Capítulo 41



“Me asustaste.”

 

Ijana me observó por un momento y luego soltó el fuerte agarre de mi muñeca. Sus ojos mordaces también se suavizaron.

 

“Lo siento. Yo...”

 

No estaba tratando de sorprenderlo, traté de responder, pero extrañamente, me quedé sin palabras. La razón era una.

Fui testigo de la extraña apariencia de Ijana, quien siempre mostraba solo una fachada ordenada.

Él, que acababa de despertar, estaba disperso. Un poco de cabello desordenado. Un par de botones sueltos en una camisa holgada. Se me ocurrió una palabra para su apariencia.

Sensualidad relajada.

Era la atmósfera que alguien deseaba ansiosamente hace unos días.

Pero... ¿Quién era ese alguien?

Nadie me vino a la mente. Mi mente lo ignoraba completamente

Fue algo extraño.

Decidí dejar de pensar en lo que no me viene a la mente y concentrarme en lo que está frente a mí. Por ejemplo, la piel suave de Ijana a través de los botones abiertos de la camisa holgada....

Tragué saliva.

Entonces Ijana soltó lentamente mi muñeca y tiró de mi cuerpo hacia atrás.

 

“...¿Majestad?”

 

Lo llamé dudosamente. Ijana respondió, medio acostado sobre su espalda. Había mucha cautela en su voz.

 

“Sentí mi inocencia en peligro.” 


“¡Majestad!”

 

¿Es así como me convertiré en un jengibre pervertido de nuevo?

Fue el momento en el que traté de poner excusas.


[Toc, toc]

Se escuchó el sonido de alguien golpeando suavemente su puerta.


¿Es Lala? 


Pensé y miré hacia la puerta de la habitación.

 

“Su Majestad, este es el Marqués Atlanta.”

 

¿Marqués Atlanta? ¿El padre de Relais?


Tampoco lo tengo en alta estima como a su hija. En ese momento, Ijana volvió a agarrar mi muñeca. Y me acerco a él.

 

“¡Ma-Majestad...!”

 

¡Oh no! Si me jalas así, no tengo más remedio que ser arrastrada.

Me aferre a Ijana sin ninguna resistencia. Mucho más cerca de lo que Ijana me atrajo. Afortunadamente, él no pareció darse cuenta.

 

“Señorita Ginger. Puede ser repentino, pero tengo que pedirte ayuda ahora.”

 

“¿Si?”

 

“¿Te gustaría acostarte a mi lado un rato?”

 

“Si... ¡Acostarme junto a tu majestad!”

 

¡Me tomó por sorpresa esa seducción! Me aferré a mi corazón tembloroso y lo miré con los ojos redondos.

 

“Solo toma un minuto. Entra aquí.”

 

Recogió la manta que estaba cubriendo y sacudió la cabeza como si me estuviera pidiendo que entrara. Dudé un momento.

Acaso piensa que voy a decirle, ‘¡Sí! Me encantaría’. 

Parece que me conoce bien y no quiero perder esta gran oportunidad. A pesar de que seguía preocupándome con la cabeza, mi cuerpo se salió del control del cerebro y se deslizaba hacia su manta.

Regale mi orgullo. De repente, estaba completamente hundida en sus brazos. Estaba lo suficientemente cerca para sentir la temperatura corporal de Ijana. Entonces, vi a Ijana desabotonarse aún más la camisa.

Y entonces su pecho se reveló completamente.


Dios mío, Dios mío, Dios mío. ¿Por qué abrió más botones?

¡Qué vas a hacer!


De hecho, está bien soltar más botones.

Con los ojos tímidos miré a través de su pecho, parecía muy duro. 


Si lo toco puedo saber que tan duro es…


Me las arregle para contener la sonrisa que se asomaba a mis labios. Ijana, que no me conocía así, tomó una manta y me cubrió la mitad de la cara.

 

“Hare esto por un minuto.”

 

Me susurró un poco y le dijo al Marqués que estaban esperando afuera.

 

“Adelante.”

 

Entonces escuché el sonido de la puerta a mis espaldas. Enterré la cara profundamente en la manta en caso de que el Marqués me reconociera. Poco después de entrar por completo a la habitación, se escuchó la voz del Marques.

 

“Su Majestad, respecto a lo que le dije la última vez...”

 

“Espera. Estoy un poco ocupado ahora.”

 

Dijo Ijana antes de que el Marqués hubiera terminado de hablar.

Era diferente a la voz suave que me susurraba.

 

“...¿Disculpe?”

 

Aunque el Marqués preguntó, Ijana no respondió. Casi al mismo tiempo, me pareció que sentí la mirada del Marqués a mis espaldas.


...Debe haber estado mirándome.


¿Qué diablos quiere decir Ijana cuando dice que está tan ocupado?

Traté de interpretar las palabras de Ijana mientras contenía la respiración debajo de la manta.

 

“¡.....!”

 

¡De ninguna manera es eso! ¿Quiere decir que está ocupado con la mujer acostada en la cama?

Cama, mujer y ocupado, mi cabeza comenzó a llenarse de pensamientos extraños.

Ijana. ¿Estás pidiendo ayuda con esto? Si quieres, puedo hacerlo más excitante.

Mientras imaginaba esas situaciones con Ijana, mis mejillas se pusieron calientes. Me preguntaba cómo iba a ser él. De alguna manera me siento muy bien.

Continuó el silencio.

Fue el Marqués quien rompió el pesado y largo silencio primero.

Dijo con voz arrastrada.

 

“...Lo siento. Entonces volveré en un rato a buscarlo.”

 

“Bien.”

 

Escuché los secos pasos del Marqués. Pronto abrió la puerta y salió, e Ijana levantó la manta.

 

“Uff, Señorita Ginger. Puedes salir ahora. Ya se fue.”

 

¿Ya? Me sentí extrañamente triste.


Sonreí levemente y le dije a Ijana.

 

“¿No podríamos quedarnos así un rato más?”

 

Entonces Ijana levantó un lado de su boca y puso su cuerpo a mi lado. ¡Pensé que diría que no!


Esto está avanzando muy bien... Me gusta mucho.


Al poco tiempo, me miró recostandose en su brazo. El rostro de Ijana, visto de cerca, era muy hermoso.

Sus pestañas eran lo suficientemente largas como para sostener una pluma y tenía una piel tan hermosa que no tenía ninguna impureza.

En su rostro, lo más llamativo eran sus ojos misteriosos, ojos negros con poderes místicos, que algunos llaman maldición.

Sus pupilas apenas parpadearon, mirando directamente a través de mis ojos, y sabiendo que con cada contacto visual leería mis pensamientos, no podía dejar de elogiar su apariencia.

Fue extremadamente instintivo.


¿Cómo se ve la cara de Ijana, incluso si la miro con cuidado, no hay fallas?


Era un rostro que todos querían, pero se sentía como un rostro que solo los elegidos pueden tener. Mientras seguía viendo su cara, era difícil de creer que era real.


Maldición. No vale la pena estar viva.


Cuando lo pensé, Ijana sonrió un poco.

 

“¿Entonces quieres morir?”

 

Este maldito hombre ha leído todos mis pensamientos.

...Espera, también debe haber leído ese pensamiento.

¿Por qué no puedo filtrar mis pensamientos?

 

“Maldi... ¿Qué? ¿Maldito hombre? ¿Acaso estás hablando de mí?”

 

Ijana frunció un poco sus cejas. Le respondí con una sonrisa incómoda.

 

“Jaja, quien sabe ¿Habré pensado eso yo?”

 

“Vaya, vaya ¿Evasión?”

 

“Su Majestad. Tiene una piel muy bonita.”

 

“Estás cambiando el tema.”

 

No puedo.


Es muy lamentable que la situación sea muy desfavorable, pero debo mantenerme alejada de Ijana. Le dije, poniendo mi mirada en otra parte.

 

“¡Entonces me levantaré...! ¡Oh!”

 

Ijana tiró de mí para que no me levantara en ese momento. Casi estaba en sus brazos.

 

“No te puedes ir.”

 

Su voz era bastante firme.

 

“¿Por-por qué?”

 

“Así como analizaste mi rostro me gustaría analizar el tuyo. Para saber si vale la pena vivir.”

 

Su mano, más fina que la de una mujer, acarició suavemente mi barbilla. El lugar por donde había pasado su mano me hizo cosquillas. Mi piel se puso sensible y me puse muy nerviosa.

En ese momento, su rostro comenzó a acercarse a mí.

Insegura de manejar su rostro que se acercaba, cerré los ojos con fuerza.

 

“¿Por qué cerraste los ojos?”

 

“...Porque está demasiado cerca.”

 

Como respuesta recibí un golpecito en mi frente.

 

“¡Auch!”

 

“Señorita Ginger. Tu cara todavía es lo suficientemente buena. Ten confianza.”

 

¿En serio? 


Dudé brevemente de la autenticidad de las palabras. Aparte del hecho de que era sospechoso, esas palabras me hicieron sentir mejor.

Abrí lentamente mis ojos cerrados.

Ijana levantó su cuerpo y se sentó con la espalda apoyada en la cabecera de la cama.

Fue entonces cuando alguien abrió la puerta y entró sin llamar.

 

“.....¡Oh! ¡Majestad! ¿Aquí estaba?”

 

Al oír la voz familiar, me levanté y miré hacia la puerta. Lala estaba parado allí.

Él miró a Ijana una vez y una vez a mí.

Mientras tanto, Ijana pasó a mi lado y bajó de la cama.

 

“Si. Estaba aquí.”

 

“Me disculpo si los interrumpí, debería haber tocado la puerta.”

 

“No. Está bien. Acabamos de terminar todos modos.”

 

Dijo Ijana, cerrando sus botones.

 

Acabamos de terminar.

 

Las palabras de Ijana y la camisa desabotonada de Ijana.

Mantas revueltas. Y yo sentada en su cama. Es una buena situación para malinterpretar. Entonces, ¿Debería llamarse un extraño malentendido?

En otras palabras, la expresión de Lala parecía un poco ofendida.

 

“¡Lala, no lo malinterpretes!”

 

Ijana y Lala dejaron de moverse mientras yo gritaba. Ellos, que estaban uno frente al otro, me miraron casi al mismo tiempo y respondieron.

 

“¿Sí? ¿De qué malentendido estás hablando?”

 

“Señorita Ginger, ¿Qué malentendido?”

 

Fue una respuesta tranquila que me avergonzó.


¿Era solo yo quien ahora estaba teniendo pensamientos eróticos?


Miré a Ijana, cubriendo mi mejilla ardiente con mis manos. Él estaba sonriendo. Era una sonrisa malvada. Él se acercó a mí con su sonrisa malvada.

Entonces habló mientras presionaba mi cabeza.

 

“La Señorita Ginger no es solamente un jengibre, pero si un jengibre pervertido.”



CRÉDITOS
TRADUCCÍON: Dool
CORRECCIÓN: Dool
PROOFREADER: Sami



Comentarios

Publicar un comentario