Capítulo 9: Cupido puede ser cualquiera - Parte 10
“¿Qué?”
“Cuando vi por primera vez a la Duquesa, pensé que era muy hermosa”.
El Marqués sintiendo que su comentario podría ser malinterpretado, continuó hablando sin detenerse.
“Lo que quiero decir es que, como la Duquesa es tan hermosa, seguramente debe haber algún hombre apuesto entre sus parientes o familiares…”
Cuando Yelena escuchó la palabra familia, pensó en Edward sin darse cuenta.
A pesar de no haber hecho nada malo, de repente sintió pena por el Marqués Morco.
Yelena negó con la cabeza con una cara triste y respondió.
“No lo hay”.
“Oh, ¿nadie?”
“Sí. No hay ningún hombre apuesto”.
“¿De verdad? Si busca con cuidado, en algún lado, debe haber al menos uno...”
“No hay ninguno”.
Los hombros del Marqués Morco cayeron ante la voz resuelta.
“Bueno…”
El Marqués, que bajaba los hombros con una expresión sombría mientras miraba de reojo a Yelena, murmuró.
“Tengo envidia”.
“¿Tiene envidia?”
“Porque tiene al hombre más hermoso del reino como su esposo”.
“Coff”.
Yelena levantó su taza de té y tomó un sorbo de té con gracia.
“Usted parece gustar de las artes visuales, Marqués. Debería admitir que tiene buen ojo para las cosas hermosas”.
“¿Cómo mantuvo oculto a un hombre tan hermoso hasta ahora?”
(Tak).
El fondo de la taza de té que Yelena había bajado golpeó el platillo y produjo un sonido débil.
“No lo he estado ocultando”.
“…”
“La gente simplemente no lo sabe”.
El Marqués de Morco guardó silencio.
Pronto se rascó la nuca.
Una mirada de vergüenza apareció en su rostro, como si pensara que había cometido un error.
“… Lo siento”.
“No se preocupe”.
“Planeo dejar de viajar por todo el reino y regresar a mi territorio como Marqués”.
El Marqués Morco de repente dijo algo no solicitado.
Cuando Yelena lo miró con curiosidad, el Marqués continuó.
“Así que si conoce a algún hombre hermoso que pueda presentarme, por favor mande una carta a mi territorio…”
“Ja, ja, ja”.
Yelena dejó escapar una risa ligera.
Realmente era constante y persistente.
“¿Por qué está tan obsesionado con los hombres hermosos?”
En ese punto, no pudo evitar preguntarle.
El Marqués Morco vaciló antes de responder.
“Mi hermana sufrió mucho por mi culpa”.
“…”
“No sé si será una retribución… pero solo quiero hacerla feliz. Eso es todo”.
Era una ambición común querer que la familia fuera feliz.
Sin embargo, Yelena señaló un hecho que el Marqués había pasado por alto.
“¿Su hermana sería feliz si se casara con un hombre hermoso?”
“¿No es eso obvio? ¿Cree que una mujer casada con un hombre feo será feliz, Duquesa?”
“Eso sería un poco difícil”.
“Entonces…”
“Pero no todas las personas necesariamente encuentran la felicidad a través del matrimonio”.
El Marqués Morco vaciló.
Yelena recordó la información que había escuchado de Ben.
“Marqués, he oído que no ha visto a su hermana en más de cinco años”.
Yelena podía adivinar aproximadamente cómo había sucedido la larga separación de cinco años.
A juzgar por el carácter del Marqués, debió haber abandonado el territorio imprudentemente y comenzó a vagar sin contramedidas de acuerdo a su temperamento.
Luego, con el paso del tiempo, debió sentir remordimiento por su hermana menor, quien debió haber tenido dificultades para administrar la propiedad en lugar de él...
Y ese remordimiento habría hecho que el Marqués fuera aún más incapaz de regresar al territorio.
‘Debe haber pensado que al menos no podía volver con las manos vacías’.
Así que tal vez fue por eso que desarrolló una obsesión enfermiza por los hombres hermosos.
“Cinco años es mucho tiempo. Lo que el Marqués sabía podría no ser más cierto”.
“…”
“Cuando regrese, tenga una conversación profunda con su hermana”.
“…”
“Porque podría encontrar inesperadamente una manera de hacer más feliz a su hermana menor que casándola con un hombre hermoso”.
El Marquesado Morco se había desarrollado notablemente en los últimos cinco años desde que la hermana del Marqués comenzó a gobernarlo.
‘Sin talento y sin aptitud, es difícil’.
Tal vez había una mejor opción para ella que ser la esposa de alguien.
“Bueno, aunque suene poco convincente proveniente de alguien que se casó con un hombre hermoso, lo entiendo pero…”
“No. Gracias por el consejo”.
El Marqués Morco se levantó de su asiento.
Luego, puso su mano sobre su pecho y se inclinó respetuosamente hacia Yelena.
“Lo tendré en cuenta”.
“…”
“Me disculpo por cualquier inconveniente causado en los últimos días”.
“No es nada”.
“Si alguna vez necesita la ayuda del Marquesado Morco en el futuro, no dude en contactarme. Me gustaría devolverle el favor”.
No había necesidad de rechazar la oferta.
Yelena sonrió y respondió.
“Gracias”.
***
Después de separarse del Marqués Morco, Yelena se dirigió al campo de entrenamiento.
Fue informada en la mañana del horario de su esposo para hoy.
‘Escuché que hay un entrenamiento para los caballeros de la tercera y cuarta división esta mañana’.
A medida que se acercaba al campo de entrenamiento, escuchó el sonido de las espadas chocando.
“¡En guardia!”
“¡Hua!”
Momentos después, Yelena pudo ver a los dos caballeros chocando ferozmente las espadas.
“¡Deténganse!”
Kaywhin se deslizó entre los dos caballeros que luchaban e intervino con naturalidad.
Bloqueó las espadas de los caballeros con su tosca espada de madera, los detuvo y con calma los señaló uno por uno.
“Kisan, estás usando demasiada fuerza en tu pierna izquierda cuando usas la espada. Tu equilibrio está fuera de control. Dian, tu muñeca está demasiado rígida cuando desvías el ataque del oponente...”
Yelena miró a Kaywhin con una mirada aturdida.
‘Elegante’.
Desde esa mañana, las mejillas de Yelena estaban sonrojadas, ya que todo en su esposo había comenzado a verse tan asombroso.
“¡Gracias por el entrenamiento!”
“¡Gracias!”
Ya sea que fuera su turno final o no, después de que terminara el duelo, nadie más se enfrentó con espadas.
Yelena miró a su alrededor y rápidamente se acercó a Kaywhin.
“Kaywhin”.
“Yelena”.
“Has trabajado duro entrenando a los caballeros”.
“No, no realmente”.
“Mmm…”
De pie frente a Kaywhin, Yelena estudió a su esposo con atención.
Pronto bajó la voz e hizo un gesto.
“Acércate un poco más hacia mí”.
“¿Qué?”
“Rápido”.
¿Había algo que quisiera decirle en privado?
Kaywhin estaba perplejo, pero obedientemente bajó la cabeza.
En ese momento, Yelena rápidamente presionó sus labios contra los de Kaywhin y los apartó.
“¡…!”
“Jajaja”.
“Esposa”.
“… ¿Qué?”
La voz de su esposo era seria y grave, lo que hizo que Yelena se sintiera incómoda y nerviosa sin razón aparente, y lo mirara.
Porque estaban afuera trato de contenerse, pensó que tal vez no era el lugar apropiado para hablar de eso.
“¿Estás enojado…?”
“Entremos rápidamente”.
“¿Qué?”
“Porque no puedo soportarlo”.
“…”
Yelena parpadeó.
Pronto, su voz salió tímida, pero sin poder ocultar la creciente anticipación.
“… Excelente”.
***
Hay un dicho que dice que un ladrón que aprende tarde no sabe que el día amanece*.
(*N/T: Esto significa que alguien que aprende algo tarde puede perderse algunas cosas importantes y perder la oportunidad de hacer algo valioso)
En los últimos días, Yelena se preguntaba si esa era una expresión hecha solo para ella.
‘Besos... son realmente... tan buenos’.
¿Cómo podría ser eso tan bueno?
Yelena chapoteó un poco en el agua de la bañera.
Finalmente entendía las novelas románticas que había leído hasta ahora.
Por qué la protagonista femenina se emocionaba tanto, sus piernas se aflojaban e incluso se desmayaba(!) cuando solo besaban a los héroes.
‘No, el desmayo parece haber ocurrido después de hacer otra cosa, no solo besar...’
Yelena vaciló al recordar el contenido de una novela romántica que había leído en el pasado y se detuvo de repente.
‘Pero... ¿es realmente tan bueno como para desmayarse?’
Después de un beso, ¿qué podría ser?
“… Tal vez sea así porque es una novela, ¿no? Pero en la vida real, el dolor sería mucho mayor...”
“Señora, ¿necesita algo?”
Las criadas que la atendieron en el baño reaccionaron al murmullo bajo de Yelena.
“Oh, no. Nada”.
“Por cierto, señora, su cabello es tan fino”.
La criada que estaba peinando su cabello plateado con perfume habló.
“Siempre ha sido suave, pero ahora es como la seda”.
“Así es. Y su piel se ha vuelto realmente suave”.
“Cómo puede volverse más hermosa día a día”.
“… ¿Es así?”
Podría parecer un simple halago debido a su trabajo, pero de alguna manera sintió que la sinceridad se podía sentir en las voces de las criadas.
‘Ahora que lo pienso, tanto Abi como Mary dijeron algo similar’.
A Yelena le habían dicho a menudo que últimamente se había vuelto mucho más bonita.
‘¿Qué pasa? No he cambiado mi maquillaje... la única cosa diferente es que beso a mi esposo muy seguido’.
No podía creer que el beso con su marido fuera el motivo.
‘Dicen que te vuelves más hermosa cuando te enamoras... ¿podría ser que este efecto ilusorio sea debido a que estoy más feliz últimamente?’
Parecía plausible.
De todos modos, escuchar que se volvió bonita no la hacía sentir mal.
Yelena tocó sutilmente su piel.
Tal vez fue porque lo hizo justo después de escuchar el cumplido, pero sintió que era más suave que de costumbre.
Después de tomar un baño, Yelena caminó por los pasillos del Ducado.
Después de permanecer en el agua tibia durante mucho tiempo, le apetecía una bebida fresca con hielo y limón.
Estaba pensando en pedírsela al chef directamente en la cocina.
Yelena caminaba con paso ligero cuando alguien la llamó.
[… Disculpe]
CRÉDITOS
TRADUCCIÓN: Ciralak
CORRECCIÓN: Daiyu
RAW DONADO: Miranda

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