SULFPCED - CAPÍTULO 114
“Haa…”
Raven le explicó a la mujer que se reía a su lado, con una mano apoyada en su frente.
“No me gustas. Eso fue solo…”
Estaba perdido porque no sabía cómo explicarlo para que tuviera sentido y no fuera malinterpretado como un tipo malo...
“¡Ah!”
Gemma aplaudió como si se le hubiera ocurrido otro buen chiste.
“Detente, Gemma. Detente antes de que te cierre la boca”
“¿Esta vez también me vas a detener con alcohol?”
“…”
Esta vez, en lugar de reírse con risitas, se reía a carcajadas a su lado.
“¿Te estás divirtiendo burlándote de mí?”
“Sí, es divertido”
Sus mejillas redondas están rojas de tanto reír.
“Haa, estás borracha”
La razón por la que llegó a ese punto fue porque Gemma estaba borracha y él...
‘Me emborraché en sus labios...’
De todos modos, su culpa fue mayor. No importaba cuánto lo pensara, no podía entender por qué le había tapado la boca así hace un momento.
No.
Raven replicó para sí mismo.
No me gusta esta chica.
“¿Eh?”
Gemma abrió mucho los ojos e inclinó la cabeza. Tal vez necesitaba ir al hospital porque ese gesto le pareció lindo.
“De repente, el porcentaje de progreso aumentó. A 10% esta vez”
¿Realmente necesitaba ir al hospital? Estaba tan sordo debido al sonido de su propio corazón que no podía oír ni una palabra de lo que decía Gemma.
* * *
Fzzt.
Un sonido siniestro acompañó la apertura de las cortinas y de repente la cegadora luz del sol bañó mi rostro.
“Ugh”
Gemí y me di la vuelta, pero entonces las cortinas de este lado también se abrieron de golpe. Había llegado el momento del último recurso.
Fwump.
Cuando me cubrí con la manta, resultó ser algo que mi compañero de cuarto no podía ignorar...
No, mejor dicho mi compañero de cama. Comenzó el ataque de la dulce pero poco bienvenida voz de mi compañero de cama.
“Gemma, despierta. Ya son las 7:10”
“Sólo 10 minutos más...”
“¿No dormiste ya 10 minutos más de la hora en que dijiste que te despertarías?”
“Entonces sólo cinco minutos más…”
“No”
“Entonces sólo un minuto…”
“Haa…”
Un suspiro. Es el sonido que inicia la molestia.
“Han pasado menos de cinco días desde que dijiste en voz alta que te despertaría antes que yo a partir del Año Nuevo, pero ¿sabes que no has podido mantenerlo ni por un día?”
¿Por qué mi yo pasado hizo tal promesa frente a ese hombre terrible?
Raven era quien se levantaba de la cama en la mañana y hacía todo en silencio hasta salir del dormitorio para asegurarse de que yo no despertara.
Pero a partir de ese día empezó a despertarme ruidosamente.
“Sucederá cuando Raven se vaya”
“Planeas volver a dormir cuando salga”
“¿No es así?”
En lugar de tumbarme perezosamente bajo la manta, estoy ocupada preparándome para despertarme.
Me quité meticulosamente las legañas y me di pequeños pellizcos en varias partes de mi cara hinchada. Luego, con los dedos, traté de peinar un poco mi cabello enmarañado.
Swooshh.
Era posible que tuviera mal aliento, por lo que solo baje la manta hasta debajo de los ojos.
Esta mañana, entre el techo familiar y yo, apareció de repente el rostro de un hombre que parecía perfecto incluso justo después de despertar.
Raven me mira mientras se abotona las mangas de su rígida camisa blanca.
‘¿Acaso me habrá quedado alguna legaña?’
Justo cuando me preguntaba si sería buena idea volver a taparme con la manta, Raven me saludó como siempre.
“Buenos días”
“Nada de buenos días”
Después de escuchar mi breve saludo matutino, Raven se rió y se alejó. Acurruqué mi cuerpo como una niña pequeña y me di la vuelta.
De hecho, traté de levantarme pero fallé y estaba inclinada en la cama por la mañana cuando escuché pasos que se acercaban.
‘¿Eh?’
De repente, el refrescante aroma para después del afeitado se volvió más fuerte. Significa que Raven inclinó la cabeza hacia mí.
‘¿Qué estás haciendo?’
Raven dijo lo que yo quería decir primero.
“¿Qué estás haciendo?”
“Estoy en medio de mis oraciones matutinas, así que no me hables”
“Gemma Steal. Sexo: femenino. Edad: 30 años”
¿Por qué de repente empezó a recitar mis datos personales del expediente policial?
“Sin religión”
“Decidí creer en Dios desde Año Nuevo”
“En ti misma”
¿Qué? ¿Acaso no acaba de hacer un juego de palabras, justo lo que siempre dice odiar?
“Cree en ti misma y levántate”
Levanté la vista sorprendida y vi a Raven chasqueando la lengua mientras se ponía el reloj que le regalé como regalo de Navidad en su muñeca.
“Te has vuelto más perezosa desde que comenzó el año”
“¡No es que me haya vuelto perezosa!”
Iba a decir algo, pero cerré la boca de golpe.
Quería decirle que no he podido dormir nada desde el año nuevo.
No puedo dormir porque estoy preocupada por el hombre que está en la misma cama conmigo.
‘Estoy segura de que no rechino los dientes ni ronco cuando duermo, ¿verdad?’
¿Por qué antes no me importaba y ahora sí?
Además, estos días, compartir la misma cama se ha convertido cada vez más en una rutina diaria, así que no era consciente de ello en absoluto, pero de repente...
‘Después de esa fiesta de Año Nuevo...’
Mientras pensaba nuevamente en lo que pasó ese día, mi cara se calentó.
¿Qué demonios me pasó esa noche?
“Gemma”
¿Por qué haces esto ahora?
“Gemma”
Es una enfermedad, es una enfermedad.
“Gemma”
Raven sigue llamándome porque pensó que estaba durmiendo otra vez.
¡A quién le importa si mi cara está arrugada y fea o no!
Levanté la cara de la cama y miré a Raven.
“¿La resolución de Año Nuevo de Raven Hunt es acosar a Gemma Steal?”
“Acosar. Eso es demasiado duro. Es para ayudarte a alcanzar tus objetivos de Año Nuevo”
“Ah, de verdad… no debí haber dicho eso”
“Como adulto, tienes que cumplir lo que dices”
“No soy un adulto hasta que beba la poción para serlo”
Toc, toc.
Como si leyera mi mente, Connie me trajo una poción que me convertiría en adulto.
“Hola, Connie”
“¿Tuvieron ambos una buena mañana?”
Connie, con ojos llenos de alegría, recorrió con la mirada la cama que, esta mañana también, mostraba evidentes señales de que habíamos dormido juntos... claro, solo dormir.
Qué vergüenza, eso me despertó por completo.
Y luego, con el aroma del café que me pasó Raven, una vez más me desperté con el fuerte sabor de la cafeína.
“Raven”
Raven, que estaba parado frente al espejo anudándose la corbata, arqueó las cejas.
“¿Qué corre por las venas de un adulto?”
“¿Sangre?”
“Café”
“Ah…”
“Jeje, buenos días”
“Nada de buenos días”
Raven estaba disgustado, tomó su taza de café vacía y su chaqueta y se fue.
Diciendo que parecía haber recobrado el sentido y que no debería hablar más conmigo porque decía tonterías.
“Como era de esperar, no hay nada mejor que una mala broma para echar a Raven de la habitación”
Finalmente, sola en la habitación, salí de la cama. Luego, pasando por el espejo del vestidor, volví a buscar al hombre que había echado.
“¡Raven!”
Un brote de planta había crecido en mi cabeza. Fue obra de ese hombre.
“Uf, ¿cuándo vas a convertirte en adulto?”
Hoy también comencé el día arrancando la pluma que se había quedado atascada en mi nido de pájaro.
“Señora más joven”
“Alfred”
Después del desayuno, fui a la habitación de los gatos y encontré a Alfred parado frente a la puerta.
Parecía que estaba esperando a Raven, ya que tenía una chaqueta de uniforme de policía colgada de un brazo y un cepillo para la ropa en la otra mano.
“Vuelvo pronto”
Tal como esperaba, desde el otro lado de la puerta, pude oír a Raven despidiéndose de los gatos y el pajaró antes de irse.
“No peleen y pórtense bien”
Un hombre que es duro con las personas es suave con los animales, es algo que he visto todos los días durante medio año, pero aun no puedo acostumbrarme.
Cuando entré por la puerta abierta, Raven acababa de terminar de despedirse y estaba de pie.
Ahora los gatitos también empezaron a prestarme atención.
Miau.
“¡Oh, mis pequeños! ¿Durmieron bien? ¿Comieron rico su comidita?”
Mientras me agachaba para darles los buenos días a los gatos, una gran sombra cayó sobre mi cabeza. Levanté la vista y vi a Raven mirándome.
“¿Qué pasa? ¿Tienes algo que decir?”
“No. Hasta luego”
La diferencia en el tono cuando se despide de mí es enorme.
“Cariño, gana mucho dinero para alimentar a nuestros bebés”
Hoy también, me despedí de Raven agitando la pata de un gato, mientras él se iba con una expresión de disgusto.
“Señora más joven, buenos días”
Después de que Raven se fue, dos sirvientas entraron a limpiar. En cuanto me vieron, se cubrieron la boca con las manos y se rieron.
‘De ninguna manera…’
Empecé a sentirme inquieta.
CRÉDITOS
TRADUCCIÓN: Ciralak
CORRECCIÓN: Pix

Comentarios
Publicar un comentario