonido grotesco. Por supuesto, los sonidos que había hecho hasta ahora eran bastante extraños, pero en este momento fue un poco diferente. Había una arruga dolorosa en la frente que se había elevado por encima del velo.
"¡Ughh!"
El gemido que siguió fue realmente doloroso. Eunkang soltó su dedo.
"Oye, bolsa de sangre, ¿estás bien?"
"Oh… ¡Ughh! ¡Ah! ¡oww! ¡agh! ¡agg! ¡Ung!"
Ahora Lee In casi gritó. Como un semental al que golpean, su rostro frunció el ceño. Eunkang se levantó de su asiento, inquieto. Sin embargo, no tuvo el coraje de ver como sacudía su pene, así que dudó, incapaz de atravesar el velo.
"Que, qué sucede. ¡Por qué! ¡Por qué suenas así!"
"¡Ung! ¡agg! ¡Mi pene! ¡Agg! "
"¡Que pasa! ¡dime! ¡tu pene que!"
"¡Ahhhhhh!"
No fue hasta que sonido de lloriqueo mostró una agonía mortal que Eunkang atravesó el velo. Y señaló la vista frente a él.
"¡Estas loco! ¡Qué estás haciendo!"
Lee In estaba golpeando su genital erecto con su puño.
* * *
Eunkang suspiró varias veces mientras aplicaba medicina a la piel hinchada. Cuando lo vio por primera vez, supo que no era humano, pero no sabía que era un tipo tan loco.
"No, joder... mira que no saber masturbarte... serás... hahh."
"¡¿Sabes cómo hacerlo?! Yo solo… estaba tan emocionado."
Eunkang contuvo lo que quería decir. La carne que estaba hinchada por el puñetazo se veía dolorosa a la vista. Con el ceño fruncido, extrajo el contenido completo de la pomada y luego lo aplicó sobre la carne voluminosa.
“Es algo muy extraño, Padre. Cuando estoy contigo, siento deseos. Al igual que los humanos, esos deseos monstruosos".
La voz de Lee In se volvió más seria. Eunkang hizo una pausa por un momento. Cuando sus ojos se encontraron, Lee In sonrió.
“Ahora yo pregunto y tu respondes. ¿Dónde viste a otro Espectro de aspecto humano?
"Uhmm, veamos…"
Lee In se tomó la barbilla y agonizó. Eunkang lo había esposado, así que cada vez que se movía su mano temblaba.
“¿Fue durante la Guerra de Corea o durante la Guerra de Imjin... De todos modos, más o menos por ese tiempo..."
"Espera, eso fue hace mucho más de trescientos años".
“Oh, detente ahí. He envejecido, generalmente nos transformamos al llegar a la madurez. Bien… Sí, lo recuerdo."
Lee In agitó las manos esposadas. Humo blanco emergió y creó una imagen.
“Fue a mediados de Joseon. Hubo momentos en que aparecieron varios fantasmas resentidos en forma de humanos. Son como los humanos, por lo que pueden tomarte de la mano y hablar. Y… Podían lastimar a una persona sin necesidad de poseer a un anfitrión".
Personas hechas de humo, irascibles, capaces de lastimar a alguien a voluntad.
“En ese momento, murió mucha gente. Hice una investigación por parte de la oficina, pero no encontré nada, y todas las personas que los vieron se volvieron locas, así que no pudimos escuchar un testimonio adecuado y fue imposible investigar a esos fantasmas. Eso fue todo."
"¿Por qué esas personas se convirtieron en fantasmas resentidos?"
Ante la pregunta de Eunkang, Lee In se encogió de hombros. El humo blanco desapareció.
"No lo sé. Nadie sabe por qué se convirtieron en fantasmas resentidos o qué estaban haciendo. No existía una conexión particular entre las víctimas. El caso fue enterrado. Solo ascendimos a las víctimas''.
"¿Alguna otra cosa que sepas de ese entonces?"
Lee In negó con la cabeza. Eunkang no preguntó más. Sin embargo, su boca estaba amarga por la decepción, no obtuvo tantos datos como esperaba.
Incluso en medio de esto, su pene estaba rígido, y cada vez que Eunkang aplicaba la medicina, su cuerpo se contraía. Le pidió que le aplicara la medicina con sus propias manos, insistió en que no le haría nada si tenía las esposas puestas, se lo había pedido sinceramente, sin embargo, tardíamente, una vez más, Eunkang se estaba arrepintiendo de aceptar hacerlo.
“Oye, y hay algo que te había querido preguntar desde antes. ¿Qué pasa... ¿Mi cara tiene algo especial? "
Lee In respondió, rascándose la cabeza con las manos esposadas, pensando por un momento.
“Es especial. Es difícil de explicar, pero es cierto que los Espectros pierden su cordura con tu cara, Padre”.
No preguntó 'Que le pasa a mi cara’. No han pasado muchos años desde que le rompió los huesos de la cara a un tipo, después de escucharle decir las palabras insultantes de que quería grabar un ‘video conceptual’ con un sacerdote como él usando su collar romano.
“El significado es un poco diferente, pero en otras comunidades, también se les llama el rostro del deseo. El tipo de rostro que hace que una persona se pierda en sus pensamientos y se vuelva codiciosa. Una cara hace que incluso los Espectros se retuerzan".
Acostado y sosteniendo su barbilla con un brazo, Lee In miró el rostro de Eunkang como si estuviera reflexionando sobre lo que dijo, Eunkang lo miró a los ojos con calma y solo aplicó la pomada en su pene.
"El mío, ¿en serio?, es su rostro el que es pecaminoso, bastardos".
"Oh, mi lindo Padre, no se culpe".
Ante la voz tranquilizadora, Eunkang se rió impotente. De repente, la tristeza se disparó. Cuando entró por primera vez al seminario para estudiar, incluso cuando finalmente fue ordenado sacerdote, o cuando tuvo que convertirse en un sacerdote exorcista errante, sin poder ingresar a las parroquias como otros sacerdotes, nunca estuvo tan triste. En ese momento, parecía que le esperaba una vida fiel y santa.
Pero en vez de eso estaba aplicando pomada en el pene de alguien que no sabe qué es o si es un hijo del diablo. ¿Podría su vida como sacerdote ser más extraña que esto?
"Padre, cariño, ¿estás bien?"
Preguntó Lee In. Eunkang negó con la cabeza, presionando con fuerza el dolor de su pecho. Cerró la tapa de la pomada y soltó las esposas que habían estado atadas al brazo de Lee In para que no hiciera ninguna tontería.
“Aplica el resto. Y yo, bueno... Déjalo calmarse".
En vez de calmarse se puso aún más erecto, como si estuviera persiguiendo un insecto, Lee In hizo un gesto hacia su parte inferior palpitante e hizo una expresión de pesar.
"¿Qué debo hacer si pones esa cara, Padre?"
"Ah, en serio."
Eun Kang no pudo superar su ira, así que se levantó y sacó algo de su bolso. Era la máscara de Jesús que recogió de un evento en algún lugar, con la máscara de Jesús caminó de regreso y la apretó en su rostro.
"¡¿Terminaste?! ¡¿Terminaste?!"
“Oh, mierda. ¿de dónde sacaste eso?
Lee In hizo una expresión de disgusto y trazó la señal de la cruz. Al ver que el pilar de carne, que había sido enorme todo el tiempo, se enfrió rápidamente como el viento apagando una vela, Eunkang suspiró aliviado y también trazo la señal de la cruz. Como si fuera una bazuca más, la máscara de Jesús era tranquilizadora.
* * *
Temprano en la mañana, Eunkang alquiló una motocicleta cercana. Lee In aceptó el casco que le arrojó Eunkang e hizo una expresión temblorosa.
“Padre, ¿de verdad sabes conducir? ¿Qué debo hacer si nos accidentamos luego? "
"Si no quiere ir entonces espérame aquí".
"No quiero estar solo, pero... Las motos también dan miedo... "
"Oh, gallina".
"¡No es verdad, no soy un gallina!"
"El hijo de Satanás es un cobarde".
Lee In agarró a Eunkang por el cuello con ira. Los ojos sin miedo de Eunkang miraron fijamente los ojos lascivos de Lee In.
"Gallina".
Y recalcó una vez más. Lee In lo miró como si fuera a golpearlo en cualquier momento, luego le soltó el cuello. Frunció el ceño y tomó el casco con actitud reacia. Eunkang señaló su espalda mientras estaba montado en la motocicleta.
Y tan pronto como Eunkang arrancó, lamentó llevarse al chico con él.
"No te pegues demasiado".
"Es porque tengo miedo".
"¿Por qué meneas la cintura si estás asustado?"
"Esto es instinto. ¿Sabes lo estimulante que es tu olor?"
Lee In olfatea y olisquea la parte de atrás de su cabeza, y luego su cintura volvió a menearse. El toque en su cadera era extraño, por lo que Eunkang miró hacia atrás.
"¿No llevas calzoncillos?"
"No. Me aprietan demasiado".
Era demasiado tranquila para ser la voz de alguien que hace una broma.
"Está bien, no hablemos... "
Eunkang suspiró durante mucho tiempo y aceleró. Sintió que el peso pegado a su espalda inclinarse hacia atrás. Al mismo tiempo, escuché el grito cantarín de Lee In.
Salieron de Seúl y avanzaron un rato más. El lugar donde Eunkang estacionó la motocicleta era una pequeña iglesia en las afueras. Se quitó el casco y miró hacia la aguja de la iglesia. Las nubes eran espesas.
"¿Dónde estamos?"
"Espera aquí. Veré a alguien y regresaré".
"No, no quiero"
Lee In, que estaba tratando de seguirlo, detuvo la mano que estaba a punto de extender. Miró hacia abajo. Estaba esposado. Sus labios se torcieron extrañamente.
“Un Padre con estos trucos..."
"Si te digo que esperes, esperas".
Lee In sonrió como si fuera gracioso, y Eunkang roció unas gotas de agua bendita a su alrededor y entró en la iglesia.
La hermana Paula que ya sabía que vendría Eunkang, era ciertamente hábil. Ahora, cerca de los sesenta y tres, se veía tan alta como Eunkang.
La monja que sacó un cigarrillo, hizo señas a Eunkang para que se sentara. Eunkang se sentó silenciosamente en el sofá oloroso.
"¿Goza de buena salud, hermana?"
Preguntó Eunkang, tosiendo por el humo del cigarrillo. La monja abrió la ventana y corrió las cortinas. El polvo blanco de la oficina revoloteaba. Eunkang levantó los ojos y miró a la pared. La pared, que estaba cubierta con un montón de recortes de todo tipo de cosas extrañas que habían sucedido en Corea, estaba mucho más llena que antes.
“Bueno, vives hasta que el Señor te llama. ¿Te ofrezco algo de beber?
“Oh, solo un vaso de agua por favor. Gracias."
Mientras traía agua, de repente miró por la ventana y se detuvo. El asombro recorrió su rostro.
"Padre, allí afuera..."
"Está bien. Es mi bolsa de sangre. Es una larga historia ".
La monja miró por la ventana varias veces, tragando el humo del cigarrillo como si no entendiera. Dejó la taza sobre la mesa y se sentó con las piernas cruzadas frente a Eunkang.
"Entonces, ¿qué necesitas hoy?"
Eunkang habló sobre lo que vio. Que lo que pensó que era un hombre poseído, resultó ser un Espectro, pero no le dijo que desapareció después de que el hombre de afuera le ordenara algo en voz baja, ni que el espíritu le dijo ‘huye’.
Después de escuchar todas las palabras de Eunkang, la monja sonrió con el cigarrillo en la boca.
“Padre, ¿qué estás haciendo con ‘él’ en estos días? El olor a azufre que viene de ti es muy vibrante".
"Ah... eso…"
Se quedó sin palabras porque recordó el enorme trozo de carne al que le acababa de aplicar pomada. La monja sonrió.
"Es una broma. Parece que los Espectros siguen volviéndose locos a tu alrededor".
Se sintió muy aliviado por las palabras que siguieron.
"Esta es también la voluntad del Señor, así que llevo mi carga felizmente".
"El Señor quebrará el yugo pesado, el látigo sobre su hombro y el garrote del opresor".
“Isaías 9: 4. Bien… ¿no te viene nada a la mente al oír este pasaje? "
La hermana Paula estaba ahora casi recostada con los pies sobre la mesa. Las arrugas se han formado sobre sus gafas. El humo era tan denso que no podía ver bien el rostro de la monja. Eunkang se apoyó en una mesa llena de todo tipo de manchas y habló con un poco de impaciencia.
"Es un Espectro que puede tomar la forma de una persona. A primera vista, sería muy peligroso si no pudiera distinguirse de las personas. Ni siquiera necesita un anfitrión como lo que hacen posesiones”.
La anciana monja estaba relajada, escupió humo de cigarrillo y negó con la cabeza.
"Quien sabe. Bueno, lo buscaré".
"Gracias."
Sin saberlo, Eunkang estaba nervioso. La hermana Paula ejercía una presión extraña sobre la gente. Por eso odiaba venir aquí a menudo. Era la persona más autorizada en el campo del exorcismo en la solemne Corea, así que todo lo que tenía que hacer era pedirle datos.
Eunkang, que estaba a punto de irse, pensó en algo. Después de pensar un rato, se dio la vuelta con una sensación de desgana.
"Bueno, hermana, me gustaría hacerle una pregunta más…".
* * *
Estaba nublado, pero no llovió. Era muy tranquilo cerca de la apartada iglesia. Los campos de arroz y las montañas eran visibles a lo lejos, y la iglesia estaba rodeada de arbustos. Lee In miró al cielo y bostezó durante mucho tiempo.
“¿Por qué no sale rápido? Me muero de aburrimiento."
A diferencia de la camisa y pantalones negros, la piel dentro de la ropa era lo suficientemente pálida como para parecer blanco y negro si se le ve diagonalmente cuando estaba parado. Girando el cuello lentamente, de repente sintió una sensación de ardor en su trasero.
"Rayos, debí usar calzoncillos..."
Mientras giraba sinuosamente su parte inferior, notó algo y dejó de moverse. La mirada aburrida en sus ojos se cortó inmediatamente y se enderezó. Apoyándose en la motocicleta, algo inclinado, comenzó a soltar un pequeño silbido.
Como si se bajara el volumen, el sonido circundante disminuyó rápidamente. Sólo el sonido de su silbido se abrió paso en el área desolada parecida a ruinas.
No había viento, pero los arbustos chocaban entre sí. La tierra del suelo temblaba un poco. Lee In solo miró a su alrededor y examinó sus alrededores. Sus ojos estaban alertas.
Luego dejó de silbar. En el aire, en el suelo, algo invisible lo puso tenso. Lo estaba mirando.
“Ahora me siguen a la iglesia? Son intrépidos".
Su tono fue divertido, pero su voz era intensa.
“Supongo que también a ustedes les parezco divertido. Bueno, también soy gracioso. Ha pasado mucho tiempo, pero nada ha cambiado todavía, ¿verdad?”
Lee In, quien se rió en voz baja al final de su discurso, mostró su enojo superponiéndose a su risa. Su mano en la motocicleta también se encogió de ira. Sus uñas atravesaron el trozo de hierro.
‘Muestra tu forma.’
Algo sucedió en los arbustos cuando ordenó con su voz verdadera, no con su voz humana. Kliiik, Con el mismo sonido que un insecto llorando, o hierro siendo rascado, humo negro llegó a la nariz de Lee In. Y, sin tocar el cuerpo de Lee In, invadió el aire.
Lee In se rió amargamente del humo que se detuvo frente a él. Ni siquiera podía parpadear ya que estaba muy cerca casi tocándolo.
“El Padre es mío. Como siempre."
Mientras susurraba, el humo chillaba. Parecía una bestia siendo sacrificada. Se pegó a él unido como si hiciera cosas lascivas. La sonrisa desapareció del rostro de Lee In. Sus ojos estaban llenos de oscuridad. El aire circundante se congeló.
'Desaparece.'
Una vez más, esta no fue una palabra que saliera de su garganta, pero con esa palabra, el humo desapareció en un instante. Parecía haber sido absorbido por algo.
Los alrededores se despejaron como si nada hubiera pasado. Nuevamente se escucharon ruidos de aves y el sonido del viento.
Justo a tiempo, se abrió la puerta de la iglesia. Mirando a Eunkang caminar hacia él, Lee In saltó arriba y abajo. Agitaron la mano que no estaba esposada como si estuvieran contento a morir.
"¡Rápido! ¡Ven rápido, cariño! ¡Tengo hambre!"
Eunkang se puso el casco y soltó las esposas de Lee In. Lee In cerró los ojos y sonrió suavemente.
"He estado esperando obedientemente, así que recompénsame".
"Bien. Vamos a comer el pastel".
"¡Sí!"
Lee In abrazó a Eunkang como si fuera su precioso osito de peluche y se sentó en el asiento trasero.
Eunkang, que puso en marcha la motocicleta, miró de repente el suelo de tierra. El agua bendita que había rociado alrededor de Lee In se había secado sin dejar rastro.
Cuando la motocicleta arrancó, levantó un poco de polvo. La hermana Paula la vio salir de la iglesia durante mucho tiempo. Su tez estaba pálida.
* * *
La aparición de dos hombres altos vestidos de negro de la cabeza a los pies y sentados en un café despertó la curiosidad de la gente. Incluso influyó el hecho de que uno de ellos usaba uniforme de sacerdote y que, frente al otro, se colocaron cinco pasteles.
Este café, famoso por sus postres, era antiguo y muy estrecho. Las sillas también eran taburetes pequeños. Los dos hombres no encajaban aquí en absoluto debido a las lindas esculturas y a las cortinas de encaje que había por todo el lugar.
Los dos se sentaron en una mesa estrecha con una bandeja grande de postres frente a ellos, sus piernas se enredaban debajo de la mesa, incapaces de hacer nada para evitarlo debido a lo largas que eran. Incluso con un pequeño movimiento, los dos pares de pantalones negros se rosan y arrugan, pero no les importó en absoluto.
Lee In se distrajo con los cinco pasteles frente a él. Incluso si ya se había comido más de la mitad de todo, todavía estaba pensando en qué orden comer el resto para maximizar su sabor.
Y Eunkang, que estaba sentado frente a él, estaba pidiendo una máscara de Jesús en su teléfono celular mientras bebía un triple americano que pidió con extra de hielo y sin sorbete.
"Cariño, ¿te gustaría un bocado también?"
"Te dije que no me llamaras cariño cuando estemos afuera".
Eunkang, quien habló casualmente, aumentó el número de pedidos de la ‘[Máscara de fiesta] Amor de Jesús’ en la pantalla del carrito de compras. Cuando el número debajo de su dedo llegó al 10, hizo una pausa.
“Está bien, solo te llamaré cariño cuando estemos solos, Padre Rafael. Pero esto está realmente delicioso".
La gente estaba observándolos con suma atención, pero Eunkang se distrajo pensando en la cantidad de máscaras a pedir. Presionó la flecha ‘arriba’ tres veces más. El número se convirtió en 13. Era un número desafortunado, así que lo aumentó en uno más. Lee In tomó un montón de pastel con un tenedor y se lo dio.
"Padre, ah."
Eunkang naturalmente lo tomó, arrugando el entrecejo ante la dulzura. Agarró la taza y volvió a darle un trago a su americano. También masticó el hielo. De repente, el número llegó a 20. Entonces presionó el botón de pago.
"Por cierto. ¿no tienes amigos? No hay nadie con el que te contactes, y te encuentras con pocas personas ¿Ese celular explota? ¿O simplemente lo llevas contigo porque los demás lo hacen? "
“¿Desde cuándo los sacerdotes tienen amigos? Todos son simplemente compañeros que apoyan juntos la voluntad del Señor ".
Eunkang, que estaba mirando a la cámara de su teléfono celular para pagar mediante reconocimiento del iris, parecía estar tomando una foto de su propio rostro. Cuando el reconocimiento no funcionó de inmediato, miró a la cámara como si fuera a morderla y finalmente cambió el modo de pago a uno por contraseña. Anteriormente, mientras peleaba con el Espectro, la parte de la cámara acabó golpeándose contra el suelo.
“No, ¿no hiciste amigos cuando estabas en la escuela? ¿O no hay alguien con quien mantengas contacto? ¿Tampoco tienes familia?"
Lee In llegó al meollo de la pregunta. Eunkang lo miró mientras verificaba los detalles del pedido. Lee In sonreía como si estuviera emocionado. Era una sospechosa mirada burlona.
"¿Estás disfrutando del hecho de que no tengo amigos ahora?"
"Sí."
Efectivamente, la respuesta salió de inmediato.
"En serio."
Eunkang volvió a beber del americano. Ahora, a pesar de que es una estación fría para beber café helado, Eunkang pensó que este hielo no era suficiente.
Empezó a beber bebidas frías como estas, después de comenzar a encontrarse con los Espectros. Como para reprimir el deseo insistente de quemar el interior de esos seres no humanos. Sin embargo, no se puede borrar con algo como esto.
“Un sacerdote que persigue fantasmas no puede hacer amigos descuidadamente. ¿Y si los demonios dañan incluso a las personas que conocen?''
"En realidad. Puede pasar ".
"Nadie cree en mí, nadie me quiere en ningún lado, e incluso si todos están locos por tenerme, yo solo creo en esto".
Señalo su cuello romano. De repente se sintió escéptico sobre por qué le estaba contando a esta bolsa de sangre no identificada sobre su situación, por lo que volvió a bajar la cabeza y enfocarse en la pantalla de su celular. ¿Hay máscaras en forma de cruz? O debería comprar una de un santo. La mano de Lee In se posó sobre su cabeza inclinada. El peso no era particularmente molesto, así que lo dejó pasar.
“Mira a mi mano derecha, nadie me conoce, no hay refugio, nadie que cuide de mi alma”.
"Es el Salmo 142: 4".
"No te preocupes. Al menos yo creo en ti, Padre”.
Eunkang murmuró en sus labios. Su corazón se sintió suave.
“…Ya veo."
No se sintió muy feliz cuando pensó que este tipo, que aún no sabe qué relación tiene con el diablo, era su único compañero. Tanto si conocía o no sus pensamientos internos, Lee In tomó la crema fresca del pastel con un tenedor y se la comió con entusiasmo.
“Así que solo seremos el Padre y yo divirtiéndonos juntos. ¿Cierto?"
“¿Nos estamos divirtiendo en este momento no es cierto? Yo también me estoy divirtiendo."
"Me refiero a de aquí en adelante."
"Uhh, serás".
Eunkang borró su sonrisa forzada. El otro cerró sus ojos haciendo caras lindas y tiernas, no parecía odiar al sonriente Lee In.
"¿Qué dice el pequeño llorón que le tiene miedo a los Espectros?"
Murmuró al final de sus palabra e hizo un puchero. Debido a sus gruesos labios rojos y sus bonitos ojos, para aquellos que no saben de lo que estaba hablando, parecería que estaba haciendo un gesto tierno para Lee In. Lee In robó un sorbo de su Americano, lo bebió y sacó su lengua ante el sabor amargo.
“En realidad, si lo piensas bien, la vida de los sacerdotes es la más cómoda. ¿Cuántos seres humanos han tenido problemas en toda su vida porque están atados por el afecto? La vida se trata de vivir solo de todos modos".
“¿Lo dices como si hubieras pasado por eso? Ni siquiera eres una persona".
"Tengo una experiencia similar".
"Claro."
Aunque respondió a medias, el hecho de que no supiera lo que realmente era él, se clavó como una incómoda espina en la cabeza de Eunkang. Podría preguntarle qué diablos era, pero extrañamente su boca no se abrió.
Ya lo había adivinado, pero había algunas cosas que prefería no comprobar. Si él es realmente lo que piensa, se sentirá aún más culpable cuando chupe su sangre.
"Por cierto, ¿eres cercano a la monja que viste antes?"
"Sí. Bueno, no me comunico con ella a menudo, pero es uno de mis pocos colegas. Los sacerdotes de exorcismo somos así".
"Uhmmm."
Lee In chupó el tenedor y exhaló.
"¿Por qué?"
"No es nada."
Lee In metió el tenedor en el pastel haciendo un puchero. El mousse de chocolate quedó triturado. Sacó un gran pedazo, lo acercó a su boca y se lo tragó de inmediato. Eunkang, que estaba observando su expresión, que parecía salvaje y de alguna manera insatisfecha, concluyó.
“... ¿Estás celoso?"
"Para nada."
Eunkang soltó una risa forzada. Se quedó sin palabras por lo absurdo de la idea. ¿Es esta la razón por la que esta tan feliz de que no tenga amigos?
"¿Por qué deberíamos tener celos entre nosotros?"
“¿Qué?, ¿Qué quieres decir? somos compañeros del destino. Una pareja que ha creado el cielo".
Eunkang, que estaba tratando de responder a la respuesta descarada, sintió una vibración en su teléfono celular y contestó el teléfono.
"Sí hermana. Sí. Un momento por favor."
Después de salir del café con el teléfono celular, Lee In se quedó solo, chasqueo la lengua incómodo.
"A eso me refiero…. ¿Qué hay entre... "
Comió el pastel restante de un solo bocado y lo masticó todo de una vez. El dulce sabor que se mezcló le hizo doler la lengua. Se tragó lo que iba a decir.
Lee In miró su mano. Las líneas de la palma de su mano estaban en dirección opuesta a la de un humano, sus venas se elevaban por encima de la muñeca y debajo de ella, y el pulso era indistinguible del de los humanos.
Distorsionó su rostro y se rió. No importa cuánto lo piense, este cuerpo es inútilmente humano. Por supuesto que ese sería el castigo que le darían.
Vio a Eunkang hablando por teléfono fuera de la ventana del café. Lee In se cruzó de brazos, inclinó la cabeza hacia un lado y observó la escena.
“No hay nadie alrededor … "
Los ojos de Lee In se afilaron mientras se sumergía en lo profundo de sus pensamientos. Hubo oscuridad durante un muy corto tiempo, pero nadie se dio cuenta.

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