Capítulo 3: Postura correcta para afrontar batallas a largo plazo - Parte 5



“Rosalyn, ¿no crees que estás exagerando?”

 

Yelena, que estaba avergonzada, miró a su alrededor instintivamente.

No había nadie en el jardín usualmente concurrido por los sirvientes.

 

“Imagina que estás en mi posición. ¿No lo harías? Quiero decir, mírate a ti misma objetivamente”

 

“... No, ¿pero yo también tengo alguna experiencia en citas?”

 

Yelena refutó, avergonzada por el alboroto de Rosalyn.

Pero no la ayudó en absoluto.

 

“¿Qué? Se conocieron y rompieron una semana antes de la ceremonia de mayoría de edad, ¿verdad?”

 

“...”

 

“¿Eso es citas? ¿Eso es una relación? Además, él...”

 

“Lo siento. Lo siento. Así que detente”

 

Yelena dejó de hablar antes de que su oscura historia se revelara a través de la boca de su amiga.

Rosalyn se encogió de hombros.

 

“Bueno, escuchemos de todos modos. ¿Qué clase de hombre es?”

 

“¿Qué clase de persona es?”

 

Yelena parpadeó.

Nunca pensó que escucharía una pregunta así.

Rosalyn dijo con impaciencia.

 

“Tienes que saber qué tipo de persona es y para que te daré consejos. ¿No pensarás que puedes ligar a todos los hombres del mundo de la misma manera?”

 

“… ¿No?”

 

“Mira esto. Por eso no puedo creer que sigas intentando seducir a un hombre”

 

“...”

 

“Dime. ¿Qué tipo de hombre es?”

 

“... Es un hombre amable”

 

Yelena dijo una palabra después de pensarlo mucho.

Cuando pensaba en su marido, eso le vino a la mente.

 

“¿Y?”

 

“Amigable”

 

“¿En qué sentido?”

 

“Creo que es considerado. Cuando le hablo, no importa lo que diga, me mira a los ojos y me escucha... Creo que es muy perspicaz”

 

“¿Perspicaz?”

 

“Si trato de ocultar algo, lo nota de inmediato”

 

A veces se preguntaba si estaba leyendo sus pensamientos.

Yelena recordó su fracaso en atacar a su marido.

Oh, y cuando trató de esconder el moretón en su muñeca, pero la atraparon.

 

“Está bien, ¿y?”

 

“Su actitud hacia mí es gentil. Tenía un hematoma en la muñeca... el mismo me aplico la medicina. Su toque me picaba tanto que era difícil de soportar”

 

Sí, es verdad.

Yelena, pensando en cada uno de los eventos pasados, de repente sintió que su rostro tenía fiebre.

‘¿Por qué es esto?’

 

Cuando Yelena levantó y bajó el vaso de agua vacío sin razón, Rosalyn comenzó a hablar.

 

“Es un hombre tan amable, pero ¿no te ama?”

 

“… Eh.”

 

Yelena asintió con la cabeza porque se puso triste.

No hay duda de esto.

Yelena no sabía mucho sobre el amor, pero al menos sabía que nadie quería romper con la persona que amaba.

La pensión alimenticia.

¡La anulación de su matrimonio!

Su espalda aún sentía escalofríos.

Yelena apretó el vaso de agua vacío como si fuera su marido.

 

“Es un tipo complicado... si es natural para él ser amable, debe tener muchas mujeres alrededor. Habrá bastantes competidoras”

 

“Ah, está bien. Todos lo evitan, excepto yo”

 

Yelena dijo la verdad sin pensar.

Rosalyn se detuvo.

Pronto su expresión se volvió extraña.

 

“... Tú, ¿es tu marido a quien tratas de seducir?”

 

“¿Qué? Por supuesto”

 

Yelena respondió con la expresión confundida de porque le pregunto eso.

 

“Si no es mi esposo, ¿quién sería? No tengo una aventura”

 

“El hecho de que no fue un matrimonio forzado por culpa de Mielle... era real”

 

“Si”

 

Yelena la miró con el ceño fruncido, como preguntándole si apenas se estaba dando cuenta.

Rosalyn echó su cuerpo hacia atrás y se cruzó de brazos.

 

“Si ese es el caso, qué... ¡Oh vamos! ¡Son una pareja casada! Has escuchado que de las relaciones nace el amor, ¿cierto?”

 

“Ya lo probé”

 

(Cof cof), “¿qué?”

 

Rosalyn tosió como si se ahogara, aunque no hubiera bebido nada.

Yelena suspiró.

Por supuesto, no traté de seducirlo en ese momento, pero fallé de todos modos.

 

“No puedo hacer eso de todos modos. No tengo oportunidad. Necesito un enfoque diferente”

 

Yelena recordó a su marido.

Aunque se negó a tener una relación con Yelena por culpa de su sucesor, cuando lo pensó, pensó que era un hombre que no se acostaría con ella sin estar enamorado.

 

“Huh, huh”

 

Rosalyn, que soltó una risa, pronto abrió la boca.

 

“Duquesa de Mayhard, creo que es la primera vez que nos conocemos. ¿Podrías llamar a Yelena a este lugar? Tengo una historia que quiero compartir con mi amiga”

 

“No tengo tiempo para bromear. Tengo prisa”

 

Yelena frunció el ceño y replicó.

Rosalyn abrió su boca como si no tuviera otra opción.

 

“Sí... sí... Entonces significa que, si algo de acción cuerpo a cuerpo no funciona, tendrás que tentar a ese dulce esposo tuyo”

 

“...”

 

“Así que hagamos esto. Primero probemos lo normal. En primer lugar...”

 

***

 

Después de dos días, Yelena dejó a la Condesa y se subió a un carruaje que regresaba al Ducado.

De hecho, incluso pensó en quedarse unos días más.

Esto se debe a que pasar tiempo con una amiga que conocía después de mucho tiempo fue más divertido de lo que pensaba.

Sin embargo, había una razón para que Yelena había llegado a su carruaje temprano, como se había previsto.

 

“¿Te reconciliarás inmediatamente después de que regrese?”

 

“… No lo sé”

 

Rosalyn respondió, volviendo la cabeza con un rostro que parecía tener dolor en su corazón.

Rosalyn discutió con su esposo, el Conde Max.

La pelea entre la pareja, que comenzó por el menor desacuerdo, se extendió más de lo esperado.

Yelena negó con la cabeza y de pronto se dio cuenta que no escuchaba los pasos de la Condesa que caminaba a su lado.

 

“Esto es un desastre. Ya lo sabes, así que tienes que reconciliarte”

 

“Oh, no lo sé. Sube al carruaje rápidamente”

 

Rosalyn deja muda a Yelena.

Yelena subió primero al vagón.

Por último, dijo Rosalyn mientras miraba por la ventana para despedirse.

 

“Si progresas, envíame una carta”

 

“Por supuesto”

 

“No olvides que este Maestro siempre está animando a sus discípulos”

 

“Sí, Maestro”

 

Yelena sonrió y agitó la mano por la ventana.

Rosalyn hizo un gesto con la mano en consecuencia.

‘Es una pelea de pareja’

 

Mientras regresaba al castillo del Duque, Yelena pensó en la pelea de Rosalyn.

No estaba realmente preocupada.

Los dos parecían amarse sin importar qué.

Incluso si amas, discutes.

Cuando era niña, Yelena pensó en cómo empujar a Edward por el precipicio, pero todavía lo amaba como familia.

‘Yo estoy más preocupada que Rosalyn’

 

Mientras Yelena lo contemplaba, el carruaje llegó al castillo del Duque.

Pero el mayordomo la recibió con cara de confusión.

 

“Señora, ¿está aquí?”

 

Ben giró rápidamente su cara, pero Yelena no se perdió la expresión de su rostro.

‘¿Qué?’

 

Yelena regresó a tiempo.

No fue un regreso a casa particularmente tarde o temprano.

 

“Tiene que relajarse. Les diré que preparen agua para el baño”

 

“Está bien. Lo haré después”

 

Había algo que quería hacer antes de darse un baño completo por la fatiga del largo viaje.

En la memoria de Yelena, su padre siempre la visitaba primero después de un largo viaje.

La acción, como si fuera natural, pareció algo bueno a los ojos de la joven Yelena.

Así que cuando jugaba con un amigo, siempre jugaba lo mismo.

‘Bienvenido de nuevo, cariño’  decía jugando.

 

Lo hacía, pero ahora no es un juego, es una situación real.

‘Si quiero hacerlo tal y como lo recuerdo, debo besar su mejilla…’

 

Quizás aún sea pronto.

Rosalyn le contó sobre los niveles del contacto físico de los “amantes principiantes” del 1 al 10.

Entre esos, un “beso en la mejilla” estaba a la mitad de la lista.

Pensé que no era nada.

‘Es una lástima, hoy sólo saludare diciendo que ha sido un buen día…’

 

Y también había una cosa más que quería hacer frente a la cara de su marido.

Los pasos de Yelena se volvieron impacientes.

Primero pasó a su habitación y se cambió de ropa.

Como estuvo afuera durante mucho tiempo, no sabía de qué su ropa podría haberse ensuciado. Estaba preocupada por eso.

 

“¿Está en la oficina ahora mismo?”

 

Mientras cambiaba su ropa, Yelena le preguntó a la criada.

A esta hora, su marido estaba en la oficina lo conocía lo suficientemente bien como para decir que es incondicional.

Por supuesto, era una pregunta anticipada a la respuesta.

Pero de alguna manera, la criada negó con la cabeza.

 

“No, hoy se fue a la cama temprano”

 

“¿Eh? ¿ya?”

 

Sorprendida, Yelena volvió a mirar el reloj.

La manecilla del reloj apuntaba que era apenas un poco pasada la tarde.

‘¿Fue al dormitorio a esta hora?’

 

Su marido, a quien Yelena conocía, dormía poco.

La hora de irse a la cama era tarde todas las noches sin excepción.

Si el reloj no estaba roto, era demasiado temprano.

‘¿Porque tan temprano…?’

Espera un minuto.

Una suposición se arrastró en la cabeza de Yelena.

‘¿Está enfermo?’


CRÉDITOS

TRADUCCIÓN: Ciralak

CORRECCIÓN: Nallely

RAW DONADO: Miranda


Comentarios