Capítulo 3: Desaparecidos - Parte 11




A partir de la mañana del día 24 empezó a estar sombrío y luego cayó una fuerte lluvia. Jina refunfuñó y abrió su paraguas. La mayoría de la gente que vivía en Londres no usaba paraguas, pero la lluvia era tan fuerte que incluso Jina, que había vivido ahí durante mucho tiempo, tuvo que abrir su paraguas.

Después de caminar un rato, llegó a la casa de su amiga y escuchó un alboroto adentro.

Después de un rato, su amiga abrió la puerta y vio a mucha gente, como si todos los amigos de Jina en Londres se hubieran reunido.


“¡Oh, Jina!”


Su amiga abrazó a Jina y la saludó con la cara roja porque ya estaba muy borracha. Jina también la abrazó y entró.

A diferencia del duro clima exterior, el interior de la casa era cálido. Su amiga se quejó de que la casa estaba deteriorada, pero lo único que podía ver en sus ojos era el aire cálido y la multitud de gente.


“Bien, aquí está tu regalo”

“Qué estás haciendo… ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué haré si trajiste algo realmente genial!”


Su amiga, que estaba a punto de dar una respuesta convencional, se quedó boquiabierta al ver la etiqueta del vino que Jina había traído. No era un vino adecuado para que los jóvenes disfrutaran moderadamente.

Era un vino lo suficientemente impresionante como para presumir en las redes sociales.


“Está bien. Me lo regaló el hotel así que no lo puedo vender. Bebamos juntos y deshagámonos de él”


Con esas palabras, su amiga, aunque dudosa, murmuró algo como ‘...aún así’, corrió hacia otros amigos para gritar que era lo que Jina había traído y rápidamente encontró una copa de vino.

La mayoría de ellos eran aspirantes a chefs como Jina. Quizás por eso, incluso si la etiqueta estaba dañada, en cuanto la vieron, todos reconocieron que era algo caro y estallaron en un coro de vítores.


“¡Jina, te amo!”

“¡Cásate conmigo!”


Jina sonrió alegremente por primera vez en mucho tiempo ante la confesión sin sentido.

El vino fue enviado desde el hotel. Debieron estar tan preocupados de que abriera su boca que incluso me enviaron ese regalo. Mientras tanto, le vino a la mente la cara mezquina del gerente general cuando vio que la etiqueta había sido dañada para que no pudiera revenderse.

Se debatió sobre si venderlo por capricho, pero al ver la reacción, pensó que había tomado la decisión correcta al traerlo.

Sus amigos trajeron una silla mientras hacían alardes, y entre las sillas apretujadas, se abrió un espacio para Jina.

Frente a ella se colocó pasta cubierta con salsa de tomate y al frente llegó una tabla de quesos traída por otro amigo.

Todos eran chefs, así que afortunadamente todos estaban lo suficientemente bien hechos para que Jina pudiera comerlos.

No había suficientes copas, así que sirvieron vino en tazas toscamente lavadas y las repartieron, pero nadie se quejó.


“¡Feliz navidad!”

“¡Feliz navidad!”


Varios tipos de copas chocaron en el centro de la mesa y la conversación continuó.

Aire cálido, conversaciones animadas, risas ocasionales e incluso el aroma de la deliciosa comida.

Jina sintió una sensación de consuelo por primera vez en mucho tiempo.

Mientras se hablaba de un restaurante de alta gama recién inaugurado, una amiga que había trabajado con ella en el mismo restaurante hacía mucho tiempo cambió de asiento con el amigo sentado a su lado. Luego le habló en voz baja.


“¿Cómo has estado?”

“Más o menos”

“En realidad, mi mejor amigo trabaja en el hotel donde solías trabajar”


La amiga que dudó habló en voz más baja.


“Entonces… escuché sobre el piso 14”


La mano de Jina se detuvo ante esas palabras. Su amiga le sugirió con un gesto de ojos que hablaran afuera. Cuando pasaron a la habitación contigua, la amiga dejó su copa de vino y tomó la mano de Jina.


“¿Estás segura de que estás bien?”

“Me lastimé un poco, pero no había nada de qué preocuparse. Se pelearon entre ellos durante el incidente. Gracias a eso tuve la suerte de escapar. El vino también fue enviado por el hotel”

“Uff… gracias a Dios”


Su amiga se pasó la mano por el pecho y volvió a humedecerse los labios. Parecía que tenía más que decir.


“¿Por qué? ¿Tienes alguna pregunta?”

“¿Qué preguntaría? Ni siquiera quiero saber sobre los juegos locos que juegan esos ricos. En realidad… tu madre me contactó. No pudo comunicarse contigo. Y me pidió que por favor verifique que te encontrabas bien”


Los ojos de Jina se abrieron ante las palabras de su amiga.


“¿Esa mujer? ¿A ti?”

“Bueno, para ser honesta, hemos estado en contacto durante bastante tiempo. Me encontró a través de mis redes sociales. Dijo que parecía que habías bloqueado su contacto y que no se comunicaba contigo con frecuencia, pero quería que de vez en cuando le confirmara que estás bien y le avisara”

“Debe haber sido problemático”

“¡Cual problema! Realmente sólo me contacta muy raramente. Tu madre me cuidó muy bien cuando era joven y entendí que se puso en contacto conmigo porque estaba preocupada por ti, ¡así que acepté hacerlo con gusto!”


Su amiga agitó la mano como si no fuera nada.


“Pero últimamente, ha estado en contacto de manera bastante intensa. Especialmente los días en que fuiste a Escocia y cuando ocurrió el incidente en el hotel, incluso me llamó por teléfono”

“…”

“Así que le dije que me comuniqué contigo nuevamente y que no pasó nada importante. De todos modos… ya que está tan preocupada, ¿no sería mejor desbloquearla y saludarla? Tu madre estaba llorando”

“…”


Jina no respondió de inmediato. Su amiga, que notó la complejidad de sus sentimientos, salió primero de la habitación sugiriéndole que intentara llamar por teléfono.

En la habitación silenciosa, Jina jugaba con su teléfono celular.

‘Estaba preocupada’

Al principio se irritó porque pensó que le había pedido a su amiga que la espiara, pero se sintió extraña cuando le dijo que incluso la contactó mientras lloraba.

Ahora que lo pensaba, las veces que enviaba mensajes siempre eran antes de que le pasara algo grave. ¿Existía realmente algún tipo de poder en el chamanismo asiático?

Jina sonrió amargamente, abrió sus mensajes, encontró a la [Mujer coreana] y la desbloqueó. Después de dudar un momento, escribió una frase corta.


[Feliz navidad]


Dijo que estaba tan preocupada que lloró y llamó a su amiga, por lo que estaría bien enviarle un saludo como ese primero.

La marca de leído apareció en la pantalla como si estuviera esperando. ¿Qué estaría escribiendo? No hubo respuesta. Jina presionó nuevamente el botón de bloqueo.

Su corazón latía fuerte. Seguramente le habría enviado un mensaje reconfortante, deseándole una Feliz Navidad, preguntando si se encontraba bien y siempre diciendo cosas como ‘Te amo’. Fue gracioso que bloqueara ese medio porque no tuvo el coraje de no derrumbarse después de ver eso. Jina salió apresuradamente de la habitación y regresó con sus amigos.

La conversación continuó en el ambiente cálido.

Con todas las cosas malas que estaban sucediendo últimamente, incluso ese momento de conversación insignificante le pareció una gran felicidad.

El vino desapareció rápidamente y sus amigos abrieron nuevas botellas de vino, a pesar de que se quejaban de que beber vino barato después de una buena comida sólo les arruinaba el apetito. Una botella, dos botellas.

A medida que aumentaba el número de botellas de vino amontonadas debajo de la mesa, también aumentaba el número de amigos tumbados en el sofá.

Mientras la amiga propietaria se acostaba en la mesa, Jina se levantó. Ella, que no bebía mucho, fue la única que sobrevivió, así que tenía que hacer su trabajo.


“¿Por qué lo estás limpiando…? Déjalo… Mañana yo...”

“Eso es todo. Ve a dormir”


Jina rápidamente comenzó a limpiar la mesa. Reunió toda la comida sobrante en un solo lugar, lavó los platos y copas vacías...

A medida que pasaba el tiempo, solo quedaban platos amontonados sobre la mesa que habían sido limpiados con un paño sin humedad.

Había pasado un tiempo desde que tuvo un momento libre de preocupaciones. Así que Jina pensó que podría hacer eso sin problema alguno.

Jina, que pensó que era hora de irse a casa, volvió a sentarse en la silla. Cuando regresara, lo único que le esperaba era una habitación fría y oscura. Además, era peligroso caminar sola por las calles oscuras, así que pensó que sería mejor quedarse dormida entre sus amigos y regresar por la mañana.

Pensó en acostarse y dormir, pero no podía dormir. Jina se acostó boca abajo y encendió su teléfono celular. Como no había nada en particular que quisiera ver, curioseó por aquí y allá hasta que llegó a sitios de noticias.

Había artículos sobre la apertura de un nuevo restaurante que no había tenido tiempo de ver antes, o buenas recetas de comida para hacer en la cena de Navidad.

Mirando esas cosas sin mucho interés, presionó accidentalmente la sección de noticias, vio algo en una esquina.


Paciente muere al saltar del tejado de un hospital


Debajo estaba el nombre del fallecido.

William Evans.

Jina se levantó de repente.

El contenido del artículo era sencillo.


A medianoche de hoy, un paciente falleció tras saltar desde el tejado de un hospital de Londres. Como resultado del análisis de CCTV, se confirmó que subió solo y no se lo vio hablando por teléfono con nadie más.


Parece que saltó impulsivamente porque recientemente mostró signos de inestabilidad mental, culpándose por la muerte de un colega. La policía está investigando si hubo negligencia grave por parte del hospital en la gestión de pacientes...


Se preguntó si podría ser alguien con el mismo nombre, pero la foto de la esquina era definitivamente de William Evans, a quien Jina había conocido.

‘¿Suicidio?’

Eso no podía ser posible. William, que le había pedido que encontrara la tarjeta de memoria, estaba decidido a descubrir la verdad de la desaparición de Colin a pesar de que estaba angustiado.

Así que le rogó una y otra vez, incluso diciendo que le daría una recompensa.

Sin embargo, no parecía mostrar ninguna señal de renunciar a su vida en ningún momento.

En ese momento, de repente pensó en Ian. Había visitado a William después de que ella se fue. ¿Habría experimentado algún cambio en su estado de ánimo en ese momento?

Jina, que había estado perdida en sus pensamientos por un tiempo, apagó la pantalla de su teléfono y cerró los ojos. Fue el primer día feliz en mucho tiempo, pero su corazón volvió a apesadumbrarse. Al final saludó el amanecer sin poder pegar ojo.

Jina salió de la casa de su amiga y caminó hacia su propia casa. En una calle desierta, un villancico electrónico llegó desde la casa de alguien.

Noche de paz. Noche de amor. Todo duerme en derredor. Entre los astros que esparcen su luz…


(Silent night, holy night. All is calm, all is bright.)


Jina recitó en voz baja la siguiente letra.

Brilla la estrella de paz…



CRÉDITOS

TRADUCCIÓN: Ciralak

CORRECCIÓN: Ciralak


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